jueves, 17 de diciembre de 2009

Colectivo Siempre: “Tratamos de poner en escena la presencia de una ausencia”.-

Hace tres años que el grupo “artístico y político” conformado íntegramente por mujeres realiza intervenciones callejeras en marchas y reclamos. Con espectáculos de danza contemporánea y teatro, sobre todo, pero también mediante otras disciplinas del arte, intentan dejar plasmado su “mensaje” poniendo el cuerpo en escena. “No vamos por la representación lineal, sino que buscamos generar un efecto revelador de aquello que en lo lineal siempre se termina ocultando”, sostienen en una charla con Agencia NAN.

Por Ailín Bullentini
Fotografía de prensa de Colectivo Siempre

La Plata, diciembre 16 (Agencia NAN-2009).- Recorrer una superficie a bordo de los propios pies. Acariciar un espacio con cada parte del cuerpo. Hacer de cuenta que uno se convierte en un lápiz con el que traza líneas imaginarias para decir lo que se quiere decir sobre algo que interesa. “Poner el cuerpo”, lo sintetiza Julia Aprea, que supo combinar la danza con las responsabilidades que llegaron con cada etapa de su vida –primaria, secundaria, universidad y laboral--, y a ésta con la militancia. Sus compañeras de Colectivo Siempre asienten frente al grabador de Agencia NAN. Bailar para hablar; hablar bailando. “No es que lo buscamos. Es que no se nos ocurre otra manera de expresarnos que no sea esa. Cuando pensamos en decir algo, pensamos en el movimiento del cuerpo. Esa es nuestra propuesta”, simplifica Mariana Provenzano. Poner el cuerpo y punto, concluyen las chicas que, con espectáculos de danza contemporánea y teatro, pero también con intervenciones que pertenecen al mundo de la plástica, arman el rompecabezas del grupo que funciona desde hace tres años en La Plata. Porque si bien la danza es manejada por la mayoría de las integrantes, no es la única disciplina artística que fuerza la máquina del colectivo: "Hacemos arte y política, sin dudas”, sentencia Natalia Pagano, otra Siempre.

El colectivo está conformado por 12 mujeres que viven, trabajan y estudian en la ciudad de La Plata. La mayoría sabe bailar. Algunas lo han hecho desde pequeñas y se esforzaron por no abandonar ese arte. Otras eligieron palos artísticos diferentes, como la plástica y la música. Tal bagaje en la mochila de sus vidas se convirtió en la mejor manera, o en “la que estaba más a mano”, de expresarse acerca de lo que pasó y pasa en el país, cuando una convocatoria para un festival artístico en conmemoración por el 30ª aniversario del último golpe militar organizado en la facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata hace tres años las sedujo y las reunió.

El espectáculo de danza/teatro Siempre fue la propuesta del grupo de mujeres a la convocatoria y, además, “la génesis de lo que hoy es el colectivo”, afirmó Paula Draghi. Siempre generó el espacio para que la mayoría de las que integraron ese primer paso, más otras que se sumaron en el camino, acabaran construyendo el grupo que, no por nada, lleva el mismo nombre. Más tarde llegó Cuerpo de Baile, su segundo espectáculo, tras varias intervenciones públicas en aniversarios de la desaparición de Jorge Julio López, --un albañil desaparecido hace tres años, principal testigo del juicio que condenó a reclusión perpetua al represor Miguel Etchecolatz--, y del asesinato de Sandra Gamboa –una mujer cuyo cadáver fue encontrado varios días después de su desaparición, en el ex edificio de Rentas de La Plata, hace dos años--; entre talleres ofrecidos en escuelas secundarias y charlas coordinadas en espacios de militancia.

Que el colectivo haya nacido a raíz de la conmemoración de las violaciones a los derechos humanos cometidos por los perpetradores de la última dictadura militar, y que su mensaje sea “poner el cuerpo en escena” para dejar un mensaje, no es casual. Por el contrario, desborda coherencia. Julia explica que fue a raíz de la decisión del grupo de “hablar con el cuerpo de los cuerpos que no están” que surgió la viga que sostiene la propuesta artística del colectivo: “eso es lo interesante: que no vamos por la representación lineal, sino que buscamos generar un efecto revelador de aquello que en lo lineal siempre se termina ocultando”.

Las desapariciones que persisten desde la última dictadura, la de López y Luciano Arruga –el joven del que se perdió todo rastro hace casi un año en Lomas del Mirador-- en plena democracia son los ejemplos de los que se valen para dar textura a eso de la representación lineal. “Tratamos de poner en escena la presencia de una ausencia. No hablamos de lo que no está, o mejor dicho, elegimos hablar de esa ausencia y no de ese alguien que estuvo alguna vez y que ya no”, propone Julia. Entonces, en un instante queda construido el puente entre el nombre del grupo, la propuesta artística y el mensaje, y ya todo es claro. La joven, que descubrió la danza subida a unas medias punta de ballet. Pero que ahora, una veintena de años más tarde, prefiere lustrar el piso con la parte de su cuerpo que las diferentes coreografías de danza contemporánea así lo planteen, concluye que lo que Colectivo Siempre busca es “poner el acento en la existencia permanente de esa ausencia”. Paula, que al igual que Cintia no baila ni pinta ni esculpe, pero tampoco se queda callada, cierra la idea: “No es Nunca Más. Es Siempre”. Ambas integran lo que las demás, en chiste, llaman “grupo de choque”, encargadas de delinear fino el contenido teórico de las acciones de las Siempre.

Siempre y Cuerpo de Baile son, como las ideas que concretan en las intervenciones públicas, engranajes de movimientos corporales que se pueden desarrollar en cualquier espacio no convencional. “No son obras de escenario”, aclara Mariana Sáez, que, por ahora, y hasta que se convierta en antropóloga, sólo tiene contacto con la danza a través de lo que hace en el grupo. Luego de Siempre, y con un subsidio del Fondo Nacional de las Artes, la transformaron en un videodanza que hoy es el pilar de alguno de sus talleres. Los cuerpos, sus movimientos y desplazamientos, juegan con el contexto físico para lograr la expresión querida. “Algunas de nosotras participamos en otros espacios de militancia, pero en ninguno nos sentimos así de cómodas. En Siempre nos sentimos mejor”, sentencia.

En el colectivo, la relación entre arte y política se da desde la presencia de los cuerpos en escena. Es un vínculo en el que “ningún área está en función de la otra”, sostiene Julia. Desde que dieron el paso inicial que las trasladó desde la génesis de Siempre al videodanza, a Cuerpo de Baile y a las calles, la premisa que las atravesó de pies a cabeza fue esa: la de hacer arte y política desde una misma acción, sin límites precisos. “Es la posibilidad de comunicar y de invitar a la reflexión de una manera no tan directa como pueden llegar a hacerlo aquellos que hacen política desde otro lugar”, postula Natalia. En ese sentido, no logran notar si “es propiedad de la danza la posibilidad de hacer estallar en sentidos un solo movimiento, o la manera en que una la maniobra”, detalla.

Las Siempre aseguran que la amistad que las une colabora con el buen funcionamiento del conjunto, que este último tiempo se vio sacudido por “(más) decisiones políticas”. Una de las diferencias que distingue de manera más clara a las dos obras del colectivo es su producción, en el sentido de “manera de hacer grupal”, aclaran. “Llegó un momento en que decidimos que el proceso de creación de las obras también debía ser una decisión política: “planteamos una apertura en la dirección de la obra; empezamos a participar más las que en un principio sólo bailábamos; ahora intentamos que el rol de dirección sea rotativo, así todas pueden tener una visión desde ese lugar –apunta julia--. Pero el camino es sinuoso. No es fácil y estamos tratando de acomodarnos”.

Sitio: http://colectivosiempre.blogspot.com

Fuente: Agencia NAN

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