Bajo un porte futbolero, la joven banda fusiona reggaeton y hip hop, gira por los escenarios platenses, visita el penal de Gorina y recibe 2010 en Lobería.
Claudio Paul es el nombre de una de las bandas revelación de 2009. La joven agrupación, nacida a principios de este año, debate su estilo entre el hip hop y el reggaeton. En su corta carrera ya supo movilizar el perreo platense al ritmo de sus cinco voces: Gory Sparti, Pablo, Flow, Mane y Diego G. sorprendieron la escena indie adaptando los ritmos puertorriqueños a su dialéctica festiva y futbolera. “Reggaeton es provocación, más en el circuito rockero. También es muy divertido para bailar. Si el reggaeton se asocia con las playas de Puerto Rico, nosotros seríamos de Punta Lara”, cuenta Sparti.
Durante el otoño grabaron sus primeros temas y, algunos meses mas tarde, después de cosechar variados elogios, retomaron la tarea de estudio en plan hi-fi. Para su placa venidera, ya colaboraron numerosas figuras del rock platense como el Cuervo Karakachoff (de Peligrosos Gorriones) en teclados, o Trapo (de The Charlie´s Jacket) en sub buffers.
Haciendo carrera en pocos meses, su vertiginoso recorrido ya los paseó por diversos escenarios: Pura Vida, las fiestas Love, y el pasado fin de semana, la carcel de Gorina.
“El sábado pasado tocamos en el penal, fue una experiencia hermosa, enriquecedora e inolvidable. El establecimiento es un instituto modelo de mínima seguridad, eso lo comprobamos cuando vimos el lugar. Los presos están ahí haciendo un trabajo de reinserción muy importante, trabajando con madera, cuero, haciendo artesanías, escribiendo en braile para una escuela de ciegos. Algunos salen a estudiar abogacía o periodismo, otros salen a tocar música en diferentes encuentros y demás -cuenta el cantante y programador Pablo- Nos llevamos mucho cariño y dejamos todo en el show, como siempre. La invitación nos llego por medio de unas estudiantes de Psicología que organizan diferentes visitas y actividades alli, y no pertenecen a ningún partido político ni ONG”.
En sus labores musicales no estuvieron solos. “También tocó La Local, que es la banda de los internos, con saxo, bajo, guitarra y coro, lindas canciones. Algunos covers de Pappo, Rata Blanca, y obvio, El oso de Moris”, destaca el músico.
Sin tomar respiro, Claudio Paul ya espera dos nuevas fechas más allá de la treinta y dos: una planeada para el último día de 2009 y otra para el primero de 2010, ambas en la ciudad de Lobería.
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