Por EDUARDO GIORELLO
Quien conozca las claves íntimas del grupo "El Descueve" no podrá dejar de asociar ni el formato, los contenidos y ni el lenguaje de sus creadores con este "Corazón idiota", donde se detectan algunas de las constantes expresivas del teatro-danza de sus creadores Ana Frenkel, Carlos Casella y Daniel Cúparo, que ya se habían observado en "Hermosura" (repuesta en ocasión del 15° aniversario de la compañía, en el 2006) y en el "Patito Feo", del 2004.
La búsqueda de una dinámica atolondrada rige la obra, creadora de una sinergia imparable que compromete a las protagonistas y a los músicos acompañantes, que cumplen varias funciones dentro del espectáculo, cantando, actuando o bailando para confluir en una síntesis que es también un conglomerado expresivo, que se manifiesta según las necesidades de lenguaje cinético, sonoro y visual de características particulares. Aquí, los sobrevivientes del "Descueve" (además de los directores, Gonzalo Córdova en las luces y Diego Vainer en la música) se corren en cierta forma de lo habitual de sus preocupaciones temáticas para integrarse, gustosamente, a lo que podríamos denominar la exaltación del "star system", obligado por la creciente popularidad televisiva de las protagonistas de esta suerte de show musical y teatral, las promocionadas Carla Peterson y Griselda Sicialiani y por las reglas de marketing impuestas por sus recientes halos de repercusión masiva.
La audacia, el surrealismo y lo anticonvencional de otras experiencias artísticas de los creadores de "Corazón idiota"es reemplazado aquí por las alternativas y los devaneos de dos protagonistas femeninas inmersas en los códigos de la comedia lunática.
Amigas desde niñas, Clara y Loli expresan con rasgos certeros a dos muchachas posmodernas. Una de ellas quiere romper con su novio, por teléfono. La otra la ayuda y ambas se prestan a un juego desorbitado, con una muerte fingida incluida, entre otros delirios escénicos.
Lo más atractivo del show es la actuación de Carla Peterson y Griselda Siciliani, carismáticas y bellas criaturas a la deriva en el mundo glamoroso que las rodea y con la inconciencia de sus mutuas soledades. Con humor corrosivo y acre, algunas reflexiones sobre el universo femenino donde los músicos se transforman en dóciles "partenaires", música zumbona entre roquera y melancólica apuntando al romanticismo trasnochado siempre presente en los espectáculos del citado Descueve y con spots coreográficos típicos de Frenkel/Casella y ahora también de Cúparo, el espectáculo es fresco, desestructurado y ágil, entretiene y celebra la estética acostumbrada de sus creadores, con músicos en vivo que tocan muy bien, con una bella barra de bar que atraviesa el escenario, una mesa de billar y luces y vestuario acordes con una propuesta entre flotante y exasperada en sensato equilibrio.
Fuente: El Día
Excelente esta obra!
ResponderEliminarLa verdad que la recomiendo.
Las chicas se lucen a lo grande, es un placer.
Carla Peterson esta fenomenal, se nota que lo pone todo en el escenario y la gente sale con una gran sonrisa, la buscan, la abrazan, la felicitan.
Muy bien.
Los musicos tambien son un espectaculo.