jueves, 19 de julio de 2007

Seis mujeres en busca de Cristina

Mariana A., Edda Bustamante, Julieta Vallina, Hilda Bernard, Carla Crespo y María Fiorentino Foto: Carlos Furman

Fetiche
. Texto y dirección de José María Muscari. Con: Mariana A., Hilda Bernard, Edda Bustamante, Carla Crespo, María Fiorentino y Julieta Vallina. Escenografía y vestuario: Marta Albertinazzi. Iluminación: Marcelo Alvarez. Música: Mauro García Barbé. Coreografía: Gabriela Barberio. Sonido: José Marincolo. En el teatro Sarmiento, Av. Sarmiento 2715. Duración: 90 minutos.

Nuestra opinión: buena

Experimentar una propuesta de José María Muscari siempre genera inquietud, sobre todo si se ha visto alguna de las muchas obras de este prolífico director que, en general, suele tener al espectador haciendo equilibrio entre la emoción, la risa, el espanto y la revulsión. Pero en esta ocasión, con su Fetiche , se puede disfrutar de un Muscari menos sórdido y más pop, lo que no significa, en absoluto, que sea menos agudo e inquisitivo.

Con el objetivo formal de contar la vida de una persona real (el fin del Proyecto Biodrama) sobre los hombros, Muscari parecería haberse corrido de cierto deseo, casi siempre latente en sus trabajos, de escandalizar. Así, se lo puede descubrir a través de esta obra más divertido, más emotivo, aunque siempre bien Muscari. Y uno de sus sellos se vislumbra con sólo entrar en la sala y esperar a que comience la función: antes de que esto suceda las actrices toman la platea y la hacen propia, cosa que continúa sucediendo a lo largo de toda la obra. Es que para contar la vida de la fisicoculturista Cristina Musumeci, Muscari necesita mucho espacio y muchas mujeres.

Entonces aparecen en escena las seis actrices que interpretan distintas caras o facetas de la vida de la culturista. Carla Crespo toma la juventud, la inexperiencia; Julieta Vallina, el vínculo con la comida y la voz cantante (literalmente); María Fiorentino, el costado más pensante; Hilda Bernard, la vejez; Mariana A., lo masculino y femenino, y Edda Bustamante, su veta más sexual.

Todas para una

Aunque todas estas Cristinas son una sola, interactúan entre ellas, se pelean, se ayudan, se recriminan, se quieren, como cualquiera lo puede hacer dentro de su cabeza. Y en esa interacción se va conociendo a esta Cristina Musumeci real, la que Muscari quiso pintar. Una mujer fuerte, tan adicta a la musculación como a las películas en video, religiosa, discutidora, sexy, y muy sola.

Cada actriz logra meterse en el rol que le toca con suma naturalidad, sobre todo porque todas tienen algo de lo que plasman de Musumeci. Así, cada actriz es el rol y es ella misma en escena. Por momentos, cada una son dos por lo que llega a haber en el escenario doce mujeres contando algo propio y algo ajeno. Un collage que ayuda a descubrir al personaje real de una manera fragmentada.

El planteo de Muscari está hecho de recortes en los que se alternan música, baile (la primera coreografía sobre las bicicletas es preciosa), soliloquios y discusiones grupales. Esto mismo que hace muy atractiva la propuesta, por momentos la lentifica y la vuelve un poco dispersa.

Aun así Fetiche es un biodrama más que recomendable, que tiene en la escenografía, el vestuario y, sobre todo, en la música, grandes aliados.

Verónica Pagés
Fuente: La Nación

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