TEATRO: LA OBRA DE JOSE MARIA MUSCARI EN LA CALLE CORRIENTES
En Catch, las mujeres se suben al ring y escandalizan. La obra plantea registros sórdidos y morbosos.
Hay un halo paternal entre José María Muscari y sus mujeres de Catch. Las chicas rudas, que se embarran y se brindan roces brutales y coqueteos sado-lésbicos en el escenario del Lorange de jueves a domingo, devienen en dóciles criaturas del director. "Así hay que tenerlas", bromea mientras reubica a sus actrices y a Cristian Morales para la entrevista.
Catch llegó al Lorange de Carlos Rottenberg, después de varias funciones de una especie de "work in progress" en el Adán Buenos Ayres de Parque Chacabuco. Lo que se puede ver por estos días, a diferencia del año pasado, tiene menos chicas, una batería potenciada de insultos, la coreografía de Luis Biasotto de grupo Krapp y la ausencia de "El chancho" (ver recuadro). Un panfleto que va y viene por la avenida Corrientes y promociona la obra es bien explícito, con la ecuación mujeres en el barro + sexo entre chicas. El resultado es la respuesta muscariana, llevada al paroxismo, de "¿qué pasa con el universo femenino en ausencia de hombres?" Aclaremos que Catch es una comedia, morbosa, sórdida; que hay entrenadoras y que tienen, a su vez, bandos de mujeres que compiten. Y una celadora anciana, especie de alma mater de las demás luchadoras, con un hijo travesti: Memeca.
Sábado 23.45.
Cuerpos freak en el escenario y, abajo, cabecitas desquiciadas, miradas sedientas de hombres maduros y parejas de todas las edades que amenazan levantarse pero que finalmente se quedan en sus asientos. Música de Sandra Mihanovich y un aplastante olor de pomadas desinflamantes. La propuesta se desmadra en un pastiche en el que entran alusiones a Firmenich, mientras un travesti corre desnudo entre las butacas con una mujer azotándolo en la espalda. Es interesante ver las reacciones de los que se acercan a la obra y son rozados por nalgas, rodillas, pechos de cuerpos desnudos, en plena aceleración. Algunos abandonan la función, pero se los pueden contar con los dedos de las manos.
Tres de las chicas Catch, Laura Espínola, Marina Robagliati y Pía Pecora cuentan que le han propuesto hacer una película porno y que ya se grabaron varias "caras que han venido más de una vez. Grupitos que vienen bastante seguido", dice Espínola. Pécora, la del afiche, compitió en lucha libre y entrenó durante mucho tiempo en el C.E.N.A.R.D. Esta es su segunda experiencia en teatro. Antes de Catch hizo una obra para chicos.
Muscari dice que armó su elenco a partir de individualidades. "Sabía que Cristian Morales quería cambiarse de sexo y eso había que potenciarlo. Del resto de las chicas quedaron las que aguantaron el ritmo de la obra y todas me sedujeron por algo."
En una nota planteabas lo bizarro únicamente como lenguaje, ¿no pensás que, finalmente, termina imponiéndose como propuesta de cada una de tus obras?
Lo bizarro es una de las propuestas que manejo, es mi humor y el registro que uso en la mayoría de mis obras. Y no sólo dentro del off, cuando hice Desangradas en glamour tenía a Martha Bianchi disfrazada de Gatubela gateando por el escenario; o Alicia maravilla con Florencia Peña, famosa por sus tetas, haciendo teatro para chicos. Hay distintas propuestas que siempre termino llevando para el lado bizarresco, no sé, por ahora uso este lenguaje que también tiene que ver con salir de lo políticamente correcto.
Esa salida es previsible, diría que hasta no hay sorpresa: lo zafado es algo que se espera.
Creo que sí, en este caso esta bien aclarado desde el vamos. El que viene a ver algo mío tiene una idea de lo que se va a encontrar. Pero fuera de eso, esta bueno que el público se dé cuenta de que no sólo Brandoni con Justo en lo mejor de mi vida, es teatro. Esto también lo es. La gente joven entiende que el teatro no es algo arcaico y pretencioso.
Oscilás entre lo comercial y lo que habitualmente se denomina off, ¿cuál sentís que es tu lugar?
No me ha ido bien con algunas
obras en las que me largue con un elenco fuerte y en una buena sala. Me han criticado mucho, por ejemplo, en Desangradas en glamour y creo que algo de razón tenían. De eso se aprende. El lugar donde me siento más cómodo no es siempre el mismo.
¿Que pasó cuando te llamó Rottenberg para venir a la calle Corrientes?
Tuve bastante miedo. Pensaba estrenarla pero no en Corrientes, creía que la obra era demasiado guarra. Pero una vez acá, Catch se hizo una aplanadora. Finalmente es una comedia tiene cosas que funcionan como un reloj, ¿por qué no podía tener una temporada en el Lorange?
Fuente: Clarín
En Catch, las mujeres se suben al ring y escandalizan. La obra plantea registros sórdidos y morbosos.
Hay un halo paternal entre José María Muscari y sus mujeres de Catch. Las chicas rudas, que se embarran y se brindan roces brutales y coqueteos sado-lésbicos en el escenario del Lorange de jueves a domingo, devienen en dóciles criaturas del director. "Así hay que tenerlas", bromea mientras reubica a sus actrices y a Cristian Morales para la entrevista.
Catch llegó al Lorange de Carlos Rottenberg, después de varias funciones de una especie de "work in progress" en el Adán Buenos Ayres de Parque Chacabuco. Lo que se puede ver por estos días, a diferencia del año pasado, tiene menos chicas, una batería potenciada de insultos, la coreografía de Luis Biasotto de grupo Krapp y la ausencia de "El chancho" (ver recuadro). Un panfleto que va y viene por la avenida Corrientes y promociona la obra es bien explícito, con la ecuación mujeres en el barro + sexo entre chicas. El resultado es la respuesta muscariana, llevada al paroxismo, de "¿qué pasa con el universo femenino en ausencia de hombres?" Aclaremos que Catch es una comedia, morbosa, sórdida; que hay entrenadoras y que tienen, a su vez, bandos de mujeres que compiten. Y una celadora anciana, especie de alma mater de las demás luchadoras, con un hijo travesti: Memeca.
Sábado 23.45.
Cuerpos freak en el escenario y, abajo, cabecitas desquiciadas, miradas sedientas de hombres maduros y parejas de todas las edades que amenazan levantarse pero que finalmente se quedan en sus asientos. Música de Sandra Mihanovich y un aplastante olor de pomadas desinflamantes. La propuesta se desmadra en un pastiche en el que entran alusiones a Firmenich, mientras un travesti corre desnudo entre las butacas con una mujer azotándolo en la espalda. Es interesante ver las reacciones de los que se acercan a la obra y son rozados por nalgas, rodillas, pechos de cuerpos desnudos, en plena aceleración. Algunos abandonan la función, pero se los pueden contar con los dedos de las manos.
Tres de las chicas Catch, Laura Espínola, Marina Robagliati y Pía Pecora cuentan que le han propuesto hacer una película porno y que ya se grabaron varias "caras que han venido más de una vez. Grupitos que vienen bastante seguido", dice Espínola. Pécora, la del afiche, compitió en lucha libre y entrenó durante mucho tiempo en el C.E.N.A.R.D. Esta es su segunda experiencia en teatro. Antes de Catch hizo una obra para chicos.
Muscari dice que armó su elenco a partir de individualidades. "Sabía que Cristian Morales quería cambiarse de sexo y eso había que potenciarlo. Del resto de las chicas quedaron las que aguantaron el ritmo de la obra y todas me sedujeron por algo."
En una nota planteabas lo bizarro únicamente como lenguaje, ¿no pensás que, finalmente, termina imponiéndose como propuesta de cada una de tus obras?
Lo bizarro es una de las propuestas que manejo, es mi humor y el registro que uso en la mayoría de mis obras. Y no sólo dentro del off, cuando hice Desangradas en glamour tenía a Martha Bianchi disfrazada de Gatubela gateando por el escenario; o Alicia maravilla con Florencia Peña, famosa por sus tetas, haciendo teatro para chicos. Hay distintas propuestas que siempre termino llevando para el lado bizarresco, no sé, por ahora uso este lenguaje que también tiene que ver con salir de lo políticamente correcto.
Esa salida es previsible, diría que hasta no hay sorpresa: lo zafado es algo que se espera.
Creo que sí, en este caso esta bien aclarado desde el vamos. El que viene a ver algo mío tiene una idea de lo que se va a encontrar. Pero fuera de eso, esta bueno que el público se dé cuenta de que no sólo Brandoni con Justo en lo mejor de mi vida, es teatro. Esto también lo es. La gente joven entiende que el teatro no es algo arcaico y pretencioso.
Oscilás entre lo comercial y lo que habitualmente se denomina off, ¿cuál sentís que es tu lugar?
No me ha ido bien con algunas
obras en las que me largue con un elenco fuerte y en una buena sala. Me han criticado mucho, por ejemplo, en Desangradas en glamour y creo que algo de razón tenían. De eso se aprende. El lugar donde me siento más cómodo no es siempre el mismo.
¿Que pasó cuando te llamó Rottenberg para venir a la calle Corrientes?
Tuve bastante miedo. Pensaba estrenarla pero no en Corrientes, creía que la obra era demasiado guarra. Pero una vez acá, Catch se hizo una aplanadora. Finalmente es una comedia tiene cosas que funcionan como un reloj, ¿por qué no podía tener una temporada en el Lorange?
Fuente: Clarín
ya que muscari vive de los medios ¿por qué no trabaja en los medios? de teatro no entiende, salvo de taquillas
ResponderEliminartodos haríamos más negocio si se dedicara honestamente a los suyo: el tráfico de imágenes intermitentes...
No comparto para nada tu comentario, yo creo que Muscari entiende mucho de teatro, te puede gustar o no, a mí personalmente me gustaron algunas cosas mucho y otras no tanto, pero creo que no se lo puede descalificar de ninguna manera sin fundamento.
ResponderEliminar