Silvia GómezSu Notas de Familia sonará a las 22.30, se presentará por primera vez en la Peña porteña La Cautiva (Yrigoyen 882)
Silvia Gómez nació en San Isidro pero es platense por adopción, aquí vive, construyó su familia y reproyectó su carrera musical, cuando impulsado por sus hermanos Néstor y Omar (los dos músicos, los dos virtuosos) decidió volver a los escenarios luego de un paréntesis en el que la vida la llevó por otros caminos.
“Mis hermanos me ayudaron un montón y me empujaron en ese sentido a este regreso, el camino recorrido ha sido muy placentero. Tocar con ellos es una emoción enorme y cuando podemos compartir el escenario es replacentero. Nos contagiamos el uno al otro, y el vínculo va más allá de lo sanguíneo, estamos conectados musicalmente”, explicó a Diagonales la cantante que esta noche, a las 22.30, se presentará por primera vez en la Peña porteña La Cautiva (Yrigoyen 882). Y como no podía ser de otro modo lo hará acompañada por Néstor (guitarra), Omar (bajo) y Rubén “Mono” Izarrualde (flauta traversa).
Su historia musical comienza en el año 1973 cuando con su tío comienza a estudiar canto y guitarra; para luego junto a sus hermanos Néstor y Luis Gómez (que finalmente no se dedicó a la música profesionalmente), integrar una primera formación folclórica en trío, de guitarras y voces, con la que transitaron escenarios como Palo Borracho, el Auditorio de Radio Nacional, peñas en Capital y diversos puntos de la provincia. “Néstor era muy chiquito y recorrimos muchos lugares, nuestro tío Raúl nos enseñó muchísimo al igual que mi padre, que también nos marcó el camino.
Empezamos a probar lo que es hacer música con lo que habíamos escuchado. Bastante antes, con Luis, a la hora de la siesta, nos subíamos al techo de un auto viejo que tenía papá, él con el bombo y nos poníamos a cantar. En esa época hicimos muchísimas cosas con la música”.
En el año 1979 obtiene el título de Profesor de Danzas Folklóricas Argentinas, y en 1999 comienza sus estudios de Profesorado de Canto en la Escuela Provincial de Arte de Berisso, hasta el año 2003.
En esos veinte años de ausencia musical, Silvia dedicó su tiempo a otras cosas: a seguir la carrera de paramédica y a formar una familia. “En mi caso hice música en la adolescencia pero nunca me tuve fe. Así que cuando pasó esa etapa de mi vida me puse a estudiar, formé una familia, me casé, tuve hijos; y la cuestión musical me quedó como pendiente. Por eso ahora que retomé lo tomo como algo profundo y por una necesidad de volver. Valoro lo que estoy haciendo, hago lo que quiero y tengo ganas de hacerlo”.
Esta noche su voz se apoyará en el talento del Mono Izarrualde y en sus hermanos Néstor y Omar Gómez.
“Néstor es un guitarrista muy talentoso y muy buena persona, poseedor de una generosidad enorme y es pura música. Hay muchos guitarristas buenos, pero él a mí me conmueve. Y después está Omar que es enorme. además de ser talentoso y que la música le sale fácilmente, no se queda con eso y le pone la energía que por ahí le ponen tipos menos virtuosos. No confía en que las cosas le salen, tiene una gran disciplina”.
Fuente: Diagonales
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