domingo, 1 de noviembre de 2009

Momento de alzar puentes

Jaime Chabaud Magnus

Mientras participa de un proyecto que vincula a México, su país, con Argentina, el dramaturgo evalúa las tendencias del teatro latinoamericano.

Olga Cosentino

Dramaturgo, docente, periodista, director de Paso de Gato (una de las más calificadas revistas de teatro del continente), Jaime Chabaud Magnus dictó por estos días un taller en el CELCIT (Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral). Y no es todo: este multifacético mexicano de 43 años llegó hace más de un mes a Buenos Aires para escribir una obra teatral como parte del intercambio entre México y la Argentina. Y como acaba de teclear en su ordenador la ansiada frase "Telón final", admite estar exultante. "Hay quienes dicen quedar vacíos al concluir una obra. Yo no, yo salgo brincando; literalmente".

No lo hemos visto brincar pero sí responder con entusiasmo, abundancia y velocidad al estímulo de cada pregunta. Y más también. Ya que volverá a su DF habiendo superado la marca que se había propuesto: terminó una obra y lleva otra a punto de concluir. "Yo había propuesto dos proyectos: un texto asociado al tema de los festejos del Bicentenario y otro, sobre el abuso sexual, que una de estas noches me lo termino", promete.

- ¿Qué puede adelantar de la que ya está lista?

- La montará la Compañía Nacional de Teatro de México. Es una obra donde mezclo dos historias auténticas. Una tiene que ver con que, hacia 1774, hubo en México una crisis de buenas actrices y el público dejó de ir al teatro. Entonces, tanto la Iglesia como el Gobierno colonial, con su clásica doble moral, resolvieron la cuestión mandando a buscar a una gran intérprete, doña Bárbara Ordoñez, que cumplía prisión por asesina de su amante. Cada noche, dos guardias la escoltaban hasta el teatro y la regresaban a su celda cuando caía el telón. En mi obra cruzo esta historia con otra, también verdadera, sobre una pieza de autor criollo que hablaba de las torturas a la realeza indígena por parte de los conquistadores españoles.

- ¿Por qué eligió el tema del abuso sexual para la otra obra, aún inconclusa?

- Porque es un problema cotidiano en nuestros países y porque soy padre. Y porque la anécdota deja al descubierto a la ultraderecha, con sus criterios retrógrados contra la educación sexual, por ejemplo.

- Las dos obras tienen contenido político. ¿Es tendencia de la actual dramaturgia mexicana?

- La generación anterior a la mía produjo una saturación. Los temas tenían que ser mexicanísimos, sobre el narco, la violencia y demás. Los autores jóvenes reaccionaron contra eso pero hoy, los aún muy jóvenes están como entre ambas aguas. Pero lo cierto es que en lo que hace a los contenidos, todo ha sido ya desde que el hijueputa de Shakespeare acabó con todos los temas. Donde sí hay terreno para explorar es en las estructuras y el lenguaje. Allí es donde apunto como docente de dramaturgia.

- En este intercambio teatral argentino mexicano, ¿cuáles son los bienes a ofrecer por cada una de las partes?

- Para quienes están interesados en averiguar qué tenemos, propongo que vean el sitio www.dramaturgiamexicana.com. Hay muchos lazos que nos ligan. La migración argentina durante la dictadura fue en gran parte hacia México. La admiración que despierta el tango el otro vínculo. Es un buen momento para tender puentes.

Fuente: Celcit, Revista Ñ (2009-10-24)

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