Verónica Mc Loughlin y Javier Drolas, los elegidos
El fin de la temporada teatral tiene sus premios, y uno de ellos es el Premio S que desde 2002 otorga un mecenas, de profesión abogado, y quien jamás deja trascender su nombre. El misterioso señor, asiduo concurrente al teatro y un verdadero apasionado por las artes escénicas, decidió por entonces apoyar la creación joven del circuito alternativo en los rubros actuación, dirección y/o dramaturgia teatral.
Este año, los distinguidos son Javier Drolas, por su trabajo como director en la obra 1 2 4 y como actor en Lúcido y Reflejos, y Verónica Mc Loughlin, por su labor en dramaturgia y dirección en la pieza Voto de silencio. La historia de un beso .
La entrega de premios se realizó durante un picnic, el pasado domingo, al que asistieron reconocidos teatristas independientes. El galardón consiste en una suma de dinero (10.000 pesos para cada uno de los artistas) que posibilita a los ganadores la concreción de una nueva producción teatral durante 2010. Esa es una de las premisas del premio: sostener la labor de los realizadores y favorecer una continuidad creativa.
El señor S dice no sentirse un mecenas. Es más: se pone incómodo cuando se lo califica así porque, según aclara, su intención es simplemente apoyar la actividad de los jóvenes teatristas y la suma que aporta es pequeña. Este abogado joven, padre de un hijo de seis años, llegó al teatro de manera casual. Una amiga le propuso ser el intérprete de un docente extranjero que venía a Andamio 90 a dictar un seminario. Aceptó, y desde entonces no para de ver teatro. Entre 40 y 50 producciones por año lo tienen como espectador y, además, dos muy buenas amigas lo asesoran de cerca: Viviana Tellas y Mariana Oberzstein.
Cuáles son los criterios de selección que utiliza a la hora de elegir a los premiados. Lo explica él: "En primer lugar, miro a alguien que esté muy comprometido con la actividad teatral; en segundo lugar, observo que esa persona resulte un artista de verdad, ya sea por sus búsquedas, su originalidad, su talento. Y en tercer lugar, que esa persona tenga una notable capacidad de producción. Trato de que no sólo influya mi gusto personal. A veces, puede suceder que un texto no me resulte tan atractivo, pero si quien lo hace me confirma que su labor es valiosa, siento que merece ser premiado".
El señor S cuenta también que no ve proyectos, carpetas o guiones, sino sólo espectáculos. Es un profundo defensor de los procesos creativos de las nuevas camadas de artistas alternativos.
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