Destinado a difundir la Actividad Cultural de la Ciudad de La Plata y promover el Intercambio Cultural
miércoles, 31 de diciembre de 2008
Los responsables oficiales analizan la gestión 2008
Termina diciembre y la mayoría de los espacios culturales y salas teatrales de la ciudad cierran sus puertas o, en el mejor de los casos, las mantienen abiertas para el paseo del público ocasional, pero sin espectáculos que ofrecer. La actividad cultural platense parece que recuperará el movimiento recién a partir de marzo, cuando se inaugure la temporada 2009.
El Teatro Argentino, La Comedia y la Municipalidad de La Plata (a través, principalmente, del teatro Coliseo Podestá, el Pasaje Dardo Rocha y el Centro Cultural Islas Malvinas), son los principales referentes oficiales de la cultura de la ciudad. Las gestiones de quienes llevan adelante estas instituciones, sumadas a los recursos humanos y materiales con que cuentan, además del empuje de productores y artistas, lograron que el año 2008 presentara un amplio abanico de propuestas de música, artes plásticas, danza y teatro. Pero, claro, los platenses quieren más. Si se espera que los responsables de la seguridad, la economía y la política den más de sí, no es ilógico que también se pretenda más de quienes están al frente de lo que pasa en materia cultural.
En el Coliseo Podestá se representaron gran cantidad de obras de teratro y espectáculos de música, de todos los géneros y para distintos tipos de público. Estuvieron los más comerciales, que llegaron después de su paso por la calle Corrientes, hasta los que se ofrecieron a precios populares o, incluso, muchos de ellos con entrada gratuita.
El Pasaje Dardo Rocha albergó gran cantidad de conciertos, incluido el Festival de Jazz. También fue el ámbito para muestras de arte y para el ciclo Voces de la Cultura. El cine tuvo allí su espacio y fue sede del Festifreak.
El Centro Cultural Islas Malvinas fue sede del FESAALP (Festival de Artes Audiovisuales de La Plata) y del ciclo Cuatro Ficciones, además de presentar muestras de distintos artistas.
El Teatro Argentino, más allá de los conflictos gremiales que se generaron, mantuvo una destacada programación de ballet y ópera. Y allí se estrenó Eva, el musical.
Desde la Comedia de la Provincia de Buenos Aires se impulsó la reapertura de la Sala Discépolo, además de presentar varios títulos teatrales para chicos y adultos.
La actividad cultural fue reflejada vastamente en las páginas de esta sección a lo largo del año. Hoy Diagonales preguntó cuál era la deuda pendiente de las distintas gestiones. No para hacer una crítica sino para observar lo que faltó para que no sea parte también del saldo deudor del póximo año. La idea siempre es apuntar a estar mejor. Por eso, se invitó a los responsables de las distintas gestiones oficiales a reflexionar sobre lo hecho y a plantear la apuesta para el 2009. Después de las palabras, a partir de marzo, el resultado de sus trabajos se empezará a vislumbrar en los distintos escenarios de la ciudad.
Fuente: Diagonales
sábado, 27 de diciembre de 2008
“Los niveles de actuación en la vida pública son insoportables”
Por Victoria Linari
Distintos gobiernos han tratado de cerrarnos los espacios alternativos. Funcionarios burócratas, seres menores, estúpidos, absolutamente vulgares, ministros de cultura que no han ido nunca al teatro y se llenan la boca hablando del teatro argentino”, afirma indignado Ricardo Bartís, uno de los directores teatrales argentinos más reconocidos a nivel internacional. La apariencia de hombre serio y retraído es sólo eso, una apariencia. En una cálida charla, recibió a Miradas al Sur en la antigua casa del barrio de Palermo donde funciona su estudio, el Sportivo Teatral. Un taller y espacio de experimentación, con patio florido, banco de plaza y una enorme sala de teatro en el fondo.
–¿Cómo ves el teatro off hoy?
–Alternativo, off o independiente son todas nominaciones que tienen el peligro de la generalidad. Este teatro es el reservorio de los nuevos lenguajes, las aproximaciones de avance a lo teatral, es el sector que discute el teatro haciéndolo.
–El lugar de experimentación.
–Sí, y parecería un espacio donde generalmente se empieza. Porque la gran mayoría de las personas no tienen la oportunidad de ser convocadas a una producción ya existente. Es una situación bastante excepcional esa. Por lo general las personas se juntan por una necesidad y una voluntad de operar en lo inmediato y empiezan a producir, y buscan espacios que no son los teatros ni los circuitos tradicionales y tratan de mostrar su trabajo.
–¿Se ha perdido algo de eso?
–Creo que ha perdido su sesgo más político, en el sentido de expresar una mirada sobre la actividad, sobre la realidad, una mirada crítica sobre el adormilamiento en lo que sería la hipótesis de lo profesional. Donde se va estructurando la idea de la carrera, de la acumulación de saberes paso a paso, de conocimiento y éxito. Quiero decir que se va desarrollando el modelo de funcionamiento que se da en otras actividades. Y esos modelos no son intrínsecamente injustos pero están plagados de injusticias, de tonterías. Empieza a ser más importante el sostenimiento del trabajo que lo auténticamente apasionado que fue el gesto inicial de acercamiento a una actividad como el teatro o la actuación que es una actividad libertaria, móvil, dinámica, que no tiene esas pretensiones.
–Pareciera que hoy es más importante el triunfo que la pasión.
–Sí, porque existe la presunción de que no hay otra alternativa. El fin de las ideologías, el fin de la historia, el pensamiento único, no se da solamente en lo macro, es infinitamente más poderosa su influencia en lo micro. La creencia de que no hay alternativas de goce, placer, felicidad y encuentro profundo con la actividad si no es de tal o cual manera. Hoy casi cualquier grupo que desarrolla actividad teatral quiere tener un jefe de prensa, y eso es un disparate. Es parte de la exacerbación de la creencia de que debés existir en ser visualizado rápidamente y en la influencia nefasta y momentánea de los medios. Porque además los medios no le dan nada de pelota al teatro.
–¿Por qué pensás que ocurre eso?
–Porque es una época en la que se valoriza el entretenimiento, tratando de hacer soportable lo que es básicamente insoportable. Y como la vida está plagada de esas situaciones desagradables, humillantes, desgraciadas, el espectador desde un lugar común, hace un rezo o una letanía y dice “me quiero entretener, divertir un rato, no voy a salir para amargarme, para eso tengo el noticiero”. Ese lugar común –que es un pensamiento siniestro, fascista, retrógrado, que atrasa todo el tiempo, cuyos valores son absolutamente conservadores, machistas– ha incidido muchísimo, hasta en la política. Y en esa situación también opera la imagen y el campo propositivo que, en relación con lo que serían los modelos expresivos, está dado por la televisión.
–Una televisión que hoy elige hablar de sí misma y repetirse.
–Pero sobre todo la cantidad de programas que en los últimos 30 ó 40 años la televisión ha desarrollado en relación con informar lo privado de algunas figuras supuestamente públicas. Figuras execrables en su gran mayoría, seres menores, idiotizados, deformados por las operaciones, lobotomizados intelectualmente e ideológicamente siniestros. Y los relatos que se hacen de sus existencias, de sus avatares, de sus aventuras, son situaciones vinculadas al mal, a la idiotez, a la fractura, a la pelea, y a lo fragmentario de las personas. Cada vez más el discurso televisivo se concentra en la situación fragmentada. No es solamente un problema de los noticieros que deforman en la medida en que circunscriben a elementos de fragmento y no totalizan ni establecen campo histórico, sino que también en otros programas se habla de partes del cuerpo de algunas personas, o se habla de frases. Todo está segmentado y fracturado. Entonces el campo imaginario, que necesita apoyarse y encadenar para poder desarrollar un relato, está totalmente atacado. Las supuestas vanguardias ayudan a confundir.
–¿Por qué supuestas?
–Porque las vanguardias culturales o intelectuales son el sueño de los países industriales, no de los países subdesarrollados o como nosotros que estamos en la lona. Pretender que en la Argentina haya vanguardia es una ilusión de las modas conceptuales, de una dependencia del modelo de las metrópolis. Pero los sectores supuestamente ilustrados de lo teatral abandonaron el desarrollo del relato, porque el problema del teatro es saber cómo hacer para que el relato no sea un plomazo.
–Pero eso no es sólo un problema de las vanguardias, y se da a nivel mundial.
–La vanguardia o el teatro alternativo es responsable del desarrollo de ciertos conocimientos de enorme importancia. Y como los argentinos dilapidamos nuestros saberes, no podemos acumular, tenemos enorme dificultad para pensarnos en conjunto, entonces no hubo posibilidad de reflexionar de manera profunda qué eran los valores que ahí se constituían, que produjeron que el teatro argentino se constituyera en un boom internacional. En el mundo tratan de entender cómo hacemos ciertos lenguajes. No tratan de entender cómo hacemos para tener otros trabajos y además ensayar, eso es una especie de dádiva intelectual de decir “pobrecitos, mirá que siendo tan pobres todavía tienen tiempo para hacer cosas”. Y así tratan de reducir la existencia de una historia cultural en nuestro país que tiene 150 años donde nosotros tenemos autores, directores y sobre todo una cantidad extraordinaria de actores.
–¿Cómo es el público del Sportivo?
–La experiencia con el público no siempre es tan grata, no siempre es tan grato tener éxito. Hay un público que viene a vernos y sentimos que no tiene nada que ver con esto. Hace muchos años nos sentimos ajenos a cierto tipo de público, pero eso no debería sorprendernos; nos sentimos ajenos también en las votaciones que se producen en el país, o en las elecciones de ciertos modelos, o las informaciones que escuchamos, hay muchísimas cosas con las que no estamos de acuerdo.
–¿Coincidís con Luis Machín en que la política le ha roba mucho al teatro?
–Los niveles de actuación que hay en la vida pública son insoportables. Las palabras teatrales se usan en los análisis críticos como nunca, los actores sociales, el escenario, el campo de acción, una serie de elementos que parecen constitutivos en relación con lenguaje del teatro circulan por la política. Eso no es nuevo, es histórico, pero hay momentos en la historia de la humanidad donde los niveles de dramaticidad en la sociedad son tan fuertes que el teatro se confunde, se queda medio atontado porque no sabe cuál es su lugar específico, porque todo es actuación, todo es puesta en escena. Hoy es tan evidente la gestualidad en términos políticos, el narcisismo descerebrado de algunos dirigentes, es tan expresiva su voracidad personalista en sus gestos, y hasta hay algunas construcciones psicóticas en sus ritmos. Elisa Carrió, por ejemplo, habla permanentemente con un tercero imaginario, hace gestos y expresiones a un tercero al que patotea en el discurso. Más allá de lo que digan, no estoy juzgando sus decires, estoy juzgando lo que sería la construcción de sentido del campo expresivo.
–A veces la realidad muestra escenas y discursos que podrían ser parte perfectamente de una
ficción de tipo teatral, sobreactuada, carnavalesca.
–Es que es tan poderoso el ejercicio de la construcción de realidad, es tan brutal la capacidad que tiene la política de generar teatralidad, que si uno se pone a pensar que tuvimos diez años de menemismo y un par de años de De la Rúa, no se puede concebir semejante acontecimiento de atrocidad. Y no es solamente la entrega, ni la cantidad de propelías, la pobreza, la indigencia, la exclusión, que son elementos absolutamente fundamentales y tremendos. Me refiero a la cantidad de pelotudeces que hemos tenido que escuchar y aceptar, una especie de bombardeo de imbecilidad que todos los días hay que aguantar. Y uno piensa que no tienen derecho a tratarnos como estúpidos, a intentar reducir la capacidad del pueblo argentino a semejante nivel de ignorancia, de brutalidad y de idiotez. Entonces, una actividad poética como el teatro debe tratar, no de dar cuenta de eso con obras que hablen de la ambición de poder, de la corrupción, sino de crear campos poéticos defensivos. Tenemos que tener la capacidad luminosa y radiante de enunciar valores, posibilidades y compromisos distintos, y sobre todo en nuestra práctica concreta establecer formas de producción distintas.
–¿En qué consisten esos modos diferentes de trabajar?
–Son procedimientos del lenguaje, procedimientos teatrales y capacidades distintas. Y es también mantenerse firme en relación con algunos acuerdos, como trabajar colectivamente en una cooperativa. Todos esos dividendos no son menores, no son solamente gestos y antiguallas simpáticos, nos hacen muy poderosos, nos convierten en una fuerza invencible. Los distintos gobiernos han tratado de cerrarnos los espacios, y apuestan a modalidades cada vez más relacionadas con el orden, la legalidad y la simetría. Entonces nosotros que somos espacios deformes, casas chorizos, ex galpones, depósitos, que venimos haciendo teatro hace 30 años, sufriremos esas consecuencias, pero haremos teatro en otros lugares, nos iremos a la clandestinidad. No nos van a joder nunca. Los que están jodidos son los burócratas, los funcionarios que tienen una vida gris, idiotas que no pueden imaginar otra cosa que ser gerentes de una empresa que es la política.
–¿Es la consecuencia del fenómeno post-Cromañón?
–Es la idiotez, la imbecilidad de esos funcionarios que en su puta vida vienen a lugares como éstos y se llenan la boca del teatro argentino. Hay que enfrentarlos y derrotarlos a trompadas. Que nos cierren si quieren, que tengan la responsabilidad política de cerrarlo. Siempre nos van a pedir algo que no podemos cumplir, porque nosotros no queremos parecernos a los teatros oficiales.
Nosotros tenemos medidas de seguridad pertinentes a 60 ú 80 personas, nunca se nos incendiaron los teatros, nunca tenemos problemas con los discapacitados porque los ayudamos con nuestras propias manos a sentarse. No somos teatros, somos espacios culturales. No van invitados a los festivales del mundo el Teatro San Martín, ni el Teatro La Plaza ni el Multiteatro; son los espacios y las producciones alternativas las que representan el teatro argentino en el mundo. Entonces que no nos ayuden nos parece natural, pero que nos rompan los huevos y nos vengan a perseguir y nos vengan a patotear, seres menores, estúpidos, absolutamente vulgares, ministros de cultura que no han ido nunca al teatro y no saben nada de cultura, que lo único que hacen es utilizar la secretaría de cultura como trampolín para otro puesto político es una grosería. Pero que se vayan a la puta madre que los reparió, lo firmo, se los digo, cuando vienen acá se los digo en la cara. Les tengo bronca personal, con esas situaciones pierdo completamente el humor.
–Porque es un atropello.
–Es un atropello y se escudan en la certeza de que nuestra actividad no produce. Si nosotros dejamos de existir no va a ser muy importante. Sin embargo deberían pensar que tanto lo que hay como lo que vendrá es la existencia de un fenómeno absolutamente extraordinario, de un montón de gente que se reúne para crear. Igualmente, las debilidades del sector no tienen mucha importancia en un país donde sigue habiendo una cantidad importante de hijos de puta que hacen cosas espantosas, donde hay pibes que se mueren de hambre, y donde la mitad de nuestros compatriotas tienen que comer la basura que nosotros tiramos.
Fuente: el argentino
viernes, 26 de diciembre de 2008
Grupo argentino de teatro en Lima
La compañía argentina La Cuarta Pared, integrado por la actriz peruana Andrea Arias, Gustavo Delfino y Horacio Rafart, llega a Lima para presentar las obras “Nuestra señora de las nubes” y “Treblinka”.
“Nuestra señora de las nubes”, obra que podremos ver el viernes 26, cuenta cómo sus personajes, Óscar y Bruna, se encuentra por casualidad en una tierra extraña y, al darse cuenta que son del mismo lugar, entablan una relación. Este es un drama poético, escrito por Arístides Vargas, que reúne humor, absurdo y agudeza política para hablar sobre el exilio y lo que este represena
“Treblinka”, que se presentará el sábado 27, es una obra escrita por Horacio Rafart que coge el nombre de un campo de concentración que funcionó durante la ocupación nazi en Polonia. Es una historia que marca un paralelo entre lo que fue esa tragedia y el genocidio perpetrado por las dictaduras en Argentina y Latinoamérica.
Viernes 26 y sábado 27 de diciembre
Sala Yuyackkani. Tacna 363, Magdalena.
Hora: 8 p.m.
Entradas: S/.20 a la venta en Teleticket y en la boletería del teatro.
Fuente: elcomercio
Murió el escritor Harold Pinter
El dramaturgo falleció a los 78 años, durante Nochebuena, víctima de un cáncer. En 2005 recibió el reconocimiento de la Academia sueca. A los 78 años de edad, el Premio Nobel de Literatura británico Harold Pinter falleció durante Nochebuena luego de luchar durante años contra un cáncer.
La noticia fue confirmada por su esposa, Lady Antonia Fraser, quien aseguró al diario inglés The Guardian que “era un grande y fue un privilegio vivir con él durante más de 33 años".
Pinter, uno de los dramaturgos más importantes de Gran Bretaña, ganó el Nobel en 2005, reconocido también por sus obras como guionista, poeta, actor, director y su desarrollo como activista político. También escribió para teatro, televisión, radio y cine.
La Academia con sede en Estocolmo lo consideró como “dramaturgo más representativo del Drama británico en la segunda mitad del siglo 20”.
El escritor, nacido un barrio obrero de Londres en 1930, estudió en la Academia Real de Arte Dramático y luego comenzó a trabajar en el teatro como actor bajo el seudónimo de David Baron.
Aunque su primera obra "The Birthday Party", publicada en 1958, tuvo una buena crítica, recién conseguiría un salto al éxito internacional con “The Caretaker”, dos años después.
Pinter se consolidó como referente del Teatro del Absurdo, cuyas obras parten usualmente de una situación aparentemente inocente, situación absurda y amenazante debido a la conducta de algún personaje que puede resultar incomprensible para el público.
Su obra mostraba con una marcada influencia de los primeros trabajos del irlandés Samuel Beckett, con quien mantuvo una larga amistad.
Cuando en 1999 las fuerzas de la OTAN invadieron Kosovo, Pinter emergió como un ferviente crítico y militante opositor, rol que volvió a cumplir con las situaciones en Afganistán y en Irak.
En esa oportunidad, Pinter no se guardó sus críticas y calificó al entonces primer ministro británico Tony Blair de "criminal de guerra", y consideró que Estados Unidos estaba "dirigido por una pandilla de delincuentes".
En 2002 fue nombrado Companion of Honour (Compañero de Honor) y calificó el hecho como "un reconocimiento del país" hacia su persona. Antes, había rechazado el título de Sir (Caballero) por considerarlo un "premio del Gobierno".
Fuente: Crítica
jueves, 25 de diciembre de 2008
El Sol Tv - 3er Festival de Humor Chascomus - Los Rimenver In Concert
miércoles, 24 de diciembre de 2008
Menos dinero para el Complejo Teatral
En su último año de gestión, dio a conocer las obras de teatro, danza y ciclos que se montarán en las salas estatales
De la Redacción de LA NACION
Minutos antes de comenzar la conferencia de prensa en la que Kive Staiff dio a conocer la programación para el Complejo Teatral de Buenos Aires, recibe a La Nacion en su despacho. El panorama allí es un tanto extraño. Por un lado, como las obras de infraestructura están en avance, el lugar está casi vacío. Desde otra perspectiva, la reciente muerte del artista Carlos Gallardo, persona del riñón del teatro y sumamente querida, hace que el clima de fiesta (y locura) que se vive en la calle contraste todavía más con la realidad que se vive en el quinto piso del Teatro San Martín.
Hay otros golpes a los cuales Staiff debe reponerse. Por lo pronto, el Complejo Teatral, que depende del gobierno macrista, contará con 550.000 pesos menos dedicados a la producción (el resto, unos 45 millones de pesos, estarán dedicados al gasto en personal). De todos modos, tanto él como Carlos Elía, su director adjunto, confían en recuperar esa pérdida con la recaudación en boletería. "Estamos pobres, pero equilibrados. Alguien dijo en mi entorno que somos buenos administradores de la miseria. Afortunadamente, vamos a tener la adhesión de algunos sponsor, como el Banco Ciudad. Eso nos va ayudar a remontar la situación", apunta Staiff.
-Debe ser la primera vez que se anuncia la programación tan al borde de la Navidad.
-Bueno, teníamos incógnitas sobre el presupuesto que vamos tener.
-Las seguimos teniendo: recién hoy [por ayer] se estaría votando el presupuesto de la ciudad.
-Sí, pero se supone, con fundamento, que no va a afectar al presupuesto de Cultura. Yo no quería arriesgar hacer un anuncio que después no íbamos a poder cumplir por cuestiones presupuestarias. Superada esa situación, acá estamos.
-¿Cuáles fueron los desafíos en la construcción de la nueva programación?
-Hay una línea genérica que no se ha modificado demasiado. Es decir, apostamos al teatro clásico antiguo y moderno, apuntamos al teatro argentino actual y del pasado, tratando de hacer equilibrio. Cuando se constituyó el Complejo Teatral de Buenos Aires, la existencia de algunas salas nos permitió clarificar mucho más el perfil de esas salas.
En ese orden, el Teatro Sarmiento estuvo dedicado a la experimentación y la vanguardia. Ese fue el criterio para el ciclo Biodrama que armó Vivi Tellas, su programadora. A partir del año próximo, finalizado el ciclo, esta tarea estará en manos de Alejandro Tantanian. "Me parece bien tener un ladero en mejores condiciones generacionales para evaluar lo que se está haciendo", apunta el ex crítico de teatro que reconoce sentir algunas limitaciones en lo que se refiere a las nuevas camadas de creadores.
- Un año atrás, cuando asumió Mauricio Macri, como jefe de gobierno, dijo que había acordado una gestión de dos años.
-Así va a ser. Claro que hay situaciones que tienen que ver, por un lado, con el Bicentenario, y por el otro, que el 25 de mayo de 2010 se cumplirá 50 años de la inauguración del San Martín. Por lo cual, vamos a programar 2010 para el nuevo director y él decidirá, como ocurre en un país civilizado.
-Pero no estamos en un país civilizado.
-Bueno [se ríe]. Pero es bueno que así ocurra. He leído hoy [por ayer] en LA NACION una nota a Marcelo Lombardero, que va a estar a cargo del Teatro Argentino, y Marcelo va a respetar la programación ideada por la otra gestión con algunos cambios. En otros países del mundo se designa un nuevo director con varios años de anticipación. ¿Por qué no intentar ser un poco civilizados...?
-Su extensa gestión ha atravesado de todo: desde períodos democráticos hasta la dictadura, pasando por la crisis económica de2001. Ahora terminaría con problemas presupuestarios y, como lo señaló en su oportunidad Carlos Elía, con una cantidad de pérdidas en el nivel de personal, que está siendo jubilado.
-Sí, pero es la realidad argentina. ¿Qué hacer entonces? ¿Mandarnos a mudar y ver el partido desde nuestras casas? No tiene sentido. Hay que seguir batallando, hay que seguir trabajando. Tenemos problemas en algunas secciones, como sastrería, con artesanos maravillosos, que ya no están y que no tienen reemplazo según su oficio.
-Pero en ese caso hay dos coordenadas que se cruzan: la pérdida del artesanato, por un lado, y la incapacidad del Complejo de contratar a nuevos empleados en condiciones laborales parecidas, por el otro.
-Va a tener que pelearlo, no hay otro modo. Hay muchas cosas que ya no hacemos. Dejamos de realizar un actividad musical en el hall central, pero, el año próximo, el Banco Ciudad va a financiar esa actividad. La colaboración de un integrante de la Fundación nos va a permitir retomar el proyecto de editar pósteres de las obras. Los actores se quejan de que estamos pagando menos de lo que deberíamos pagar, pero es lo que podemos. Estamos funcionando así, persiguiendo el centavo. Termina el año ejecutando el presupuesto casi al 99 por ciento.
-A todo esto hay que sumarle el trabajo de obras edilicias...
-Y ahí estamos. Todo está muy atrasado, la obra estuvo parada durante un año, pero eso no lo manejamos nosotros. Tenemos que resolver el problema de goteras en el techo del Alvear y de otras salas, pero hay una intención de realizar todos esos trabajos.
-¿Qué gustos se está dando en la programación a sabiendas de que es su último año?
-No sé... Pienso en Marat Sade , en Mucho ruido y pocas nueces , la comedia de Shakespeare... Creo que andaría por ahí... Es más, ya me empiezan a atraer los proyectos para 2010: como el montaje de La vida es sueño , con puesta de Calixto Bieito, o El Dybbuk , con puesta de Jacobo Kaufman.
-Para finalizar, ¿habló con Hernán Lombardi, ministro de Cultura porteño, sobre quién será el nuevo director del Complejo Teatral de Buenos Aires?
-No... no. No sé si lo tiene en mente...
-No le creo, mire cómo se sonríe...
-¿No me creés? Pero, ¡por favor!
Fuente: La Nación
martes, 23 de diciembre de 2008
Los ganadores del Festival de teatro provincial
En la noche del domingo se definió el Festival Provincial de Teatro, modalidad Adultos, organizado por la Comedia de la Provincia de Buenos Aires, en el que participaron los doce mejores grupos teatrales de la provincia, que a lo largo de seis días mostraron las mejores producciones independientes de 2008.
El jurado estuvo conformado por Daniel Marcove, Gustavo Vallejos, Kado Kotzer, Marcelo Padelín, Anis Yamil Darío y Pedro Espinosa.
El elenco La Compasiva, a cargo de la obra ganadora, al igual que las primera y segunda menciones, recibirán un premio en efectivo y un contrato para que sus obras formen parte de la temporada 2009 de la Comedia de la Provincia.
La lista de ganadores es la siguiente: Elenco seleccionado: La Compasiva, por "Pan... de cada día", de Mario Marino y Gabriela Pagés, dirigida por Alfredo Badalamenti (Lomas de Zamora); primera mención: Castas Estrellas, por "Una sociedad secreta", de Adrián Canale y Olivia Diab, con dirección de Canale (Mar del Plata); y segunda mención: Organización Teatral Terrafirme, por "Club de caballeros", de Rafael Bruzza, dirigida por Claudio Bellomo (Moreno).
Hubo también menciones especiales para: Húmedos Pampeanos, por "La última cinta de Krapp", de Samuel Beckett, dirigida por Gustavo Durán (Lanús); Grupo Eclosión, por "Llanto de perro", de Andrés Binetti, con dirección de Binetti y Paula López (Bahía Blanca); obra "Llanto de perro", de Andrés Binetti, con dirección de Mario Carneglia (Mar del Plata).
Fuente: Diario El Día
lunes, 22 de diciembre de 2008
Lo que dejó el teatro en 2008
En el Teatro Municipal Coliseo Podestá, unas cuantas joyitas. "El Diario Privado de Adán y Eva": China Zorrilla y Carlos Perciavale, dos grandes de la escena, que deleitan con un exquisito texto de Mark Twain, traducido, dirigido y musicalizado por la Zorrilla; una invitación al Paraíso. "Yo soy mi propia mujer": "capo lavoro" de un actor excepcional, Julio Chávez -dirigido por Agustín Alezzo- que deslumbra nuevamente con una interpretación magistral. "Muerte de un viajante": clásico de Arthur Millar, con un magnífico Alfredo Alcón, acompañado por el talentoso Diego Peretti, y la soberbia María Oneto, dirigidos por Rubén Schumacher. "The Pillowman", inquietante pieza en la que Pablo Echarri se juega a salir del cómodo estereotipo "galancito carilindo", para componer un personaje torturado por fuera y por dentro, muy bien secundado por un Carlos Belloso inolvidable. Dos piezas de Yasmina Reza, que no superan el nivel de su primera y taquillera "Art". Hablamos de "Tres versiones de la vida" y de "El hombre inesperado".
El ingenioso y fresco humor de Hugo Varela y Cacho Garay, tan alejado de la explícita y escatológica comicidad de Fabio Posca, quien divirtió a una platea joven con su "Los quiero muchísimo", y escandalizó a unos cuantos adultos que concurrieron al teatro con sus hijos adolescentes, por falta de advertencia en contrario (craso error). "Pepino el 88": una propuesta de Daniel Suárez Marzal, protagonizada por Víctor Laplace, que merecía una mejor respuesta del público local, tratándose de un ameno y colorido viaje en el tiempo hacia los orígenes del teatro rioplatense, y un homenaje a los Hermanos Podestá (pero, ya se sabe: nadie es profeta en su tierra). Una deslucida Graciela Dufau en "Como blanca diosa": intrascendente y olvidable. "El día que Nietzche lloró", lograda adaptación teatral de la novela de Irvin Yalom, a cargo de Luciano Cazaux, dirigida por la avezada Lía Jelín. "Reconocernos": interesante cabalgata de textos seleccionados por Oscar Barney Finn, con un elenco de fuste: Leonor Benedetto, Selva Alemán, Osvaldo Santoro y Duilio Marzio, bellamente musicalizados por Inés Rinaldi y Juan Carlos Cuacci. China Zorrilla, madrina del Teatro, asistió como espectadora de lujo a la función del Grupo "Hacemos teatro. ¿y qué?", integrado por internos de la comunidad Terapéutica para drogadependientes, Unidad 18 de Gorina: "En Carcel-Arte", una clara demostración del nunca bien ponderado valor del teatro como herramienta de inclusión social.
"MADE IN LA PLATA"
En cuanto a los espectáculos "made in La Plata", rescatamos, de lo visto, lo mejor.
Varias producciones de la Comedia de la Provincia, que -afortunadamente- recuperó su sala de calle 12. "Fuenteovejuna 1476": la actriz Nora Oneto, dirigida por Omar Sánchez, se multiplica en un sinfín de personajes, para recrear la emblemática obra de Lope de Vega; verdadero "tour de force". "El hombrecito del azulejo": versión de Mimí Harvey del cuento de Manucho Mujica Láinez, con un elenco sin fisuras, atractivo para grandes y chicos. "Des(h)echos": nueva pieza de Febe Chaves, interpretada por Gustavo Portela, Luciano Guglielmino y Alejandra Bignasco. Inteligente, entretenida y conmovedora. "Yepeto", obra de Tito Cossa que tan memorablemente interpretara Ulises Dumont, quien acaba de "salir de gira". Buenos trabajos de Marcelo Lerca y Leonel Ferreira, dirigidos por Gastón Marioni, en su "Teatro Estudio". "Altibajo", festín de improvisaciones a cargo de Cabe Mallo y Fernando Massobrio (La Fabriquera). "Sex-Tetas" (Sala 420): sin llegar al nivel de "Las Amaro", estas seis actrices, con el inconfundible sello de Cristina Ghione, divierten con su galería de personajes disparatados.
"El niño perdido" (Espacio 44), texto de Nelson Mallach, dirigido por Alicia Durán y Daniel Gismondi, a cargo del Grupo "La Tramoya". Bizarro "talk show", desopilante y siniestro a la vez. "Confesión delirante de mujeres simples" (La Nonna), el siempre rendidor Fontanarrosa, adaptado y dirigido por Hebel Sacomani, con pintorescas féminas interpretadas por Mecha Araque, Griselda Actis, Ana Sciommarella y la propia directora, y la participación de Eduardo Serein. "El telón rojo del Señor Fortrascuin" (El Teatrino): el detrás de escena, la "cocina" del teatro, la delicada y minuciosa construcción de un personaje, en esta obra escrita y protagonizada por César Genovesi, con su Compañía "Las Crines del Chancho". "Como si fuera un murmullo" (Teatro de Cámara de City Bell): bello trabajo de Olga Anzolini, con su Grupo de Teatro Independiente "Buscalunas", en el que asume el riesgoso desafío de escenificar "Pedro Páramo", la novela del mejicano Juan Rulfo, y sale más que airosa. "El enfermo imaginario", clásico de Moliere, por el Grupo de Teatro del Colegio de Abogados, dirigido por el incansable y prolífico Roberto Conte, quien también repuso "El hombrecito", con dos veteranos de las tablas: Pablo Monsalvat y Nico Stratico. El Grupo de Teatro del PEPAM, divirtió y se divirtió en La Nonna con dos obras cortas: "Vivir el personaje" y "Un regalo para Anita".
En "El Teatro", un "Match de Improvisación", coordinado por Federico Marotta, que aún tiene por delante un largo camino por recorrer hasta alcanzar la comicidad del legendario Match del extrañado Galpón de la Comedia. "Sinfoniatra", una nueva y lograda propuesta de "humor musicado" de "Ridiculum Vitae", dirigida por Gustavo Vallejos, que se cansó de llenar la Sala de la Sociedad Odontológica. En esta misma sala, Mario Vedoya, actor formado en La Plata (Escuela de Teatro, TID) y radicado en España desde 1988, presentó "155/ del ser y del no ser", una ingeniosa reflexión sobre la creación, la poesía y la música, a partir de un supuesto último soneto inédito de William Shakespeare. En la misma línea, otro reivindicador de la palabra, Alfredo Urquiza, recitó como él sabe hacerlo una selección de poesías de autoras latinoamericanas en el Museo Dardo Rocha. La Red de Teatros Comunitarios, por su parte, sigue aportando su cuota de vitalidad y color a los distintos barrios de la ciudad, y rescatando retazos de su historia.
Mientras todo se derrumba, el teatro, por prepotencia de trabajo -dijera Arlt- sigue vivito y coleando. "Chapeau!"
Fuente: Diario El Día
domingo, 21 de diciembre de 2008
El Indio Solari hizo estallar a La Plata
Con Andrés Calamaro como invitado, se presentó ante 45 mil personas en el Estadio Unico. Crónica y fotos.
Y mientras tanto el sol se moría. Desde los más diversos puntos del país, habiendo recorrido cientos, o acaso miles de kilómetros, las multitudes continuaban llegando a La Plata nucleadas por un único fin: volver a ver al Indio Solari sobre el escenario del Estadio Único. Ni las demoras en las rutas de acceso, ni las intrincadas diagonales ni tampoco el increíble operativo de seguridad desplegado pudieron evitar que 45 mil personas celebraran una nueva Misa India y plegaran otra vez por la resurrección del mito ricotero, ese gigante que duerme profunda y plácidamente pero que espera alguna vez ser despertado.
Pasadas las 22:20, con el sol bien muerto y con la expectativa fanática haciéndose intolerable, el Indio salió a escena ante un Estadio repleto, acompañado por los Fundamentalistas del Aire Acondicionado. Camisa naranja, pantalones negros y los infaltables lentes oscuros; el comienzo, haciendo alusión al verdadero motivo de la celebración, la presentación de Porco Rex, siguió el orden del tracklist del disco: "Pedía siempre temas en la radio" fue sucedido por "Ramas desnudas". Y significó el inicio de los tributos redondos ante una imagen del Ídolo proyectada en cinco pantallas (dos a cada lado del escenario y una grande detrás), y adornada con placas del arte del álbum y otras psicodélicas ilustraciones. Después de "Porco Rex", el recuerdo, la emoción, la melancolía: "Me matan, limón" seguida de "Divina TV Führer" hizo estallar el "sólo te pido que se vuelvan a juntar", la súplica ricotera hecha cántico futbolero.
Intercalando algunos temas de su disco anterior, El tesoro de los inocentes, con otros de Porco Rex y luego de los clásicos "Ella debe estar tan linda" y "Nadie es perfecto" enganchado con "Ñam Fri Frufi Fali Fru", el Indio presentaría al primer invitado de la noche, Martín Carrizo, baterista y productor partícipe de su último trabajo. Para "Por qué será que no me quiere Dios", Carrizo ocupó una segunda batería que ya estaba armada en el sector izquierdo del escenario. Y, tras su partida, Solari pidió que se recibiera con cariño al siguiente invitado, el que transformaría a este recital en un nuevo hito en la historia del rock nacional: Andrés Calamaro, alias El Inefable Señor Gama Alta, todo de negro y con sombrero de cowboy. Sin lugar a dudas, el crossover significó el cumplimiento del sueño de El Cantante; compartir el sagrado escenario redondo fue un privilegio que sólo obtuvo Luca Prodan en los comienzos de los Redondos. Tres temas fueron cantados a dos voces: "Veneno paciente" (que registraron juntos para Porco Rex ), "Esa estrella era mi lujo" y "El salmón" (que Solari ya había versionado para el tributo al rock nacional, dos años atrás).
Con varios intervalos cortos, un cambio de vestuario y pocas palabras, hacia la una de la madrugada, el Indio, que está por cumplir 60, empezó a encarar el final. La triada "Mariposa Pontiac", "Un ángel para tu soledad" y "Juguetes perdidos", con todas las bengalas encendidas, en todos los sectores del estadio, dio lugar a "Flight 956", el tema que faltaba para que el repaso de Porco Rex se completara. Y quedaba el pogo más grande del mundo para que no le faltara nada a esta escena épica; el último, "Ji Ji Ji", un alto registro en la escala de Ritcher, las luces encendidas y un show de fuegos artificiales: 45 mil personas usaron su milagro del día.
Por Yamila Trautman
Fuente: rollingstones
viernes, 19 de diciembre de 2008
“Las modelos son las mejores actrices”
El creador del grupo Odin y del concepto de “antropología teatral” pasó por Buenos Aires antes de volver a su hogar danés.
Eugenio Barba elige el sol. El destacado investigador y director teatral italiano dialoga con Crítica de la Argentina dos horas antes de recibir un título doctor honoris causa del Instituto Universitario Nacional de Arte (IUNA). Sólo pide que la entrevista transcurra bajo el rayo del sol porteño. En Holstebro, la pequeña localidad danesa donde está radicado el grupo Odin Teatret que dirige desde 1964, abundan los días grises. Ahora Buenos Aires lo recibe con una mañana soleada espectacular. Sin embargo, para Barba es cada vez más difícil encontrar algo que no reciba ese calificativo. “Todo tiende a ser espectacular. Hay una necesidad de espectacularizar todas las actividades de la sociedad: la política, la religión, el deporte, los shoppings: es como si la teatralización fuera un intento de dilatar, a veces estirando y otras contrayendo, la normalidad. La necesidad de espectacularidad es ancestral. El ser humano es un animal que lleva el teatro adentro.”
–¿Por qué una persona decide ver teatro?
–Tanto los jóvenes que empiezan a hacer teatro como el público están huyendo de algo. Y el teatro del siglo XX dio muchas posibilidades a esa búsqueda. Hay un deseo de salir de la realidad en la que se vive, y hasta ahí eso es un pasatiempo. Pero el teatro no es sólo liberador de angustia, también puede despertar una resonancia interior que en la civilización de hoy es una experiencia tan rara como profunda, porque no hay muchas posibilidades de intimidad o vida espiritual. Parece una renuncia a la vida cotidiana y sin embargo es una búsqueda de algo más perfecto.
–Así como los actores se entrenan para el espectáculo teatral, ¿es posible pensar en un entrenamiento del espectador?
–Creo que sí. Se puede entrenar la capacidad de ver diferentes maneras de contar una historia. El teatro siempre es contar historias, aunque uno no se lo proponga. Basta con ver Esperando a Godot, donde parece que no hay historia y que todo es espera, y sin embargo esa espera es una historia en un sentido no clásico. Chéjov comenzó con esa manera de escribir y provocó una revolución en el teatro occidental. El espectador teatral se entrena viendo diferentes maneras de una misma cosa.
–¿Y qué son esas “mismas cosas” que comparten los diferentes estilos teatrales?
–Son los principios comunes que yo he estudiado con la antropología teatral: transformar el peso en energía, crear una modalidad de movimientos, son algunos de los ítems que están presentes tanto en la danza clásica como en el mimo, en el teatro kabuki o el estilo de representación que sea.
–¿Distintas máscaras con principios compartidos?
–Exacto. Está muy instalada en Occidente la idea de que se conoce al ser humano cuando se va desprendiendo de sus máscaras. Creo que es al revés: yo conozco al ser humano gracias a sus máscaras.
–Sin embargo, ante una buena actuación el público suele decir “¡qué natural!”, casi como negando la presencia de alguna máscara.
–Ése es el máximo elogio que puede recibir un artista, porque quiere decir que ha sabido esconder todo el artificio. La experiencia artística siempre rompe con lo natural pero tiene el aspecto de lo natural.
ÚLTIMO ACTO. “El Odin va a desaparecer cuando nosotros muramos. Ése es un acuerdo que tenemos”, anuncia escuetamente Barba. “El teatro de grupo no es una institución hecha de ladrillos, sino que es algo que está incorporado en determinados seres humanos, que juntan sus individualidades para crear algo que no les pertenece ni a unos ni a otros, que va más allá. El teatro de grupo intenta negar la naturaleza propia del teatro, que es no durar mucho. Fue Stanislavsky quien comenzó a pensar que la continuidad de un vínculo podía favorecer los procesos de trabajo y de creación. La mayoría de los integrantes del Odin somos actores grandes, de más de sesenta años y sabemos que ya estamos en el quinto acto de la farsa.”
Que el teatro siempre es extracotidiano es un mantra que Barba repite desde hace años. El creador del concepto de “antropología teatral” y discípulo directo de Grotowski ve teatralidad por donde vaya, incluso en situaciones no artísticas. “Cuando voy de viaje, apenas subo al avión, veo a las azafatas haciendo una especie de señas universales para marcar las salidas de emergencia. También en los desfiles de moda. Para mí las modelos son la mejores actrices porque ellas no exhiben sus sentimientos, ni sus dotes de interpretación, ni su valor creativo, sino que intentan hacer expresar a los vestidos. Es muy interesante escucharlas hablar acerca de cómo varían el ritmo para hacer vivir lo que llevan puesto, de qué manera giran y frenan para mostrar las cualidades de la tela. Todas son formas de teatralidad, el uso de uniformes también hace cambiar la actitud de las personas: no se comporta igual un gendarme con su casco, su escudo y sus botas, que cuando está en su casa en calzoncillos”, dice Barba ya transpirado por el calor del sol. El acto de entrega del título académico del IUNA lo está esperando. Por eso, avanza unos pasos y, ya bajo el reparo de la sombra, gira sobre sus sandalias y se despide: “Ahora me voy a poner el traje de doctorcito”.
Fuente: Critica
martes, 16 de diciembre de 2008
Eugenio Barba: "Defender la ética del oficio"
A los 72, el mítico fundador del Odin, grupo que marcó tendencia en el teatro mundial, pasó por Buenos Aires y aceptó esta entrevista exclusiva en la que repasa su vínculo con la escena argentina
Por: Juan José SantillánItaliano de origen, Eugenio Barba ha desarrollado casi toda su carrera en Dinamarca, donde el director, de 72 años, fundó el Odin Teatret en 1964. El grupo tiene su sede en Holstebro, un pequeño pueblo danés a cinco horas en tren de Copenhague. Desde aquel lugar, mediante intercambios con artistas de Asia, Latinoamérica y Europa, sus integrantes han trazado una de las experiencias teatrales más intensas e influyentes del siglo XX. De hecho, su casa es un gran centro de documentación en artes escénicas, debido también a que fundó, en 1980, la Escuela Internacional de Antropología Teatral. Andariego, viaja por el mundo y se nutre de danzas kathakali de la India, la pantomima clásica europea o la ópera china.
De paso por Buenos Aires, Eugenio Barba rememora su historia con la Argentina. "Este país -dice- son las personas que han significado mucho a nivel emocional y de proyectos en mi vida y en la vida del Odin. Cuando venimos aquí no somos una compañía teatral que hace espectáculos y se va. Tenemos otras motivaciones profundas que no son sólo el intercambio artístico. Va más allá de eso, se trata de biografías". Quizás por eso, Barba se emocionó al nombrar a Osvaldo Dragún -ideólogo de Teatro Abierto- en su discurso por el reconocimiento Honoris Causa, que le otorgó el Instituto Universitario Nacional del Arte (IUNA).
La relación del Odin con Latinoamérica comenzó en 1976, con la invitación del argentino Carlos Giménez, director del Festival de Caracas. Dos años más tarde, se realizó el primer Encuentro Internacional de teatro de Grupo en Perú, organizado por Cuatrotablas. Ese lazo se mantuvo intacto. Antes de su arribo a Buenos Aires, Barba estuvo en Ayacucho, donde se llevó a cabo la edición 2008 de este evento.
En Perú homenajearon al Odin. ¿Qué impresiones tiene del encuentro?
Fue conmovedor por el gran esfuerzo del grupo Cuatrotablas y porque llegaron muchos jóvenes que no mostraron una gran efervescencia artística pero sí una gran curiosidad. Los resultados que vi no fueron muy interesantes. Fue una repetición de esquemas y modelos que ya han sido utilizados durante treinta años. Y considero que cada generación tiene que aportar su carga. Es importante tener una tradición, pero al mismo tiempo, para mantenerla en vida, tienes que renovarla.
Acerca del arribo del Odin a Caracas en el '76, señaló que la llegada manifestó "política del teatro y no un teatro político". ¿Qué resonancias quedaron de aquella reflexión?
En 1978 el Odin presentaba una provocación en América latina. Era el momento más fuerte del compromiso político del teatro y llegábamos con una gran conciencia hacia lo que llamamos "la ética del oficio". Tuvimos un diálogo y también una discusión violenta con mis amigos latinoamericanos que para mí fue muy fértil. Toda mi reflexión sobre la antropología, sobre los principios técnicos que son comunes a pesar que las formas son diferentes, surgió del encuentro con Latinoamérica.
¿Cómo sobrevive la dinámica del teatro de grupo?
Lo que caracterizó a la generación del teatro de grupo, en los setenta, fue un rechazo de algunos modelos. Un deseo de compromiso que tomó dos líneas que, a veces, se mezclaban. Una, el compromiso político, social. Otra, un compromiso de "laboratorio". De un lado, Brecht; del otro, Grotowski. Toda esa mística, ese compromiso, se ha perdido. Entonces queda lo que siempre fue nuestro oficio: un pasatiempo que debe ser económicamente rentable y que, al mismo tiempo, se reduce a la satisfacción de los objetivos privados de cada persona. Antes el grupo iba más allá de todo eso. Esta es la situación no sólo en América latina sino en Europa. Todavía tenemos un teatro subvencionado y otro comercial que no necesita ser financiado porque es autónomo económicamente. Eso no es negativo, sólo discutiendo cada caso específico podemos comprender si esa palabra comercial tiene algo de superficial o, al contrario, tiene algo de extremamente especial. Fuera de esos dos formas, estatal y autónoma, hay un territorio que he llamado "tercer teatro", muchos jóvenes que quieren hacer teatro y al mismo tiempo se reúnen sólo en proyectos. En esto siguen lo que siempre fue el teatro: la gente se juntaba, no para un proyecto artístico, sino para una empresa comercial que proveía diversión. Cuando se terminaba el contrato, esas compañías se desprendían y creaban otra. Hoy es la misma situación. Eso ha sido la naturaleza del teatro.
¿Cuando se limpia la efervescencia de una época queda el teatro como un pasatiempo?
Exacto. Encuentro una situación muy interesante. Por un lado dar diversión; por otro lado, este pasa tiempo minoritario puede contener un enorme sentido. En Sarajevo, durante la guerra, la función del teatro, que le devolvía a la gente la sensación de estar juntos, era importantísima. Como también, en cierto sentido, fue un pasatiempo el Teatro Abierto en Buenos Aires. La censura intervenía, pero el hecho mismo que algunos directores, autores, actores, técnicos logren reunir a la gente, a pesar de las reglas del juego impuestas por los militares, le daba al pasatiempo otro valor. Por eso, el hecho de ser pasatiempo depende mucho del contexto. Y de qué situación ese pasatiempo permite al espectador evadirse; qué realidad él puede abandonar para ver otra.
¿Qué toma el Odin de los intercambios con Latinoamérica?
La revitalización de nuestro sentido de hacer teatro. El encuentro directo con actores y directores nos hacen comprender la importancia de lo que hacemos. Nosotros los ayudamos a continuar y, de nuestro lado, muchas veces, pensamos en nuestros hermanos latinoamericanos que han aguantado años de trabajo y de lucha, aún más dura que la nuestra. Eso me alimenta todavía hoy. No las formas, sino el valor que los teatreros latinoamericanos supieron dar a su manera de hacer teatro.
Hablaba de biografías y la importancia más allá de los resultados artísticos de su contacto con Argentina. Usted reconoció el trabajo de El periférico de Objetos, pero no pasa por allí la relación que tiene con el teatro de Buenos Aires.
Nunca he tenido contactos personales con la gente de El Periférico. Hay un director que admiro muchísimo, Ricardo Bartís. Uno reconoce en él a un gran artista de teatro. Pero al mismo tiempo, hago teatro porque es la posibilidad de crear otras relaciones humanas. Es importante el resultado artístico, pero a veces eso pasa a segundo orden cuando ves a las personas que hacen teatro en otras categorías: un coraje cotidiano, una continuidad de una actividad anónima que contiene una resonancia en el medio donde se desarrolla. No utilizo categorías artísticas sino culturales. Y la cultura es la manera en cómo se establecen ciertas relaciones entre los seres humanos y según qué criterios. Todo lo que ha sido el teatro de grupo, y a quienes llamo el "tercer teatro", que no son precisamente los privilegiados, son quienes siempre nos han invitado a participar, con grandes sacrificios. Esto es, a nivel humano, lo que me fascina y me gratifica.
Fuente: Clarín
Arranca en La Plata el Festival Provincial de Teatro para adultos
El Festival Provincial de Teatro para adultos arranca hoy a las 19.30 en la Sala Armando Discépolo (12 e/ 62 y 63) y está organizado por la Comedia de la Provincia (organismo dependiente del Instituto Cultural) y el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. El elenco ganador representará a Buenos Aires en el nacional.
"El encuentro se conforma por los cuatro elencos elegidos por cada una de las tres zonas (sur, norte y conurbano): doce en total. El festival es muy competitivo y nosotros queremos que sea así, porque se elige quién representa a Buenos Aires. Creemos que estos grupos reflejan cabalmente a toda la provincia en sus mejores expresiones por lo menos ante la mirada, siempre subjetiva, de un jurado que lo que está calificando es arte", explicó Siro Colli, director artístico de la Comedia de la Provincia de Buenos Aires.
La ciudad de La Plata tendrá dos grupos de teatro que la representen, con las obras Maté a un tipo, de Daniel Dalmaroni, y Contra-Inteligencia, de Nicolás Allegro, y junto a los diez elencos restantes competirán por el primer puesto que es el pase al Festival Nacional de Teatro, a celebrarse en la provincia de Chaco, en marzo de 2009; un premio en efectivo, y un contrato con la Comedia.
"La diferencia en relación a los encargados de fallar ganador es que en la instancia de pre selección, estará conformado por jurados provinciales, en la instancia zonal por provinciales y del Instituto Nacional de Teatro y en esta última fase lo compondrán íntegramente gente del Instituto Nacional de Teatro", aclaró Colli. Y además destacó "la producción enorme y creciente de los elencos de la Provincia que, aunque parezca mentira, superan a la ciudad de Buenos Aires". La Comedia de la Provincia tiene un registro sobre la producción de obras independientes que denota que la cantidad de grupos es mayor en la provincia que en la ciudad y como todas los trabajos son de muy buena calidad "siempre hay dos o tres puestos más, que el jurado dirime como si fuera una sola región. Los últimos dos años estos cupos fueron de la provincia, y en las últimas dos fiestas nacionales la provincia estuvo con cinco elencos y la ciudad con tres".
"Con este festival se quiere fomentar el teatro independiente. Y está enmarcado en políticas que están dirigidas al fomento y a la promoción del teatro independiente en toda la provincia", afirmó el director artístico de la Comedia y agregó que "a este Festival se presentaron cerca de trescientos grupos, y la tarea es bastante compleja. Pero por suerte va todo bien, y esta modalidad ha mejorado el mecanismo de selección. Creo que esta manera de seleccionar tan rigurosa ha funcionado y la provincia de Buenos Aires, en todas las fiestas, está excelentemente representada, la verdad que estamos muy contentos".
Durante cinco días (del 17 al 21) los elencos seleccionados mostrarán sus trabajos para obtener el reconocimiento del público y, fundamentalmente de los jueces, quienes determinarán al ganador del certamen.
Fuente: Diario Diagonales
"El grupo ganador va a recibir, fundamentalmente, un grueso premio en efectivo, que es muy importante, y creemos que con eso ayudamos al desarrollo del grupo. Y además está el contrato con la Comedia que, si bien es pequeño, les permite dar funciones, pagadas por el Estado, en nuestro teatro o en la región a la cual pertenezcan. Y también es un beneficio a la comunidad, porque son gratuitas y pueden acceder a lo que estos grupos están haciendo", finalizó el directot Colli.
De esta manera, el elenco triunfador accederá a una suma de 14 mil pesos, que se le entregará en el acto de cierre del Festival, el domingo próximo a las 23, junto a la primera mención (8 mil pesos) y la segunda (6 mil pesos). Además, el que obtenga el primer puesto, representará a la provincia en el Festival Nacional de Teatro.
lunes, 15 de diciembre de 2008
Proyecto Óseo, Alejandra Ceriani
Los aspectos centrales a los que quisiera especificarme, estarían dados en la correspondencia que se establece entre una instalación interactiva y el movimiento del cuerpo captado y procesado en tiempo real. Esta correspondencia sin embargo, no establece simplemente un diálogo entre persona y sistema (Rockeby 1991), sino que, esta ida y vuelta implica la separación de percibir y responder para recomponerse en el plano virtual. Este plano establecido por la imagen del cuerpo en movimiento es el doble virtual del cuerpo físico en movimiento y establece una simultaneidad entre lo físico y lo virtual. Habrá un cuerpo real y su par virtual, vivificado por las interfases (programaciones) y los dispositivos (cámara, proyector, pantalla, etc.).
Síntesis General de Proyecto Hoseo
Proyecto HOSEO es una performance interactiva que simula la sonoridad del cuerpo humano a través de la captación en tiempo real. Las interfaces analizan las señales mecánicas y articulares del cuerpo de la performer, transformándolas en paradigmas
computacionales y, las devuelve en configuraciones sonoras aleatorias.
Parámetros de observación y experimentación:
• Hallar otros campos de generación de movimiento.
Los diseños corporales obedecerán a estructuras formales halladas en consecuencia de activar series sonoras.
• Generar un espacio inmersivo sonoro para activar otras zonas perceptivas en el performer y en el espectador.
• Explorar más allá del propósito estético de consumo habitual de lo escénico.
Fuente: danzainterfacechile
viernes, 12 de diciembre de 2008
Llega “Epitafios” a la televisión abierta
La nueva tira, está protagonizada por un elenco de lujo encabezado por Julio Chávez, Paola Krum, Antonio Birabent y Cecilia Roth.
Epitafios cuenta la historia de un policía buscando una razón para vivir y un asesino que ya encontró una razón para matar. Es una serie de suspenso dentro de una historia de amor y venganza.
Todo comienza cuando el comisario Benítez, un veterano de homicidios a punto de retirarse, recibe una llamada anónima en mitad de la noche. En una casa abandonada alguien ha dejado un cuerpo. Allí, encuentra un cadáver descuartizado.... y en el jardín dos tumbas vacías, cada una de ellas con su correspondiente lápida y el nombre de su futuro destinatario. Uno de esos nombres es el del propio Benítez.
En otra lápida aparece el de Renzo Márquez, uno de los más destacados policías hasta el día de la tragedia del Colegio Alemán -cinco años atrás- cuando cuatro estudiantes secuestrados por un profesor desquiciado murieron quemados por un error. Renzo quiso liberarlos y falló. Entonces decidió abandonar la fuerza. Hoy, cinco años después, Renzo maneja un taxi para olvidar y noche tras noche se mantiene en vilo con la ayuda de pastillas.
Junto al nombre de Renzo, está también el de Laura Santini, la psicóloga de Santiago Peñalver, el profesor que provocó la masacre…
Después de esta tragedia, alguien está buscando un reencuentro entre Renzo y Laura. Ese alguien les dejó un mensaje de furia y rencor. Esa misma noche, Benítez se convierte en la segunda víctima. En alguna parte, en penumbras ha comenzado una venganza que cambiará sus vidas para siempre.
Epitafios está escrita por los hermanos Walter y Marcelo Slavich y dirigida por Alberto Lecchi y Jorge Nisco.
Su unidad dramática propone una particular mirada sobre el género de ficción y su calidad de realización una nueva manera de hacer televisión en Latinoamérica. Fue filmada en formato de cine (16 mm) utilizando dos cámaras (propio del formato televisivo), lo que da como resultado una producción única en su género en Latinoamérica.
No te pierdas Epitafios todos los lunes y martes a las 22:30 por El Trece.
jueves, 11 de diciembre de 2008
Trépate
Formada por organizaciones artísticas, culturales y sociales de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Uruguay y Perú, la Red Latinoamericana de Arte para la Transformación Social propone el arte como derecho, el arte para transformar a la persona y la sociedad, el arte como instrumento de construcción de ciudadanos responsables, solidarios e integrados; el arte para ensayar otro mundo posible.
A través de la danza, el teatro, el clown, la música, el circo, las diferentes agrupaciones realizan procesos educativos y de intercambio con la población, mientras crean y producen espectáculos que muestran a una diversidad de públicos.
Es así que tendremos la oportunidad de observar cómo trabaja la escuela profesional de circo de La Tarumba, los talleres de clown de Bolaroja, la escuela en Villa El Salvador de Arena y Esteras, los jóvenes de Criar con Arte de Teatro Vivo, los jóvenes de la Orquesta de Barro de Trujillo de Arpegio y los alumnos de Puckllay de Generarte.
Después de la presentación, habrá una feria en la que se dará a conocer el trabajo de todos los grupos, incluyendo a Vichama, La Gran Marcha de los Muñecones y la fundación Avina.