ESCULTURAS CON TRONCOS
Ya hay algunos tótems, un cocodrilo, una flor y hasta un pie enterrado
La propuesta "El arte del árbol caído", crece en el Parque Saavedra. Al largo tronco ya cargado de delfines, sapos, pájaros y un rinoceronte y que comenzó siendo la atracción escultórica y lúdica del paseo, se suman otras figuras, como tres tótems, un pie enterrado, un cocodrilo y una flor. Habrá más, según se proyecta, porque se han incorporado a artistas plásticos y se invita a la comunidad a participar con sus creaciones de la iniciativa.
El puntapié inicial lo dio Fernando Rigone, un profesor de literatura de 31 años que "despunta el vicio" del tallado desde que era un niño. Al joven se le ocurrió aprovechar un tronco de 25 metros de largo que había sido derribado por una tormenta en medio del parque de 12 y 64. Comenzó a esculpirlo y terminó desarrollando un juego infantil decorado con distintas estatuillas de animales y que los chicos atraviesan por debajo como si fuera una cueva.
Rigone es el autor, además, de "Niña 2010", una estatuilla, también ideada a partir de la estructura de un árbol caído, ubicada en la rambla de 13 y 69, y que llama la atención a quienes pasan por el lugar.
Otros jóvenes ya están en la movida. Martín Carossino (26) se acercó al parque para recrear formas con los árboles muertos. A él le interesó que la propuesta sea interactiva, según la definió. "Es un lugar por el que pasan muchas personas. Como el tallado es abierto a todos, la gente hace su intervención. Hay padres de chicos que se atienden en el Hospital de Niños, nos ven trabajar y se suman a hacer su aporte", contó el escultor.
La idea, se explicó, es montar una suerte de galería de esculturas de madera. "Tenemos la intención de armar un espacio común para varios artistas. Por ahora son tres escultores y estamos convocando a quien quiera sumarse. Necesitamos incluso artistas plásticos que se ofrezcan para pintar las esculturas", comentó el titular de la dirección de Eventos Culturales, Martín Moreno, quien apunta, señaló, a "que todo esto concluya en un paseo de esculturas que llamamos 'Arte del árbol caído'".
En rigor, lo que se hace con este proyecto es reconvertir un ejemplar muerto en una pieza de arte. Además, el objetivo es que "donde cae el árbol, ahí queda". Rigone añadió que "se trata de enriquecer el patrimonio cultural del parque con las especies que ya no están en pie".
Para hacer posible que las obras duren un poco más de tiempo sin que el sol y los factores climáticos las afecten se planea pintarlas con aceite o gasoil.
El lugar se perfila como un gran espacio multidisciplinario en torno a la Casa Benoit, que tras un trabajo de recuperación quedó totalmente remozada. Además de exhibiciones de artes plásticas y fotografías que se renuevan, los fines de semana actúan grupos musicales.
La antigua casilla de madera y chapa habría sido el lugar, según tradición oral de los platenses, donde a fines del siglo XIX el ingeniero Pedro Benoit (1836-1897) diseñó los planos de los templos principales de nuestra ciudad. Unico vestigio material sobreviviente de las primeras construcciones que se levantaron en La Plata, fue declarada Monumento Histórico Provincial en 1990.
Fuente: http://www.eldia.com.ar/edis/20101114/laciudad9.htm
Ya hay algunos tótems, un cocodrilo, una flor y hasta un pie enterrado
La propuesta "El arte del árbol caído", crece en el Parque Saavedra. Al largo tronco ya cargado de delfines, sapos, pájaros y un rinoceronte y que comenzó siendo la atracción escultórica y lúdica del paseo, se suman otras figuras, como tres tótems, un pie enterrado, un cocodrilo y una flor. Habrá más, según se proyecta, porque se han incorporado a artistas plásticos y se invita a la comunidad a participar con sus creaciones de la iniciativa.
El puntapié inicial lo dio Fernando Rigone, un profesor de literatura de 31 años que "despunta el vicio" del tallado desde que era un niño. Al joven se le ocurrió aprovechar un tronco de 25 metros de largo que había sido derribado por una tormenta en medio del parque de 12 y 64. Comenzó a esculpirlo y terminó desarrollando un juego infantil decorado con distintas estatuillas de animales y que los chicos atraviesan por debajo como si fuera una cueva.
Rigone es el autor, además, de "Niña 2010", una estatuilla, también ideada a partir de la estructura de un árbol caído, ubicada en la rambla de 13 y 69, y que llama la atención a quienes pasan por el lugar.
Otros jóvenes ya están en la movida. Martín Carossino (26) se acercó al parque para recrear formas con los árboles muertos. A él le interesó que la propuesta sea interactiva, según la definió. "Es un lugar por el que pasan muchas personas. Como el tallado es abierto a todos, la gente hace su intervención. Hay padres de chicos que se atienden en el Hospital de Niños, nos ven trabajar y se suman a hacer su aporte", contó el escultor.
La idea, se explicó, es montar una suerte de galería de esculturas de madera. "Tenemos la intención de armar un espacio común para varios artistas. Por ahora son tres escultores y estamos convocando a quien quiera sumarse. Necesitamos incluso artistas plásticos que se ofrezcan para pintar las esculturas", comentó el titular de la dirección de Eventos Culturales, Martín Moreno, quien apunta, señaló, a "que todo esto concluya en un paseo de esculturas que llamamos 'Arte del árbol caído'".
En rigor, lo que se hace con este proyecto es reconvertir un ejemplar muerto en una pieza de arte. Además, el objetivo es que "donde cae el árbol, ahí queda". Rigone añadió que "se trata de enriquecer el patrimonio cultural del parque con las especies que ya no están en pie".
Para hacer posible que las obras duren un poco más de tiempo sin que el sol y los factores climáticos las afecten se planea pintarlas con aceite o gasoil.
El lugar se perfila como un gran espacio multidisciplinario en torno a la Casa Benoit, que tras un trabajo de recuperación quedó totalmente remozada. Además de exhibiciones de artes plásticas y fotografías que se renuevan, los fines de semana actúan grupos musicales.
La antigua casilla de madera y chapa habría sido el lugar, según tradición oral de los platenses, donde a fines del siglo XIX el ingeniero Pedro Benoit (1836-1897) diseñó los planos de los templos principales de nuestra ciudad. Unico vestigio material sobreviviente de las primeras construcciones que se levantaron en La Plata, fue declarada Monumento Histórico Provincial en 1990.
Fuente: http://www.eldia.com.ar/edis/20101114/laciudad9.htm
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