miércoles, 30 de septiembre de 2009

Se puede comer rico y saludable

La lección de la Anexa

Avanza el proyecto para que otras escuelas de La Plata incorporen el programa de alimentación saludable que lleva adelante la Anexa. Los alumnos aprenden a cambiar el hábito alimenticio y comprueban que comer sano también es comer rico.

El programa de alimentación saludable que se lleva a cabo en la escuela Anexa, Joaquín V. González, empezará a implementarse en otros colegios de nuestra ciudad. De acuerdo a las palabras de la directora del establecimiento, María Cristina González, “ya está en carpeta un plan de interacción conjunta con tres escuelas platenses”. “Estamos en la etapa de acercamiento del tema y para fin de año la idea es poder trasladar estas acciones”, aseguró en tal sentido.

Este plan se basa en la elaboración diaria de un menú saludable en el propio establecimiento, y está orientado por el Programa de Prevención del Infarto en Argentina (Propia) que, al igual que la Anexa, pertenece a la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).

El plato que se sirve en bufet consiste en una comida y un postre acompañado por agua. La idea es obtener variedad de alimentos, calidad y “que les permita a los alumnos generar nuevas conductas en la alimentación”.

Dentro de un marco interdisciplinario, los chicos cuentan con visitas a supermercados para aprender a reconocer productos y comparar precios; un picnic literario donde junto a sus padres intercambian lecturas acompañados de alguna golosina -en este caso caramelos sin azúcar, recomendados por el grupo de odontólogos que asiste a la institución-; y correcaminatas al aire libre para fomentar la actividad física.

Se le suma un taller optativo de cocina en el cual los alumnos de quinto grado (de primaria) no sólo elaboran sus propias comidas sino que también las relacionan con otras actividades curriculares. “Desde su casa traen recetas tradicionales y se les enseña la historia de sus orígenes”, ejemplificó la directora.

Antecedentes

Todo comenzó con un estudio realizado por Propia a los alumnos que ingresaban a la facultad, y arrojó que mostraban un alto índice de colesterol producto de los malos hábitos en la alimentación. El principal objetivo que se planteó en ese momento fue el de prevención, y arrancaron desde la enseñanza primaria. “A medida que vamos ayudando al alumno en su calidad de ingesta no va a tener problemas en el futuro”, afirmó González.

Desde hace dos años el bufet pasó a ser parte de la escuela. Fue una decisión política de la Universidad. A partir de ahí, se le dio el verdadero valor de un programa para llevar adelante una alimentación sana dentro del establecimiento.

Las golosinas que tiene el “quiosco saludable” están todas orientadas por Propia, tanto en la cantidad como en la calidad. Los alfajores que se venden no tienen grasas “transgénicas” en su composición y el tamaño es “adecuado” (no se venden triples).

Cambio de hábito

Los chicos almuerzan en el comedor debido a la cantidad de actividades que tienen a la tarde. “Ya hace dos años está establecido qué se come en la escuela y qué se vende en el quiosco”. Pero “no es cuestión de prohibir, sino de buscar alternativas”, ya que si el alumno quiere incorporar una gaseosa o una golosina extra lo puede hacer.

No fue tarea sencilla, pero de a poco se fueron acostumbrando a este plan alimenticio. El principal inconveniente era enfrentar el prejuicio de que “lo saludable no nos iba a gustar”, recuerda González.

Por este motivo, desde la dirección del colegio sumaron diferentes estrategias para convencer a los chicos y romper con el prejuicio de que la comida sana y casera no puede ser gustosa.

Los pilares de la alimentación

La Argentina ocupa el tercer lugar en enfermedades cardiovasculares en América. Para el Dr. Marcelo Tavella, director de Propia, las claves para una alimentación sana deben basarse sobre tres pilares:

Cambiar el consumo de grasas “malas” por grasas “buenas”. Reemplazar el consumo de manteca o grasa animal por el de aceites vegetales que ayudan a mantener normal o bajo el nivel de colesterol.

Incorporar una buena carga de proteínas e hidratos de carbono complejos como el arroz o los fideos, entre otros.

Por último, subrayar la importancia de no abusar de los azucares simples.

Fuente: Hoy

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