sábado, 18 de julio de 2009

“La teoría es aplastada por la realidad”

Tras la veda teatral impuesta por la gripe A, Los Macocos finalmente estrenan este sábado en el Ateneo.
Imagen: Sandra Cartasso

TEATRO › LOS MACOCOS ESTRENAN PEQUEñO PAPA ILUSTRADO, EN EL ND ATENEO

Nuevamente bajo la dirección de Julián Howard, Daniel Casablanca, Martín Salazar y Gabriel Wolf presentan un “manual deformación” que se ríe del “padre sabihondo” y busca demostrar hasta qué punto la paternidad es algo que se hace sobre la marcha.

Por Cecilia Hopkins

Luego del estreno de su último espectáculo, Don Juan de acá, en el Teatro Nacional Cervantes, el grupo Los Macocos –hoy integrado por Daniel Casablanca, Martín Salazar y Gabriel Wolf– comprobó que había sido un acierto recurrir a la conducción de Julián Howard para volver al ruedo. Así, el trío –que ya cuenta con 24 años de andadura– se sobrepuso al fallecimiento de su director histórico, Javier Rama, y dio a luz una versión porteña del mito del gran seductor. “Ese espectáculo nos hizo felices, desde todo punto de vista”, afirma Howard en la entrevista con Página/12 junto a los actores. “Tanto, que pensamos que debíamos seguir trabajando juntos.” Así entonces, Pequeño papá ilustrado, la nueva propuesta macocal, se centra en el vínculo que se establece (para bien y para mal) entre padre e hijo: el espectáculo se estrena este sábado en el teatro ND Ateneo (Paraguay 918).

Se trata de un Manual deformación (sic) que el trío de actores presenta en escena, como si fuesen especialistas de la educación que han decidido ilustrar cada capítulo con motivo de la publicación del libro. Habrá números destinados a clarificar el contenido de las secciones que llevan por nombre “Un padre que pone límites, ¿es un padre limitado?” o “La genitalidad de la paciencia (o los huevos al plato)” o “Sexo y embarazo, drogas y embarazo, rock and roll y embarazo”. Otros “típicos tópicos” serán puestos en escena aludiendo a la visita al pediatra, los retos y las penitencias. La idea y el libro corren por cuenta de la compañía, el diseño de arte, escenografía e iluminación pertenece a Fernando Dopazo y la música original a Daniel Casablanca.

Howard y los actores se conocen desde hace años, cuando a fines de los ’80 ellos fueron alumnos del antiguo Conservatorio, donde realizaron a sus órdenes una puesta de Ubú rey, de Alfred Jarry, amén de grabar, también bajo su dirección, las voces de los personajes de las historias teatralizadas en El Parque de la Costa. Pero hay coincidencias que les hicieron pensar, desde que las descubrieron, que estaban destinados a trabajar juntos durante más tiempo. “Mi abuelo –cuenta Howard, aún admirado– fue el profesor de inglés del padre de Daniel Casablanca y su padre fue profesor mío de Historia de la Cultura en el Conservatorio.

” Un entrelazamiento que se vería reforzado cuando Salazar comenzó a darle clases de actuación a la hija de Howard. Tal vez haya sido en la sede de French y Aráoz (donde hoy sigue funcionando lo que fue el Conservatorio, bajo el nombre de IUNA) donde se fue forjando esa mezcla de comicidad farsesca, mixtura de comic, clown y stand up desfachatado que caracteriza a este grupo emblemático de los tiempos de la vuelta a la democracia. En esa época tenía un slogan: “Los Macocos no hacen teatro, lo deshacen”, y definían además, su estilo de actuación como “idioteatro”.

Fuente: Página 12

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