lunes, 10 de noviembre de 2003

Teatro infantil para todos, en un festival

TERMINO UN CICLO INTERNACIONAL EN BUENOS AIRES
Más de 6.000 personas vieron, en seis salas, 17 espectáculos.

Por Jéssica Fainsod

Para algunos, el teatro para chicos puede parecer un género de poca trascendencia. Pero no para los nenes y los padres a la hora de elegir un espectáculo. Por suerte, existen autores que saben que estas cuestiones tienen importancia. Esto quedó claro en el Primer Festival Internacional de Teatro Infantil (ATINA) que se realizó en Buenos Aires y terminó ayer. Más de seis mil personas concurrieron a los 17 espectáculos, en las seis salas utilizadas para el encuentro.

Una bota para lluvia amarilla puede transformase en un travieso pato. Un sombrero y un guante, en un movedizo caracol. Y de un simple centímetro puede surgir desde una jirafa hasta una mariposa. Así es "Animales", el unipersonal de títeres que el grupo El Retablo, de España, presentó en el Festival. Su autor, director e intérprete, Pablo Vergne, logró cautivar, arrancar carcajadas y aplausos a nenes de 2 a 5 años.

Distinta fue la reacción de los alumnos de sexto grado de la Escuela 25, de Saavedra. Un silencio profundo cubrió la sala del auditorio UPB, de Belgrano. Es que la obra "Malas palabras", del Grupo 55 de México, no era en broma. En ella, su autora, Perla Szuchmacher, desplegó un tema inusual y difícil en el teatro infantil, pero muy común en la cotidianeidad familiar: el silencio ante algunos hechos conflictivos. En este caso, Flor descubre que es adoptada después de diez años. Por eso dice en el final: "Las palabras no son buenas ni malas. Lo que importa es cómo se las usa. Ahora sé que las únicas malas palabras son las que se callan".

A pesar de que el Festival ya concluyó, todavía hay una chance para ver "Malas palabras". La obra volverá a montarse el miércoles, a las 19, en el teatro Del otro lado, Lambaré 866.

En ATINA también hubo talleres dirigidos a profesionales. Y el sábado, la Compañía Teatral Canadiense de Mimos "Theatre Beyond Words" enseñó pantomima con máscaras a chicos del comedor comunitario Pata Pila, del Asentamiento 8 de Mayo, del Barrio Libertador de José León Suárez.

El cierre del Festival Internacional de Teatro Infantil fue a puro circo, con una fiesta callejera en el Centro Cultural Espacios, de Villa Ballester. A bordo de un destartalado camioncito humano, el espectáculo "Ronda", de Gerardo Hochman, pinceló con música y colores la despedida. También hubo espacio para la danza con el conjunto folclórico Cielo Arriba, de Jorge Gribo. Así quedó más que claro que hacer cosas para chicos es un tema serio.

Fuente: Clarín

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