miércoles, 24 de febrero de 2010

Para contar el fin del mundo

LITERATURA › FESTIVAL IBEROAMERICANO DE NUEVA NARRATIVA EN USHUAIA

En la primera edición del encuentro, los escritores producirán obras alusivas al confín del planeta. Y habrá un concurso de novela.

Por Silvina Friera

El boom de los festivales literarios llegó a la ciudad más austral del mundo. Con sus valles glaciarios, turberas milenarias, sierras y hondonadas, Ushuaia será el escenario del primer Festival Iberoamericano de Nueva Narrativa (FINN), que se realizará del 12 al 16 de mayo. A contrapelo de la invasión “multitudinaria” de escritores, que se pierden o anulan en una programación imposible de abarcar para el lector de a pie, el FINN privilegia una dosis razonable de invitados para que el intercambio entre autores y público sea posible. Mariana Enriquez y Oliverio Coelho participarán de actividades en bibliotecas, escuelas y otros espacios de la ciudad. A ellos se sumarán el mexicano Mario Bellatin, el peruano Santiago Roncagliolo, la cubana Karla Suárez, el brasileño Joao Paulo Cuenca, la boliviana Giovanna Rivero y el ilustrador Liniers. Durante la estadía en “el confín del planeta”, todos producirán obras que tendrán como disparador “el fin del mundo”, además de leer y dialogar sobre la narrativa contemporánea.

Francisco Condorelli, director del FINN y del Gruposiete Contenidos, cuenta que el festival surgió por la necesidad de generar “un espacio de difusión y de apoyo al desarrollo de los escritores jóvenes de Iberoamérica, con un importante diferencial: la posibilidad de realizarlo en un lugar mítico e inspirador como el fin del mundo, donde se revierta la idea de que los acontecimientos culturales y el intercambio sólo se concentra y es posible en las grandes ciudades”. Condorelli plantea que la propuesta de FINN resulta “una excelente forma de difundir un destino turístico como Ushuaia de una manera innovadora”. “Esto es mérito del Instituto de Promoción Turística de la Nación, que sugirió que los escritores invitados aprovecharan el escenario natural para escribir historias que hemos llamado ‘Crónicas del Fin del Mundo’”. El escenario del FINN subraya a priori el contraste con otros festivales literarios que se hacen en Buenos Aires, Rosario o Córdoba. “Existen muy pocos lugares como Ushuaia, tan alejado de la vorágine de las grandes ciudades que nos permite tomar distancia de lo que pasa en los centros urbanos. El lugar es una fuente de inspiración interesante para un escritor”, sugiere el director. “Al mismo tiempo, al realizarse en un hotel (Los Cauquenes) con una vista increíble del Canal de Beagle, en el que todos los escritores estarán conviviendo juntos, se establece una conexión mucho más intensa entre ellos durante el encuentro y con el público de la que podría establecerse en la dinámica de una enorme ciudad como Buenos Aires”.

Sobre los escritores invitados a la primera edición, Condorelli señala que se intentó hacer una selección representativa del presente de la narrativa iberoamericana, con gran diversidad de características e improntas. “Son autores de una generación que tiene cosas por contar. Algunos ya han transitado el camino de la crónica de corte periodístico, como Cuenca o Coelho; el libroálbum o la guía literaria, como es el caso de Suárez; una narrativa ‘performática’, como la de Bellatin, por nombrar algunos de los invitados; personalidades con mucha trayectoria en su haber narrativo y que han experimentado en diversos campos”, pondera el director. Lo que también diferencia a este festival es el concurso de novela breve FINN. El jurado, integrado por Alan Pauls, Edgardo Cozarinsky, Margo Glantz, Elsa Drucaroff y Ercole Lissardi, elegirá una obra que se publicará en toda la región. Podrán participar los escritores nacidos en cualquier país de Iberoamérica de hasta 40 años, que presenten una obra inédita en español (con una extensión de 50 páginas como mínimo y 100 como máximo) hasta el próximo 15 de marzo. “La idea inicial fue la del concurso –admite Condorelli–. Nos interesaba la instancia de lectura, publicación y difusión de los jóvenes escritores. Pero nos pareció que podíamos sumarle al festival secciones como ‘Crónicas del Fin del Mundo’ o el Café Literario, donde también la comunidad podía ser protagonista de este intercambio y participar activamente. Creemos que es una manera de agregarle valor a la propuesta.”

Aunque una de las secciones del FINN sea “Crónicas del Fin del mundo”, Condorelli aclara que los escritores invitados no tendrán que escribir específicamente crónicas. “Se llama así porque hace alusión a los cronistas, biólogos y navegantes de otros siglos que se lanzaron a la aventura de descubrir el otro lado del mundo, y que de alguna forma abrieron una tradición literaria y de representación visual de la región. Pero no es más que eso: un homenaje a ese ejercicio de escritura que ya conforma una tradición de esta zona, que ha inspirado a escritores y no escritores, desde Darwin en adelante. Y tal vez a muchos otros antes que él".

Fuente: Página 12

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