miércoles, 3 de febrero de 2010

Olivier Py o el teatro como religión

A sus 41 años, el joven dramaturgo y director Olivier Py toma las riendas del mítico Teatro Odeón de París, un "teatro de Europa" que quiere abrirse a todos los públicos.

Creador infatigable

Olivier Py es un personaje a parte en el teatro francés, un creador, dramaturgo, actor y director que se burla de las modas. Un hombre políticamente comprometido que denuncia las desigualdades y las barbaries y reivindica su fe católica y su homosexualidad.

Olivier Py estudió en las mejores escuelas superiores, primero en el prestigioso liceo Fénélon de París, donde cursó estudios de Literatura y después en el conservatorio nacional superior de arte dramático de París. Licenciado en Filosofía y en Teología, apasionado por Paul Claudel, Jean Giraudoux y Jean Genet, escribió sus primeras obras cuando todavía no tenía 25 años, las cuales llevaba a pequeñas salas y cafés de París. Al mismo tiempo llevaba a escena obras de autores contemporáneos o de repertorio como Le Soulier de satin (El zapato de raso) de Paul Claudel, un total de 12 horas de espectáculo montadas en 2003. Todas han sido experiencias que han forjado a Py un carácter y un talento únicos.

El teatro de Py, lírico y ferviente, quiere ofrecer al mayor número de espectadores una "conciencia del mundo" y presentar la "totalidad humana". Para ello fuerza los límites de la representación teatral como en La Servante [La sirvienta], una obra maratón de 24 horas representada en el Festival de Avignon.

Creador infatigable

En 1998, con sólo 33 años, se alzó a la dirección del Centro Dramático Nacional de Orleans. En diciembre de 2006 el ministro de Cultura, Renaud Donnedieu de Vabres le eligió para dirigir el teatro del Odeón, la joya por excelencia del teatro de arte, en pleno corazón del barrio latino, por un periodo de cinco años. La sala fue renovada entre 2003 y 2006, que también cuenta con un centro en los talleres Berthier, en el distrito 17 de París. El teatro del Odeón es un símbolo de un teatro de tradición y de subversión, fue decorado de Las Bodas de Fígaro de Beaumarchais en 1784 y uno de los lugares protagonistas de la revolución estudiantil de mayo del 68.

Un lugar que representa desde el siglo XVIII el patrimonio nacional (dependió durante mucho tiempo de la Comédie) y la apertura europea, ya que en 1983 se convirtió bajo la dirección del italiano Giorgio Strehler en el "Teatro de Europa". Olivier Py quiere extender esta "misión europea geográficamente hacia el este y hacia el sur, el Magreb, Turquía y Oriente Medio" en un movimiento de doble apertura, ante creadores contemporáneos y público con un teatro del "prestigio para todos".

"En lugar de hacer un teatro en la ciudad, deseo hacer del Odeón una ciudad de teatro, un espacio vivo donde siempre sucede algo, que asume su responsabilidad institucional, artística y educativa", explicó durante su nombramiento.

Olivier Py, que desborda de ideas y de proyectos para su nueva misión, también dice querer construir puentes entre el Odeón y una editorial y escuelas, llevado por esta misma voluntad de construir un teatro abierto a un público más amplio. Un proyecto ambicioso en el que no renunciará a dar un lugar a sus propias obras, antiguas o nuevas, ya que la creación no es contradictoria en este artista prolífico con su función de director.

www.theatre-odeon.fr

Pierre Langlais
Periodista

Fuente: http://www.diplomatie.gouv.fr/es/

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