domingo, 19 de julio de 2009

Bajo las estrellas

El soplador de estrellas

Por Verónica Córdoba

Una historia de amor y sueños entre Bornolio, que se dedica a soplar estrellas, y su ayudante Cibelina, que trata de impedir que las sople. Un espectáculo clownesco tierno y divertido. A partir del 19 de julio en la Sala 420

En el mundo adolescente las estrellas juegan un rol de testigo, participan de grandes charlas con amigos o interminables caminatas. En otros casos acompañan jornadas de fogones frente al mar en alguna playa. Ya en el mundo adulto casi son desapercibidas, se saben que están y no presentan curiosidad, salvo en el caso de científicos que las observan casi a diario para analizar fenómenos. Debemos hacer entonces una parada por los interrogantes que generan las estrellas para los infantes. ¿A qué distancia se encuentro el inmenso techo de estrellas que me rodea? ¿En cuál estrella vive esa abuela que mamá me contó que desde arriba me mira si me porto bien o mal? Las estrellas, en su definición astronómica, son masas de gases, principalmente hidrógeno y helio, que emiten luz. Se encuentran a temperaturas muy elevadas. Los astrónomos han calculado que el número de estrellas de la Vía Láctea, la galaxia a la que pertenece el Sol, asciende a cientos de miles de millones. Sin embargo, el convivir desde que salimos al mundo y nos topamos con ellas nos hace vincularnos desde un lado más de fantasía y lejanía. Cada uno de nosotros elegimos a qué estrella pedir un deseo. O si preferimos el sol o la luna como acompañantes de nuestros días. Cada uno elige la estrella que le pertenece, sabiendo que la distancia impide el atesorarlas.

Como son imposibles de contar desde el lugar en que nos encontramos, sin uso de la tecnología adecuada, mucho más complejo sería alcanzar alguna. Protagonistas de historias, cuentos, leyendas, las estrellas son añoradas por científicos, creadores o simples mortales.

En El Soplador de estrellas, las estrellas son el vínculo entre los actores y la historia que se cuenta. A través de Alejandro Orduna, su director, sabemos de qué se trata la obra: “El Maestro Bornolio es un gran científico, que sueña con un mundo sin guerras, donde no existan el hambre, la contaminación ni la violencia... Desde siempre, la gente acostumbra a pedir deseos antes de apagar una vela. Pero la luz de las velas no le alcanza a este atípico inventor, habitante de una terraza abandonada desde donde desea grandes cosas para todos. Entonces, pide cientos, miles, miles de millones de deseos, cada vez que sopla una estrella. Y la apaga… ¿Cómo lo hace? Con su última creación: el gran Estelaeróforo Retráctil, un increíble y poderoso artefacto que le permite alcanzar una estrella a miles de años luz de la Tierra, ¡con un simple soplido!

Cibelina, la ayudanta, es una joven inocente, romántica y soñadora, que va por la vida mirando el cielo y pintando su belleza, para atesorarla por siempre en sus cuadros.
Al enterarse de que el cielo se está quedando sin estrellas, Cibelina hará todo lo posible para que Bornolio, inspirado por el amor, encuentre una nueva manera de cambiar el mundo... ¡Pero sin soplar! Juntos brindarán un claro y profundo mensaje basado en el amor dentro de un mágico mundo de deseos próximos a cumplir”.

-¿Qué diferencias encontrás trabajando para el público infantil?

En que hay que estar mucho más atento, que hay que estar atento a cada detalle. Que hay que estar más entrenado. El ojo espectador de los niños no tiene filtro, porque les gusta o no, y te lo van a decir. Hay como una tendencia a subestimar al público infantil, y todo lo contrario, me parece uno de los públicos más difíciles. Los niños tienen definitivamente un ojo más crítico.

¿Qué tiene de distinto esta adaptación a otras del Soplador de estrellas?

-La incorporación de un acróbata aéreo. La obra esta planteada como si fuese una especie de clown, lo que hicimos fue trabajarla en teatro, puro. Y además incorporamos un relator que se desprende de la disciplina del circo, para darle como más movimiento, más ritmo, otra opción visual para los espectadores.

-¿Por qué eligieron los textos de Ricardo Talento?

-Los textos llegan a través de uno de los actores de la obra. Teníamos el proyecto de realizar una obra pero con otros textos, y no se dio. Mágicamente aparece Jerónimo, con los textos de Talento y nos encantó el cuento, la idea central, además del desafío que plantea la obra desde lo espacial, nos pareció interesante generar ese espacio.

- ¿Por qué hacer esta obra?

Porque consideramos que el actor se hace trabajando. Que esto no tiene nada que ver con subestimar esta labor. Nosotros tenemos la necesidad de trabajar, este texto. Está bueno, nos gusta lo que contamos y queremos compartirlo con el público. La idea central del cuento nos parece que es muy piola para nenes, es una obra divertida y entretenida.

Ficha técnica

El soplador de estrellas. Basada en textos de Ricardo Talento. Elenco: Jerónimo Buffalo, María Inés Basalo, Celina Bragagnolo. Voz en off: Juan Manuel Díaz Luces. Escenografía y vestuario: Eugenia Kubli, Laura Roldán y Ezequiel Triccó. Asistencia de dirección: Nieves Nicolini. Diseño gráfico: Jésica Kiernan. Fotografía: Fabián Scarsella. Puesta en escena y dirección: Alejandro Orduna.
Funciones del domingo 19 de julio al domingo 2 De Agosto, todos los días a partir de las 17. Sala 420 calle 59 nº 886 e/ 12 y 13. Teléfono 489-3636.

Fuente: Hoy

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