martes, 29 de septiembre de 2009

Venezuela: Estado califica de perniciosos a teatreros

Grupo teatral Theja. La Divina Comedia. Foto: Nicola Rocco

Siete agrupaciones teatrales fueron excluidas del presupuesto de 2009


Dubraska Falcón
EL UNIVERSAL

Indignados y excluidos. Así se sienten hoy las siete agrupaciones de teatro nacional que la semana pasada se quedaron sin el subsidio que le otorgaba desde hacía muchos años el Gobierno a través de los Convenios de Cooperación Cultural en Artes Escénicas y Musicales 2009.

Esta decisión se tomó alrededor de una mesa técnica estadal, formada por personal del Ministerio de la Cultura, que anualmente hace un revisión sobre las compañías teatrales y la rendición de cuentas que entrega cada una.

Fue allí donde se decidió que la Asociación Cultural Skena, la Asociación Civil Teatro del Duende, el Grupo Actoral 80, Grupo Teatral Theja, Contrajuego, el Grupo de Teatro Bagazos, y Entretelones, no recibirán los BsF 100.000, monto que se encuentra congelado desde hace tres años por la reconducción del presupuesto.

Solamente los grupos Skena y Duende, conocen "oficialmente" las razones por las que fueron excluidas del presupuesto. El oficio de declaración de salida, número 24-08 del Gabinete Estadal Miranda, afirma que ambas agrupaciones están dentro del "punto 2 Casos Excepcionales".

Una cláusula que se encuentra dentro de los criterios de otorgamiento de Convenio de Cooperación Cultural y que reza lo siguiente: "No se financiará a colectivos e individualidades cuyas conductas públicas perniciosas afecten la estabilidad psicológica y emocional colectiva de la población, haciendo uso de un lenguaje ofensivo, descalificador, mintiendo y manipulando a través de campañas mediáticas dispuestas para tales fines. (Esta acción quedará a juicio facultativo de la Mesa Técnica Estadal)".

Lo que para el director de Skena, Basilio Álvarez, es nada más y nada menos que un criterio fascista y autoritario. Una medida injusta que responde a las declaraciones públicas que han hecho los directores de teatro sobre la inexistencia de una política cultural en Venezuela.

"Cualquiera con sentido común sabe que esto es un criterio fascista. Es decir, que si no estás de acuerdo con las políticas o el pensamiento del gobierno, te tratan como un delincuente. Si en realidad este fuera un gobierno humanista, si fuera realmente socialista y de izquierda, lo primero que realmente estimularía sería el pensamiento. ¡No vendría a condenarte! ¡Me parece incoherente esto! ¿Cómo vas a tratar de asfixiar o de llamar pernicioso a un grupo que da su aporte a la cultura? A este gobierno lo menos que le importa es lo humano", dice Álvarez.

Los directores están convencidos: se trata de una retaliación política, de un paso de factura por las posturas asumidas frente al gobierno del Hugo Chávez.

Incluso, Héctor Manrique, director del Grupo Actoral 80, afirma que la Mesa Técnica Estadal, puso como condición para otorgarle el presupuesto del 2009 la expulsión de Manrique de las filas de la compañía.

"Dos miembros del GA80 se dieron cita en la Mesa para conversar sobre la situación del grupo. Allí las personas que integraban la Mesa admitieron que éramos una de las compañías más importantes del país. Sin embargo, el único problema era la figura de Héctor Manrique. Y le propusieron a los miembros del GA80 que la solución era expulsarme. Así ellos no tendrían problema de recapitular el presupuesto. Ante una petición tan absurda nos hemos quedado sin la ayuda de este año. Una ayuda que nos costó muchos años de trabajo conseguir, por la insensibilidad de nuestros políticos con la cultura. Yo no entiendo a estos revolucionarios, desde que llegaron han despreciado al teatro. Si la cultura es la memoria, ¿cómo pude ser comandada por estos desmemoriados? Esto me espanta. Yo quiero saber qué piensan mis compañeros que estaban mendigando en el Aló Presidente que al titán de titanes Gilberto Pinto le hayan quitado el ya de por sí grosero presupuesto que le daban", dice Manrique.

Por su parte, Orlando Arocha, director de Contrajuego, lo que necesita son explicaciones, pues que le hayan quitado el subsidio no va a detener las críticas. "Son las 60 personas que trabajan con nosotros las que van a sufrir el no tener subsidio. Yo quiero ver si alguien del Ministerio de la Cultura tiene las agallas de montar cuatro producciones con BsF 100.000. Que vengan a decirnos si nosotros no hemos representado muy en alto a Venezuela, mientras vemos al Presidente jugando a ser el actor del régimen. A nosotros, los artistas que hemos creído en el arte y que hemos dado grandes momentos al país, nos van a decir que no merecemos de nuestro gobierno, de nuestro estado, una ayuda. A los artistas no se les paga mensualidades, no tenemos Seguro Social. ¿Qué ganas quitándole el dinero? ¿A qué oligarca se lo estás quitando? ¡Tenemos una crisis de ignorancia muy grande!", dice Arocha.

Los que quedan Para estos directores, el problema ya no será lo que ellos digan sobre la cultura venezolana, sino que esta medida es una especie de autocensura para acallar las voces de los grupos que sí continúan con el subsidio.

"Los que quedan adentro, a los que sí se les renovó el presupuesto, ahora van a estar intimidados. No van a poder decir qué piensan. Pasará como lo que hoy vive la radio. Todos ahora dicen: 'no me voy a arriesgar a opinar nada, porque mira lo que le pasó a las 39 emisoras que fueron cerradas'. El año que viene, cuando se les pregunte a las compañías por la política cultural, habrá silencio", dice Manrique, quien le envió una carta al ministro del Poder Popular para la Cultura Héctor Soto, para pedir una reconsideración de la medida.

Mientras tanto, todos seguirán haciendo lo que mejor saben hacer: teatro.

Fuente: El Universal

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