jueves, 5 de agosto de 2010

“Los recuerdos están en el aire platense, y los necesito casi como a una vitamina”

PLAZA SHOW

05-08-2010 / Sergio Pángaro regresa el próximo sábado al Teatro Café Concert junto a Baccarat

“Lluvia dorada cae otra vez. / Oro en polvo Federico, yo te adoré. / Tren en Tolosa, tarde de sol, / con la sensación de no hacer nada mejor. / Las mejores fiestas se hacen acá, / las mejores risas se oyen acá, / los mejores tragos se preparan acá / y los mejores puñales se clavan acá. / Cena en Edgardo, lo más clase B. / Cabezas de jíbaros, amigos y Fernet. / Vida casting, encanto fatal, / te deseo suerte, soy pared frontal./(…) No quiero que me olvides, / rayo de luna sobre la tres. / No quiero que me olvides, / vida platense dulce y cruel”, cantaba Sergio Pángaro desde “Lluvia dorada” a mediados de los ‘90. El músico era uno de los principales animadores de aquella escena, a la que regresará el próximo sábado, a las 21.30, junto a Baccarat para ofrecer en el Teatro Café Concert (calle 43 entre 7 y 8) parte de ese repertorio que traslada al oyente por distintos lugares y escenarios del mundo. “Casi que necesito el aire de La Plata como vitamina, porque recordar los orígenes en esa ciudad es muy noble”, remarcó Pángaro durante la entrevista con Diagonales.

¿Qué particularidades tendrá el show de Baccarat del próximo sábado?

Las novedades con respecto a shows anteriores es que incorporamos músicos nuevos, con los que estuvimos tocando todo este último tiempo y preparando un repertorio con algunas canciones que teníamos reservadas para nuestro próximo disco y que se han sumado. A Baccarat entró una cantante nueva, que se llama Mercedes Monserrat que se suma a Adriana Vázquez; hay una sección de vientos –saxos y trompetas–. Y desde lo musical buscamos resolver la cuestión que había quedado un poco inconclusa y que tiene que ver con el uso de samplers, que estaba justificado de algún modo conceptualmente en los ‘90 y principios de 2000, cuando ya teníamos esta idea de acompañarnos de músicos que ya están en la historia de la música por medio del fonograma. Así que en un punto desde esa reductividad que habíamos usado, nos vimos un poco impulsados por el conocimiento a investigar un poco más otros ritmos.
Con el tiempo uno empieza a desmenuzarlos y trata de entender de que manera se hace y se va rodeando de músicos que también tienen esa idea. En este caso Leonardo Mini, que es guitarrista y fue el director de las Mil Copas y se caía de maduro que tenía que ayudarme con los arreglos, es un buen orquestador. Por otro lado, lo que hace a la base –bajo y batería–son músicos que vienen de distintas formaciones. El baterista viene del pop, es Gabriel Muscio y toca en el grupo Ahora; y del bajo se ocupa Román Tardella, que toca en una banda de ska–root que se llama Manchesta y que es bastante conocida en el ámbito de esta música, junto con Bona el saxofonista que también toca en esta banda; del saxo barítono se ocupa Alejandro Chomiks, ex integrante de la big band. Esas son de alguna manera las adquisiciones.

Eso desde lo musical, ¿y en lo que respecta a la escena?

• Con respecto a la temática como que estábamos analizando una especie de tendencia que tiene Baccarat desde las letras al menos y también en el uso de los ritmos a representar como lo extremo, por un lado los boleros que son casi acongojantes, desde la letra también, desesperados; y por el lado de los ritmos que son desenfrenados con respecto al rock & roll, al twist y el calipso, estaba como esa contraposición polar. Y dijimos bueno lo mejor es lo equilibrado, y uno toma esa expresión como lo ideal. Lo equilibrado está en relación con lo moderado o con una compensación de esos extremos. Ese vendría a ser el planteo nuestro. Estaba esa cuestión de si ese equilibrio puede ser polar o si uno debía enfrascarse en distintos elementos que hacen un equilibro y no solamente a dos. Si es el eros y thanatos, esa situación de amor–odio, eso que decía Demócrito entorno a ‘lo que hace conformar algo o desintegrarlo’. Y vamos a ver si aparece un tercer o cuarto elemento que pueda equilibrar esa situación o no, si solo hay que amoldarse a estos dos polos.

Mencionó que en el horizonte cercano hay un nuevo disco, ¿qué puede contarnos de él?

• El repertorio está más que cerrado porque en realidad hay como 20 canciones posibles y se siguen sumando. Por una especie de orden, por las actividades que tenemos seguramente va a salir en marzo del próximo año. Y antes de fin de año lo que queremos es mostrar un anticipo con unos clips, con unas imágenes y canciones. Una especie de anticipo de lo que va a ser la próxima producción.
Hace un rato cuando habló de los samplers remitió esa utilización a los años’90, una década que lo tuvo como uno de los protagonistas de lo que fue la escena en La Plata. Cuando regresa a la ciudad para actuar, ¿se le suelen presentar recuerdos como aquellas noches en el Tinto Bar?
Sí, totalmente. A parte porque está en el aire, en el aire de La Plata. Y en realidad es como que lo necesito casi como una especie de vitamina, porque el recordar los orígenes de La Plata es muy noble, en el sentido en que la ciudad genera como una alternativa por decirlo, como una particular visión de lo que es la expresión escénica. Siempre están apareciendo artistas que sorprenden con su propuesta, y La Plata en todas las épocas fue especial, no te voy a decir que daba clases pero sí es como una zona sanamente aislada a influencias textuales de afuera, de Estados Unidos o Inglaterra. Como lo es Buenos Aires que es más permeable a estos influjos incluso de la moda. En cambio La Plata es como que traza su propio itinerario, como esas grandes metrópolis culturales que en otros países si equilibran y en el caso de Argentina como que parece que centraliza Buenos Aires. La Plata tiene eso, es muy particular.

En los últimos tiempos también pasó por el cine y sorprendió a muchos con su participación en el film El artista de Mariano Cohen y Gastón Duprat.

• Yo también me sorprendí de poder participar de un evento como es el rodaje cinematográfico y la verdad que me sirvió para aprender bastante en lo que tiene que ver con el mecanismo del trabajo grupal y lo que es relajarse con respecto a otras áereas y en relación a lo que uno tiene que hacer, y eso también me sirvió para estar en ese momento en lo que uno está haciendo. Si uno está componiendo la letra o la música, o si está pensando en el vestuario, entonces más allá de que hay compartimientos que conforman una unidad. Hay un momento en que esa particularidad que conforma el conjunto, es una totalidad en sí. Por suerte me han invitado a participar en dos proyectos de cine, así que este año tengo dos trabajos. Y eso también por lo que vos decías, a partir de ver esta película, que además es fascinante en torno a todo lo que tiene que ver con el guión, el tema que trata: el arte y su trastienda.

El artista incluyó casi toda una selección de creadores que llegaron desde distintas ramas del arte.

• Sí y lo paradójico es que son cerebros en lo suyo. Está Folgwill; Laiseca; Horacio González, el director de la Biblioteca Nacional, y León Ferrari. Y que estén haciendo una escena de enfermos de un neuropsiquiátrico, está buenísimo. Además fue grandioso contar con ellos en el set, verlos juntos. Uno quisiera poder compartir con ellos más tiempo porque cada vez que hablan y dicen algo uno se queda consternado de la sabiduría que destilan.

También es conocida su aflicción por la literatura. ¿Está escribiendo algo? ¿Qué está leyendo?

• Bueno en realidad como que estoy consultando. Como dijiste estoy leyendo más que escribiendo, si uno considera que la literatura no es la parte de las letras de las canciones, sino que requiere un tratamiento cuidadoso e independiente. Uno puede aplicar literatura incluso en las artes plásticas, pero en lo que respecta a la literatura en sí, a aquella que se sostiene a sí misma, la verdad que hace años que no me siento alegre de poder dedicarme a ello, como que me absorbió la música y el texto dentro del género canción. Y en este caso también el entusiasmo de actuar hizo que de alguna manera no me de el tiempo para sentarme a escribir. Por mi experiencia personal cuando me satisfizo algo que escribí era porque en realidad estaba abocando mi vida en ese momento a ese acto. Será que necesito un momento así para producir. Pero estor disfrutando muchísimo de la literatura, en estos casos siempre tengo a mi lado textos sufíes, zen, del tao, y por otro lado también como ejercicio literario estuve viendo una colección que salió en un diario, no recuerdo cual, y que es una colección bilingüe, pequeños libres, y me encontré con algunas cosas magníficas, como un texto de Oscar Wilde que no conocía, con una especie de argumento policial al estilo Agatha Christie y que es El Crimen de Lord Arthur Saville, entre
otros títulos interesantes.

Fuente: http://www.elargentino.com/nota-101536-medios-122-Los-recuerdos-estan-en-el-aire-platense-y-los-necesito-casi-como-a-una-vitamina.html

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