¿Cómo lograr que la narración de una batalla medieval resulte atractiva sobre las tablas, por ejemplo, para una auditorio joven?
La apasionada investigadora de Shakespeare, Mónia Maffía, se planteó ese desafío, y no sólo hizo la primera traducción al castellano de Eduardo III , sino que pudo concretar el sueño de dirigir su propia versión de la pieza, que se presentará hoy, a las 21, en el IFT. Y no parece haber dejado nada librado al azar, ya que hasta la fecha de estreno es significativa: la obra sube a escena el mismo día en que ocurrió la batalla de Crêcy (1346), decisiva en la Guerra de los Cien Años.
Fuente: La Nación
Maffía estudió en Inglaterra y allí se encontró con el texto, aunque no logró obtenerlo entonces porque estaba agotado. "Cuando el libro se reeditó -contó a LA NACION- lo conseguí, hace unos diez años, y sentí que tenía en mis manos un incunable. Lo traduje y pulí el lenguaje, y fue una emoción enorme porque no se trataba de hacer otra versión de una obra ya conocida, sino dar a conocer algo donde lo que yo interpretara iba a ser lo que la gente que no habla inglés [o inglés isabelino] iba a leer". Si bien se vio obligada a cortar la obra porque el lenguaje escénico requiere cierta dinámica, se editará su versión completa próximamente.
Esta obra temprana de Shakespeare, escrita en verso, se centra en una batalla medieval (el origen de la Guerra de los Cien Años), y tiene que ver con las reglas y los ideales caballerescos. Para Maffía, la relevancia de la pieza radica en que ésta habla de la palabra dada y expresa que si se hizo un acuerdo, es necesario respetarlo.
Eduardo III alterna pathos con escenas humorísticas, e inserta una novedad: como muchos de los juegos electrónicos tienen una estética medieval, Maffía tomó ese elemento de la actualidad "a favor", e incluyó a un niño que juega a una batalla medieval. "Lo traigo a escena como una realidad paralela, con la estética de un juego de última generación, donde la victoria de los ingleses será, desde este punto de vista, la derrota de los franceses, y el niño jugará del lado de ellos", detalló.
Así, más de 50 personajes conviven en la trama, y los actores debieron aprender técnicas de lucha con espada y mandoble.
Al igual que en La violación de Lucrecia , el poder sobre el cuerpo de las mujeres también se cuestiona en esta obra, donde el abuso es ejercido por el monarca, quien tiene la certeza de que la mujer le pertenece y que no debe dar cuentas a nadie. En este sentido, la directora destacó el trabajo del protagonista, Sergio Oviedo, quien encarna un Eduardo III "de formidable muscularidad shakesperiana", así como a Pablo Tiscornia, en el rol del rey de Francia, y a Matías Taverna, como el llamado "Príncipe Negro", el héroe de la Batalla de Crêcy.
Consultada sobre la vigencia de los clásicos, la directora sintetizó el porqué de la propuesta: "En la necesidad de reflexionar acerca de los destinos del hombre, consultar a los clásicos siempre será satisfactorio, porque en sus textos están las respuesta para las grandes preguntas".
Para agendar
Eduardo III , de Shakespeare, con dirección de M. Maffía.
IFT , Boulogne Sur Mer 547. Miércoles, a las 21. Desde 40 pesos.
Paula Gingins
No hay comentarios:
Publicar un comentario