viernes, 8 de febrero de 2008

Sobre cómo actuar lo pornográfico

Una de las escenas de este nuevo intento de Casavalle

Pornodrama II, en el teatro Belisario

Nuevo espectáculo del director Alejandro Casavalle y el grupo Dixz Teatro

En varias oportunidades, la literatura, las artes plásticas y el cine han visitado el mundo de lo pornográfico. Pero por diferentes motivos, seguramente relacionados con poner el cuerpo, el teatro local es un tanto esquivo a tratar el tema de lo porno y llevarlo a un escenario. En esa delicada línea, el director Alejandro Casavalle estrenó ayer Pornodrama II-un esquimal .

Como para dejar en claro cómo viene la mano (o simple cuestión marketinera), la información de prensa advierte que el espectáculo contiene escenas de sexo explícito y que es prohibido para menores de 18 años. El espectáculo se ofrece en una zona de la avenida Corrientes en la cual conviven el teatro oficial con las obras de picaresca, librerías, cines porno, centros culturales y bares atendidos por chicas con "ropas ligeras", como se hubiera dicho en otros tiempos.

"Tuvimos la posibilidad de presentar la obra en Espacio Callejón [típica sala del circuito alternativo de Almagro], pero preferimos el Belisario, que es un oasis en medio de la avenida Corrientes. Acá sí va a aparecer el espectador casual al cual le dan volantes de todo tipo y paga la entrada porque lee algo relacionado con lo porno. Claro que, por otro lado, seguramente vendrá el espectador más informado", apunta Casavalle, quien hace unos años presentó una obra en el baño del Malba.

Para aclarar el panorama, apunta: "Verdaderamente hay escenas que visualmente son de sexo explícito, pero tienen que ver con el terreno del teatro. Tenemos que aprender a dividir la ficción de la realidad. El teatro no es real, es teatro. Y nosotros somos gente de teatro, hacemos teatro".

Casavalle dice que llegó al tema de lo porno casi por casualidad a partir de unos ensayos con sus alumnos. Aquello terminó en un trabajo, llamado Punto genital. Pornograma 1 , que se estrenó en la sala Aktuar en 2003. "Yo pensaba que iba a venir un público de 20 y 30 años atraído por el tema del sexo. Sin embargo, comenzó a aparecer un público de 40 y 50 años, un público teatrero", cuenta mientras los actores (Carolina Refusa, Pedro Di Salvia, Juan Pablo Carrasco y Lizzy Pane) se preparan para una pasada de esta obra.

El director cree que en todo esto hay dos cosas en juego: lo erótico y lo porno. "Lo erótico está en el terreno de eros y lo porno está en el terreno de thanatos. Lo porno es la literalidad de algo, no la poesía de algo", afirma.

-¿Por qué ubicás a lo porno en el terreno de thanatos?

-Porque te vacía absolutamente y el vacío es muerte. Cuando eso se vuelve demasiado literal, es el vacío total. Y eso está relacionado con la mirada obscena, con aquello que está fuera de la escena. Esa mirada la traspasé a Pornodrama II a partir del uso de una cámara de video que está filmando en tiempo real y que se proyecta al fondo del espacio. Así es que el hecho teatral convive con una pantalla. La pornografía trabaja mucho con el plano detalle y yo necesitaba apelar a eso para hacer visible lo pornográfico.

La obra, basada en un texto original de Javier Magistris, cuenta la historia de dos amigos de unos 45 años atraídos por el universo swinger. Y, claro, aparecen ellas dos para completar la cosa. A partir de ese disparador, la pieza intenta cuestionar algunas conductas y algunos temas latentes de nuestra sociedad.

-En cierto sentido, el espectáculo necesita incomodar al público. ¿Cómo se maneja esa situación aunque se trate de una reflexión teatral sobre lo pornográfico?

-Es interesante. Quizá la gente venga con cierto morbo. Si el espectador se encuentra transformado, habremos logrado el objetivo. Si el espectador, como me pasó con una persona en Punto genital , se terminara masturbando, habría que tirar todo a la basura, porque no es lo que quiero hacer.

Por lo pronto, el proceso de ensayo de Pornodrama II no fue fácil. Por eso mismo, convocaron a un psicólogo para que los ayudara a transitar esa delicada línea roja que es parte constitutiva de esta nueva propuesta. Las cartas ya están jugadas.

Alejandro Cruz

PARA AGENDAR

Pornodrama II, de Alejandro Casavalle

Teatro Belisario, Corrientes 1642. Funciones los jueves, a las 22, y los viernes y sábados, a las 23. Entradas desde 15 pesos.

Fuente: La Nación

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