ESTAN EDIFICANDO EL CENTRO CULTURAL DE LA COOPERACION
“Nosotros planteamos una socialización del hecho artístico”, dice Juanjo Villafañe, coordinador del megaproyecto que se levanta en la avenida Corrientes, cuyo funcionamiento será autogestionario.
Por Oscar Ranzani
El Centro Cultural de la Cooperación (CCC), un proyecto nacido bajo la órbita del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos que preside Floreal Gorini –autor intelectual del proyecto– comenzará a funcionar en octubre, tras cuatro años de etapa prefundacional. La nueva sede del CCC está en proceso de construcción, en Corrientes al 1500, frente a otro gigante de la cultura porteña: el Teatro San Martín.
El edificio, una obra arquitectónica de 12 pisos, reunirá alrededor de 650 personas, entre artistas y empleados estables. El presupuesto para la realización del proyecto asciende a los 4 millones de dólares, producto de la inversión realizada por el Instituto, que nuclea a 60 cooperativas de créditos, servicios y trabajo. La mecánica de funcionamiento del CCC estará regida por la autogestión y el cooperativismo, principios a partir de los cuales los organizadores buscarán fomentar la investigación, experimentación y difusión de las artes, las letras y las ciencias sociales. “Ante la privatización brutal del hecho artístico de hoy en día, nosotros planteamos una socialización del hecho artístico. Pero socializamos todo. Desde lo más exquisito de Pessoa y Borges hasta los tangos de Discépolo”, señala el coordinador artístico Juanjo Villafañe en diálogo con Página/12.
La estructura orgánica del CCC estará compuesta por doce departamentos: Artístico, Historia, Economía Internacional, Economía Política, Cooperativismo, Ciudad del Tango, Ideas Visuales, Ciencias Sociales, Comunicación, Derechos Humanos, Unidad de Informaciones (biblioteca virtual y física), Estudios Políticos, Educación y Literatura. Para Villafañe, los objetivos de los departamentos serán “difundir y producir todo lo que sea el pensamiento crítico, la búsqueda de propuestas alternativas en un campo democrático de discusión abierta. A nosotros nos interesa relacionar las artes, las ciencias sociales y las letras con la sociedad, abrir los discursos desde un criterio crítico y alternativo con la propia experiencia del movimiento cooperativo, que tiene banderas como la solidaridad y la participación.
Entonces son lineamientos muy generales, donde cada departamento buscará investigar, experimentar y difundir”. A su vez, cada departamento comprenderá diversas áreas y contará con una comisión asesora de personalidades vinculadas con el mundo intelectual y artístico. “También existirá un espacio de extensión cultural”, indica Villafañe. “Partimos de una obligación: cada departamento tendrá que hacer cuatro debates públicos por mes en función de sus investigaciones, de sus problemáticas o de algún tema de coyuntura del mes”, destaca el coordinador artístico quien, además, es poeta, ensayista y periodista.
Las áreas que abarcará el departamento artístico serán: artes escénicas (teoría, comunicación y crítica), teatro, títeres y espectáculos infantiles, varieté, música, artes audiovisuales y danza. Entre las personalidades que formarán su comisión asesora figuran Alejandra Boero, Tato Pavlovsky, Ricardo Bartís, Lorenzo Quinteros, Héctor Malamud, Tito Cossa, Norman Briski, Cristina Banegas, Ricardo Talento, Raúl Serrano, Hugo Midón, Sara Bianchi, Cora Roca, Nora Lía Sormani, Liliana Herrero, Juan Falú, Adrián Abonizio, Pino Solanas, Miguel Pérez, David Blaustein, Carlos Alonso, Felipe Noé, Horacio González y David Viñas.
El espacio del CCC estará conformado por cuatro salas: una con capacidad para 300 espectadores, dos para 100 y otra de 60, que serán utilizadas para los espectáculos de teatro, varieté y trabajos experimentales. También se instalará un estudio de radio desde donde se transmitirá al aire, junto a una sala de grabación y una isla de edición. El CCC también contará con un videoclub, una librería con ediciones de ciencias sociales, artes y letras, un centro de música de sellos alternativos, una videoteca, una galería de arte y una editorial que publicará el material de investigación y producción de lo que se realice. Pero la actividad del CCC no se verá reducida al espacio que ocupe. “También vamos a salir a los barrios, a trabajar con la gente. La idea es vincular los barrios, launiversidad, los centros de estudio, la actividad popular con el CCC”, afirma el coordinador artístico.
–Cuesta imaginarse en la Argentina actual la puesta en marcha de un megaemprendimiento de estas características. ¿Es posible sostenerlo en el marco de esta crisis?
–Yo diría más aún. Creo que este proyecto surge en el mejor momento. La gran crisis del capitalismo, la concentración del capitalismo que se ha generado en este país, la entrega del patrimonio, la privatización de la vida cultural, toda la vida pública se privatiza o desaparece. Esta idea de reconstruir el espacio cultural en forma solidaria y con la participación de los protagonistas es el único camino que nos queda. El desafío que tiene el CCC es que ante la gran crisis que se produce en la sociedad se pueden conseguir las grandes aperturas, las grandes posibilidades. Creo que el desafío que ha lanzado el movimiento cooperativo es replantearse la posibilidad de que en el trabajo común, en la solidaridad, en la participación y en el protagonismo colectivo están las soluciones.
Fuente: Página 12
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