jueves, 18 de febrero de 2010

El turno argentino

DIRECTORA Y ACTRIZ NATALIA SMIRNOFF Y MARÍA ONETTO, JUNTAS PARA UN DEBUT QUE LLEVA VARIOS AÑOS DE PREPARACIÓN. marcelo carroll

CINE: 60º FESTIVAL INTERNACIONAL DE BERLIN

"Rompecabezas", en la competencia La película de Natalia Smirnoff se presenta hoy con miras al Oso de Oro.
Por: Diego Lerer
Fuente: Berlín. Enviado especial

Tras un largo camino ligado al cine, Natalia Smirnoff ha llegado -de manera, para ella, sorpresiva- a competir en el Festival de Berlín con su opera prima, Rompecabezas, que se presenta oficialmente esta noche, a las 22.30, en el Berlinale Palast.

La realizadora de 37 años arrancó hace una década trabajando en asistencia de dirección y/o en casting de los tres filmes de Lucrecia Martel y de títulos como Garage Olimpo, Valentín, Herencia, El otro, El fondo del mar, Agua, Cama adentro y Nacido y criado, por citar sólo algunos.

Finalmente le llegó el turno de dirigir con un proyecto que ya llevaba varios años en su cabeza. Rompecabezas se centra en María (María Onetto), una mujer que acaba de recibir, como regalo para su cumpleaños 50, un rompecabezas. En un rato libre de sus tareas domésticas se pone a resolverlo y lo hace con talento y rapidez. De ahí pasará a obsesionarse con el juego, al punto de empezar a entrenar con otro jugador (Arturo Goetz) para participar en un campeonato, lo que genera algunos conflictos familiares con su marido (Gabriel Goity) y sus hijos de veintipico.

En un tono de comedia y con una inteligente y humana mirada al personaje y al mundo que la rodea, Smirnoff logra un balance difícil en su primer filme: hacer una comedia inteligente, sutil, que respeta la inteligencia del espectador tanto como a sus personajes, una serie de personas moviéndose entre un universo de costumbres ya arraigadas y tradicionales, y otro cuyas reglas desconocen.

"Estuve casi cinco años con este proyecto", cuenta Smirnoff. "A María la conocí haciendo el cásting de El otro y le di a leer el guión. Quería que lo hiciera ella. Pero el proyecto fue creciendo y se fue demorando poder filmarlo".

Onetto -que no pudo venir por estar haciendo teatro; sí está aquí Goetz- dice que le fascinó "la dulzura y la profundidad del guión y de un personaje entrañable. Me encantó. Y era la primera vez que me llamaban para un protagónico".Después, claro, llegó La mujer sin cabeza y luego Smirnoff fue madre por segunda vez (ambos "eventos" demoraron un poco más el rodaje), hasta que en marzo de 2009 se rodó, finalmente, con bebé en brazos, la película. "No complicó en nada el bebé -dice Natalia, que tiene otro hijo de siete años-. Al contrario, te ordena las prioridades".

La historia, dice la directora, surge de "una imagen grabada, que tengo, de mis padres cenando. Un matrimonio que, cuando los hijos se fueron de su casa, parecía que se miraban como por primera vez. Hay cosas que les pasan a las mujeres de 50 que las llevan a un hacer cambios en sus vidas. A algunas le agarra una depresión y otras lo ven como una oportunidad. Ella elige un cambio".

"Para mí un gran desafío era su simpleza -dice Onetto-. Es una mujer que no tiene neurosis y eso es algo difícil de interpretar. Fue una experiencia muy distinta a La mujer. en ese sentido, pero a mí el cine me es muy exigente siempre, la diferencia entre lo que hacés y lo que das, el recorte de la cámara. Pero Natalia y Bárbara Alvarez (la directora de fotografía) me hicieron sentir muy segura".

Hubo un margen para la improvisación, dice Smirnoff, en las escenas, siempre dentro de las pautas de cada escena. Respecto a la idea del rompecabezas como tema y/o metáfora de los conflictos de María, la realizadora cuenta que "en Garage Olimpo había que filmar un rompecabezas en distintos estadíos, uno de 2.000 piezas. Y nadie había reparado en que eso había que armarlo Y lo terminé armando yo. En momentos de crisis, armo rompecabezas. Me permite pensar cosas, ordenar el caos. Como decía una filósofa argentina: 'Las angustias se calman jugando'. Y el rompecabezas representa el paso del caos al orden".

La directora cuenta que la película tuvo una excelente recepción cuando se pasó en la sección Cine en Construcción, en San Sebastián 2009, donde ganó un premio. "Me sorprendió muchísimo -dice-. No es una película intelectual. Es sobre la emoción y los sentimientos, a muchos les trae a la memoria a su propia madre. Y la película luego fue invitada aquí, sin confirmarnos si entraba o no a competencia, y luego nos dijeron finalmente que sí. Y estoy feliz ya por estar en una misma sección con cineastas que admiro. Espero que quieran al personaje y a la película. Con eso me vuelvo contenta".

Fuente:
Clarín

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