jueves, 3 de diciembre de 2009

Los soviéticos de Terranova en La Plata

El escritor presenta su última novela en el C. C. Islas Malvinas
El escritor y un autorretrato con la complicidad de los espejos, elementos tan presentes en la obra de Borges.

Juan Terranova es un escritor inquieto. Para muestra basta su salto a través de los distintos géneros literarios: poesía (El ignorante), crónica (La virgen del Cerro y Peregrinaciones) y novela. La aparición de Los amigos soviéticos será el motor que servirá de excusa para su desembarco, esta tarde (a las 19.30), en La Plata. ¿El lugar? El Centro Cultural Islas Malvinas (19 y 51), en el marco del Ciclo Cuatro Ficciones que organiza el grupo editor Mil Botellas.

Además de todas las actividades enumeradas Terranova es reconocido por sus dotes de seleccionador para distintas antologías. Él mismo formó parte hace ya unos cuantos años de una de ellas: La Joven Guardia, coordinada por Maximiliano Tomas y que reunió a 20 jóvenes escritores de distintas tradiciones y estéticas. “Hace poco armé una nueva antología.

Generalmente pongo a mis amigos, porque son mis amigos y me gusta lo que escriben. A la hora de elegir soy bastante parcial, contrariamente a lo que debería ser no las veo como un espacio democrático. Se maneja en el territorio de la amistad. Cuando Maxi Tomas armó la de la Joven Guardia se esmeró bastante en conseguir escritores en actividad. Hoy ese campo de escritores jóvenes se amplió bastante y debe haber por lo menos 50, y los que participamos aquella vez ya no somos tan jóvenes. Yo tengo 34 años”, explicó a Diagonales.

–Entonces, ¿vale la pena el esfuerzo de hacer una antología, teniendo en cuenta que es tiempo que uno le quita a la creación propia?

–Lo que sucede es bastante injusto. Cuando terminás de hacerla te putean todos. Los que quedaron afuera porque no están; los que están adentro porque aparecen últimos o por alguna errata; y los lectores porque las ven como un artefacto raro, como puro marketing. Sienten una desconfianza hacia el objeto.

Pero sin embargo son algo interesante, porque armarlas es como hacer una fiesta en tu casa con un montón de amigos, en la que tirás un tema para que conversen. Y después como sucede en toda fiesta, está el que se emborracha y vomita la escalera, el que se va con la chica hermosa y el que se queda hablando con vos hasta las 5 de la mañana de política y literatura.

Todos deberían hacer su propia antología. Se aprende mucho y es una cosa muy sana.

–También ha aprovechado espacios como los blogs, de hecho en www.elconejodelasuerte.blogspot.com postea textos diariamente.

–Sí y es un formato que está algo viejo, que tiene ya sus 5 o 6 años. Haciendo un paralelo con la música, escribir en un diario, en el que uno le pagan y le dan el tema, te transformaría en un sesionista; mientras que los blogs son como una gran zapada, no importa si pifiás, si no estás inspirado, se hace al caer de la tarde, tiene esas reglas, hay improvisación, esa cosa grupal. Son una democracia imperfecta. Poseen componentes democráticos pero después está en un canal de acceso que compite con otros blogs.

–¿Cómo ve la actualidad de la literatura argentina?

–La veo bien. Como una gran ensalada en la que hay variedad para todos los gustos. Hay mucha efervescencia, muchas producciones, escritores buenos y malos, pero que también son interesantes.

Hay una gran camada de escritores jóvenes muy interesante e Internet permite que todos estén conectados. La gente que se queja es porque no tiene banda ancha o porque nos sabe. Hay mucha actividad en lugares como Buenos Aires, Córdoba, Rosario, La Plata. Es un momento de mucha riqueza y ebullición, y veo un momento parecido al del Centenario, como que hay un paralelismo. Mucha discusión, ebullición, nuevos medios al alcance de todos. La literatura actual la veo muy divertida, yo me divierto mucho.
Fuente: Diagonales

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