EL BAÑERO Y SUS ADMIRADORAS, A CARGO DE UN ELENCO DOTADO DE GRACIA Y TALENTO.LA NUEVA PRODUCCION DE HUGO MIDON
Con un talentoso elenco que ronda los 17 años, "Playa Bonita" maravilla a chicos y grandes.
Por: Laura Gentile
Cómo hacer para que cada momento del espectáculo resulte encantador? ¿Cómo lograr que cada suceso en el escenario cuente algo, narre un estado de cosas, interese? ¿Cómo maravillar a chicos y grandes? Playa bonita, la nueva producción de Hugo Midón pareciera funcionar como una especie de decálogo vivo de la obra ideal.
Una de las claves de la delicia es el juvenil elenco conformado por ocho actrices y un actor, todos egresados de la propia escuela de teatro de Hugo Midón, Río Plateado, y con una edad promedio de 17 años. Un dream team híper talentoso capaz de bailar, actuar, fascinar. Federico Justo se suma a Magalí Antonowicz, Valentina Corbeña, Sofía Germino, Cecilia Gigena, Guadalupe Halfon, Sheila Saslavsky, Marian Vieyra y Michelle Wiernik, graciosas ondinas modernas.
La narración avanza de a pequeñas historias que pueden funcionar en forma autónoma: el dificultoso armado de la reposera tijera, el ardor que despierta el bañero, la infaltable y glamorosa producción de fotos donde la modelo es literalmente una estrella y el fotógrafo lleva el poco fashionista nombre de Pocho, el romance de la Sirenita Encantada y el Pez Espada, la mafia china...
Y cada tanto, una vendedora de pirulines muy cantarina, una promotora repartiendo sobrecitos de shampoo, una caribeña que busca un enchufe para su secador de pelo...
Los juegos de palabras y el recurso de las frases hechas aportan ironía a los textos. "Las dos somos muy buenas personas", jurarán dos extraños personajes salidos del mar, que está ahí nomás, delante de la primera fila. "Y nosotros, como seres humanos, tenemos la obligación moral de ayudarla...", proclamará un comedido bañista ante una viejita aparentemente perdida.
El vestuario de Mónica Toschi resulta exquisito: bañistas con trajes floreados, a lunares, retro, gorros de baño que pueden modificarse según el personaje, faldas hawaianas hechas con tiras de colores parecidas a las famosas cintas del Señor do Bonfim.
La infalible música de Carlos Gianni abarca desde cha cha chá pasando por una especie de tema de telenovela de los años 70 (Serenata del Pez Espada) hasta candombe para un final murguero.
Vivi Wlosko es la encargada de una preciosa coreografía con reminiscencias de Esther Williams. También colaboraron: el fallecido Héctor Malamud (que trabajó en los pequeños gags), Franco Carzedda, director del grupo de percusión Agua de Río (que estuvo a cargo de la preparación rítmica de la comparsa) y Oski Guzmán (quien colaboró para enseñar los pasos de la murga). Tanto detalle, tanta dedicación, tanto esmero logran reconstruir el efecto playa: un lugar al que siempre se tiene ganas de volver.
Fuente: Clarín
Cómo hacer para que cada momento del espectáculo resulte encantador? ¿Cómo lograr que cada suceso en el escenario cuente algo, narre un estado de cosas, interese? ¿Cómo maravillar a chicos y grandes? Playa bonita, la nueva producción de Hugo Midón pareciera funcionar como una especie de decálogo vivo de la obra ideal.
Una de las claves de la delicia es el juvenil elenco conformado por ocho actrices y un actor, todos egresados de la propia escuela de teatro de Hugo Midón, Río Plateado, y con una edad promedio de 17 años. Un dream team híper talentoso capaz de bailar, actuar, fascinar. Federico Justo se suma a Magalí Antonowicz, Valentina Corbeña, Sofía Germino, Cecilia Gigena, Guadalupe Halfon, Sheila Saslavsky, Marian Vieyra y Michelle Wiernik, graciosas ondinas modernas.
La narración avanza de a pequeñas historias que pueden funcionar en forma autónoma: el dificultoso armado de la reposera tijera, el ardor que despierta el bañero, la infaltable y glamorosa producción de fotos donde la modelo es literalmente una estrella y el fotógrafo lleva el poco fashionista nombre de Pocho, el romance de la Sirenita Encantada y el Pez Espada, la mafia china...
Y cada tanto, una vendedora de pirulines muy cantarina, una promotora repartiendo sobrecitos de shampoo, una caribeña que busca un enchufe para su secador de pelo...
Los juegos de palabras y el recurso de las frases hechas aportan ironía a los textos. "Las dos somos muy buenas personas", jurarán dos extraños personajes salidos del mar, que está ahí nomás, delante de la primera fila. "Y nosotros, como seres humanos, tenemos la obligación moral de ayudarla...", proclamará un comedido bañista ante una viejita aparentemente perdida.
El vestuario de Mónica Toschi resulta exquisito: bañistas con trajes floreados, a lunares, retro, gorros de baño que pueden modificarse según el personaje, faldas hawaianas hechas con tiras de colores parecidas a las famosas cintas del Señor do Bonfim.
La infalible música de Carlos Gianni abarca desde cha cha chá pasando por una especie de tema de telenovela de los años 70 (Serenata del Pez Espada) hasta candombe para un final murguero.
Vivi Wlosko es la encargada de una preciosa coreografía con reminiscencias de Esther Williams. También colaboraron: el fallecido Héctor Malamud (que trabajó en los pequeños gags), Franco Carzedda, director del grupo de percusión Agua de Río (que estuvo a cargo de la preparación rítmica de la comparsa) y Oski Guzmán (quien colaboró para enseñar los pasos de la murga). Tanto detalle, tanta dedicación, tanto esmero logran reconstruir el efecto playa: un lugar al que siempre se tiene ganas de volver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario