ArlequinoEn el marco de los fetejos por sus 25 años, el grupo teatral repone la obra en La Comedia porteña.
Nada mejor que la risa para curar las heridas y pasar un buen rato. Por suerte, para ello existe este grupo.
La Banda de la Risa festeja sus 25 años de vida con la reposición de Arlequino, con base en Carlo Goldoni que, con dirección y protagonismo de Claudio Gallardou, se ve en la sala porteña La Comedia.
El elenco, que comenzó como teatro callejero, tiene ya un frondoso repertorio de piezas que le han dado buenas críticas, aplausos y premios, entre las que Arlequino, servidor de dos patrones, tal su título original, está entre lo más notorio.
Goldoni (1707-93) fue un abogado de Venecia que logró fama definitiva como autor teatral admirador de Moliere y recreador de la Comedia del Arte, cuyas situaciones breves y diálogos chispeantes dejó plasmados en sus trabajos.
Escribió medio centenar de piezas, entre melodramas y óperas bufas, y se trasladó a Francia como protegido de la aristocracia de ese país, pero murió pobre y enfermo por cuanto que con la Revolución de 1789 perdió sus privilegios.
Estrenada por La Banda en 1995 en la desaparecida Fundación Banco Patricios, Arlequino cuenta las aventuras del pícaro Trufaldino (Gallardou), que en tren de lograr algo de comida reparte sus tareas entre Florindo (César Bordón) y Beatriz Rasponi (Silvina Bosco), que vestida de hombre usurpa la identidad de su hermano Federico, presuntamente asesinado por Florindo.
La situación del sirviente parece ir de maravillas -hasta cuando una bolsa con dinero debe pasar del patrón incorrecto al correcto-, pero en algún momento las órdenes de los amos y las sustituciones de identidad comienzan a complicar las cosas.
En el medio está Silvio, un galán (Oski Guzmán) enamorado de Clarisse (Cristina Fridman), una robusta doncella antes destinada a casarse con el supuesto asesinado,y Esmeraldina (Paula Solarz), criada enamorada de Trufaldino, entre otros personajes cuyos intérpretes -que actúan mayormente con máscaras- no están identificados en el programa de mano.
El Arlequino, lo mismo que Brighella y Pantaleone (posiblemente Adrián Blanco y Cacha Ferreira) son personajes de la Comedia del Arte a los que los intérpretes argentinos suman recursos del clown y de los cómicos populares.
El elenco, que ya suma casi un millar de representaciones de la pieza, muestra una enjundia envidiable que transmite la propia diversión a la platea, lo que se comprueba en la complicidad que el tiempo les ha aportado a pesar de los cambios internos.
Así se suma la generosa gestualidad del teatro popular italiano, que debe superar el arma de doble filo de las máscaras, al gran colorido del vestuario, a la agilidad de las situaciones y la picardía de muchos parlamentos.
Gallardou se luce no sólo por la destreza física que siempre tuvo -aunque ahora ofrece una figura menos esbelta-, sino por el continuo homenaje que hace a nuestros bufos históricos, desde José Marrone a Luis Sandrini, desde Pepe Biondi a Alberto Olmedo.
Sin embargo los memoriosos verán en el diseño de su criatura a la enorme creación que a principios de los ‘70 hizo Ulises Dumont en el Teatro del Globo, con dirección de Villanueva Cosse y un elenco que incluía entre otros a Alicia Aller, Gianni Lunadei y Juana Hidalgo.
Aquélla era una versión más clásica que la que muestra La Banda, con notable y simplísima escenografía de Jorge Micheli y música de José Carli, casi un carnaval, con algunos desempeños desopilantes -Oski Guzmán, César Bordón, Paula Solarz- y una Silvina Bosco encantadora como actriz y como cantante.
Arlequino se ofrece en el teatro La Comedia (Rodríguez Peña 1062) viernes y sábados a las 23.
Fuente: Hoy
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