Por: Hernán Firpo
Le decimos a Víctor Maytland: ponele, Víctor, que el porno es un género mainstream y que cada semana la cadena Cinemarxxx estrena un nuevo tanque hardcore. Ponele que sos como Woody Allen, Víctor, y que los actores acepten trabajar con vos por la mitad de su cachet. ¿Sí? Bueno, ahí están nuestras Sex and the City, las chicas de Socias, completamente regaladas, ¿a quién elegís? "A Nancy Dupláa, sin dudas. Tiene esa cosa de mirada provocativa, sexual e inocente al mismo tiempo. A la Pietra yo la veo más yegua."
¿Y Mercedes Morán sería más para un "oldie"?
No es tan madura. Pensá que el mercado del porno llega hasta los 70 años. Mercedes haría el típico papel de mina reprimida que se suelta en la cama y termina siendo dinamita pura. Me encantaría tener a la tres, bah. A mí lo que me gusta es la ficción. En este momento hay un divorcio entre la ficción y las escenas. Internet terminó de definir el asunto: si querés ver acción, ¿para qué vas a alquilar una película? Andá a Google y poné gorda + enano bien dotado y listo.
¿Pero la ficción no es el momento en que uno pone stop y aprieta el "FF"?
El porno tiene una condena, que es la enorme dictadura de los productores que están en la industria desde los años sesenta. Siempre hay que cumplir las mismas pautas, las mismas actitudes, las mismas escenas... y yo me vivo peleando con eso. Voy a contramano. No me va eso de nos conocemos un cachito y sexo oral, ¡no puede ser! ¡¿Treinta años haciendo lo mismo?! ¿No se dan cuenta de que, con internet, la curiosidad se está muriendo?
Víctor Maytland no se llama así. Es como Mauro Viale. Maytland es Roberto Sena. Era Sena hasta que se metió en el negocio del cine pornográfico y le empezó a ir bien, muy bien, bárbaro. "Y como los chicos eran chicos, preferí proteger a la familia." Nacía Maytland, el zar del hardcore local. La fama tiene su precio. "Cuando empecé a volverme conocido, mi esposa no lo soportó y se quiso separar".
¿No lo soportó o le daba vergüenza?
Supongo que no le hubiera molestado si era una fama a lo Adrián Suar.
¿Y a quién preferiría Woody Maytland para el mayor éxito de taquilla del porno argentino? ¿Darín o Echarri?
A Echarri, sin dudas. Darín es el mejor actor argentino.
¿Para el mercado gay quién ranquea mejor? ¿Mariano Martínez o Nicolás Cabré?
¡Mariano! Mariano, y con el pelito corto, eh. Te lo digo con conocimiento de causa. Ya estoy incursionando en el mercado gay. Hoy, la belleza es cada vez más andrógina. La belleza de los nuevos íconos no pasa por Kirk Douglas, sino por Leo DiCaprio.
Leí que tenés 53 películas...
Eso está mal. Son datos del 2006. Tengo alrededor de 100.
¿Cien?
El año pasado hice 40. Soy como Ed Wood, pero porno.
Lejos, el realizador más prolífico del país.
No hay dudas.
¿Nunca fuiste al INCAA, que es tan generoso, para pedir un crédito o un subsidio?
Siempre supuse que me iban a sacar rajando. No, no fui.
Imagino que el guión lo escribís en el subte y lo difícil debe ser encontrar al protagonista que dé largo y ancho adecuados.
No, yo trabajo al revés. Abro la heladera y veo qué hay. ¿Tengo peceto y ajo? Bueno, como eso. ¿Tengo estos actores, estas actrices, me prestan un avión roto y un aeroparque? Bueno, te hago una de catástrofes aéreas. Los guiones, si me preguntás, me llevan un mes o a veces menos, a veces un día.
La mujer la tiene más fácil. A lo sumo finge un orgasmo como en "Cuando Harry conoció a Sally". ¿Lo del hombre es más complicado?
Obvio. Tenés cuarenta personas que te están esperando y es un error confiar en el Viagra: si estás nervioso, no funcionás ni con todo el Viagra del mundo. De cada cincuenta tipos que se presentan, con suerte sirven dos.
El hombre factura más que la mujer.
Tres veces menos. Este género es hermético y tonto. Por eso no evoluciona. Yo siempre hago la mía y ya me reconocen el estilo burlón, típicamente argentino en todo el mundo. Además, soy muy cinéfilo. En mis películas me gusta recurrir a directores como Sam Raimi.
¿Cuando filmás pensás en Sam Raimi?
Permanentemente. ¿Viste esos planos de balas que avanzan hacia la cabeza en cámara lenta? Igual, pero con una eyaculación. Me encanta el cine. A mí me hubiera gustado llegar a ser Aristarain, pero ya es tarde. Me atrapó la industria del porno. Entonces te hago La parte del león, porno; Tiempo de revancha, porno. Mis orígenes son políticos, yo estuve en el Grupo Cine Liberación y fui meritorio en La hora de los hornos, de Pino Solanas. Mi sueño era hacer películas que liberaran a la humanidad de la opresión capitalista. Al principio me interesaba que eso estuviera presente en mi cine. Después, dije basta de mensaje: no soy Costa Gavras. Y me gustan las parodias. En Scary sex movie copié la escena de la ducha de Hitchcock. Idéntica, con la misma bañera, porque soy un obsesivo total. La única diferencia es que en vez de clavarle un puñal, le meten un consolador. Hago mucha parodia. Hice una del programa de Tinelli, Gozando por un sueño, pero mejor olvidarla.
No te salió tan fuerte como el reggaetón.
Eso es erotismo. Técnicamente, el porno es mostrar los genitales en todo su esplendor.
Una duda: ¿algunas chicas de "Bailando..." se fueron con Tinelli porque tuvieron mala suerte con vos?
Vino a verme una chica de ese programa. Todavía no firmamos. Pero estamos hablando.-
Fuente: Clarín
No hay comentarios:
Publicar un comentario