viernes, 22 de diciembre de 2000

Entre brindis y campanas

TEATRO: EL TEATRO DEL PUEBLO CELEBRO SUS PRIMEROS SETENTA
Figuras del teatro y la cultura evocaron al fundador, Leónidas Barletta.

MABEL ITZCOVIC

Un homenaje a los maestros y un apoyo esperanzado a las nuevas generaciones teatrales fueron los sentimientos predominantes en el acto realizado el martes en el Teatro del Pueblo para conmemorar los setenta años de la institución y los diez de la Fundación Carlos Somigliana (SOMI).

Actores, dramaturgos, gente del teatro y de la cultura desbordaron sala y pasillos. Estaban presentes desde las actrices que constituyeron el primer elenco del Teatro del Pueblo —Celia y Rosa Eresky—, hasta las figuras señeras de Alejandra Boero o María Rosa Gallo, así como los nuevos actores que se incorporaron en los últimos años como Malena Figo, Sergio Surraco o Ana Yovino.

Para recordar el pasado se exhibieron vestuarios, bocetos, fotografías y elementos escenográficos de obras que se realizaron en la primera época, en una muestra organizada por Marta Degracia con la colaboración de Rina Gabé, y que trajo a la memoria personajes y documentos de esos tiempos.

Y para dar cuenta del espíritu que estuvo en los orígenes que abrió el camino para el teatro independiente habló Roberto Cossa, quien trazó un panorama de las vicisitudes políticas y militares que agitaban al país en 1930, mientras en una lechería de Corrientes y el bajo nacía el Teatro del Pueblo gracias a Leónidas Barletta, un hombre que —como dijo Roberto Cossa— "con obcecación y rebeldía creyó en el teatro como un lugar de lucha, por lo que el Teatro del Pueblo hizo a la historia de nuestra cultura".

Y para poner más cercana la evocación del fundador del Teatro del Pueblo, Cossa invitó al escenario a Alejadra Boero y a Onofre Lovero, a quienes definió como "nuestros referentes y maestros" y que subieron acompañados por una joven actriz que debutará el año próximo en el Teatro del Pueblo. María Laura Berch, leyó partes del libro El hombre de la campana, que Raúl Larra dedicó a Barletta.

Entre los presentes en la celebración estuvo el director del Complejo Teatral de Buenos Aires, Kive Staiff, afirmó: "Este fue un teatro que tuvo una respuesta de contenido sociocultural y político e instaló el interés por autores desconocidos en Buenos Aires. En lo personal, recuerdo haber asistido a funciones con el legendario elenco de Leónidas Barletta, con Josefa Goldar, con las hermanas Eresky, con Pascual Nacaratti. Por eso todo esto tiene también para mí un contenido ya que, tal vez, despertó mi pasión por el teatro". Para la actriz María Rosa Gallo, "El Teatro del Pueblo es como una linterna mágica. Ha tenido una vida tan hermosa que vale la pena festejar estos 70 años".

Alejandra Boero enfatizó la alegría que le provocaba pensar que esto es el resultado de tantos años de lucha y tanta fidelidad a una idea. "Y en un momento como éste, son las cosas que hay que festejar. Por algo nos tenemos que poner contentos alguna vez. ¿No les parece?".

Por su parte, el editor Daniel Divinsky evocó: "Yo empecé a ver teatro aquí; venía con mis viejos. Y ahora es un espacio autogestionado, donde se puede experimentar y hacer obras aunque la rentabilidad sea solo una esperanza.

Al concluir el acto, Tito Cossa se refirió también a los diez años que cumplió en la misma fecha la Fundación Somigliana. Y terminó convocando a los presentes a reunirse dentro de sesenta años para hacer un nuevo balance.

Finalmente, para terminar con un gesto simbólico, invitó las actrices Celia y Rosa Eresky a hacer tañer la mítica campana con la que el viejo teatro anunciaba sus funciones y que actualmente preside la entrada de la sala. "Y después —dijo— vamos a tomar vino, que para eso también estamos en este mundo".


Fuente: Clarín

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