lunes, 13 de julio de 2009

Desde Bélgica o Tailandia, vienen a estudiar y convivir con platenses

Intercambio cultural

Los chicos que desembarcaron en La Plata desde distintos países y los representantes de AFS, que ofrece programas interculturales

Son adolescentes que eligieron la ciudad a través de la ONG AFS. Diagonales se juntó con los chicos que regresarán a sus pagos en las próximas horas y los que recién pisaron La Plata para quedarse todo un año.

A todos les gusta el mate y mueren por el asado. Dicen que los platenses son reacios a los compromisos y a la puntualidad, pero son amables con los extranjeros. Es la descripción que hacen los jóvenes que vinieron este año por intercambio cultural, a través de la ONG AFS. Llegados de Tailandia, Alemania, Bélgica y Suecia cuentan por qué eligieron la ciudad.
Diagonales se juntó con los chicos que regresarán a sus pagos en las próximas horas y los que recién pisaron La Plata para quedarse todo un año. Viajaron a través de AFS, una institución creada después de la Segunda Guerra Mundial para ofrecer la experiencia de los intercambios a estudiantes, familias, voluntarios y profesionales.

Travis Knoll es un estudiante que vino de Estados Unidos para conocer la cultura argentina. Tuvo la oportunidad de llegar a La Plata y de ingresar al colegio Nacional por seis meses. En una complicada pronunciación que le imponen sus primeras palabras en castellano, explica que "los platenses hacen todo a último momento. Tenés un plan y lo cancelan".
Pisó suelo platense de la mano de AFS, al igual que lo hizo Sofie Henne, una alemana de 16 años que "quería sí o sí" conocer una ciudad latina y terminó conociendo una familia de City Bell, con la que vivió un año.

Ning Kornkarn, en cambio, vino desde Tailandia. Llegó hace un par de meses y reconoce que aún no se pudo adaptar. "Me cuesta el idioma, pero me gusta", dice la oriental, de 16 años.
La que habla en impecable castellano es Ruth Demuynck, una belga de 18 que encontró amigos en Bellas Artes, una familia platense con la que seguirá en contacto y un novio al que, asegura, va a extrañar.De los gustos que se llevarán a sus pagos, no dudan: "La comida de acá me encanta, sobre todo el dulce de leche y el asado", dice Sofie. El mate, agrega Travis y lanza un elogio a los platenses para rectificarse: "La gente es muy amable acá".

Claro que algunos, como Sunma kamonwan, se trajeron de sus pagos comida típica. "Vino con picantes en el bolso", cuenta Marcela Iturralde, presidenta de AFS en La Plata.
Además de coincidir en el mate y el asado, los chicos aseguran que lo más importante es conocer la cultura de los argentinos. "Este viaje no va a ser el único. Quiero regresar a La Plata, pero también conocer el resto del país, que me dicen es muy lindo", promete Ruth, antes de partir para Ezeiza.

Fuente: Diagonales

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