lunes, 28 de septiembre de 2009

El patrimonio escultórico platense, víctima del deterioro y restauraciones que no lo son

Bajo la mirada de los especialistas

Las más importantes obras del patrimonio escultórico platense comenzaron a mostrar signos de un trabajo de restauración mal realizado. "Pintadas", "falta de respeto", "pérdidas irrecuperables", son términos que utiliza un informe de la Universidad Nacional de La Plata para graficar el estado de las piezas. Las más importantes obras del patrimonio escultórico platense comenzaron a mostrar signos de un trabajo de restauración mal realizado. "Pintadas", "falta de respeto", "pérdidas irrecuperables", son términos que utiliza un informe de la Universidad Nacional de La Plata para graficar el estado de las piezas.

A sólo meses de la intervención realizada por la secretaría de Modernización y Desarrollo Económico, encargada de la restauración, las obras ya comienzan a oxidarse nuevamente. Y, según explican los especialistas, en un grado mayor que antes de ser "recuperadas", porque el baño metálico protector fue eliminado en los trabajos.

Un informe de la cátedra de Esculturas de la facultad de Bellas Artes sostiene que las labores realizadas sobre obras del patrimonio platense "no sólo no están orientadas a la conservación y restauración, sino que además deterioran y aceleran la degradación de las obras intervenidas".
Lo que en realidad se estaría haciendo sobre el patrimonio escultórico no serían trabajos de restauración. "Carecen de informes y análisis químicos, que son absolutamente necesarios", dicen en la Universidad.

Los especialistas destacan que las intervenciones más nocivas se realizaron sobre las Cuatro Estaciones, de Plaza Moreno. Las piezas de cerámica que recubren las fuentes (venecitas) fueron eliminadas, cuando en realidad el trabajo que debía haberse realizado era el de consolidación y restitución de piezas faltantes.

En cuanto a las esculturas, los daños fueron "irreversibles". Las estatuas son de fundición, cubiertas con un delicado baño de bronce. Según detallan los encargados de analizarlas, esa cubierta era delicada "por su antigüedad, pero aún se conservaba y cumplía una función antioxidante". En los trabajos de recuperación realizados por la Unidad Operativa de Preservación del Espacio Público estas superficies fueron pulidas, eliminándose lo poco que quedaba de ellas. Finalmente se le aplicó una capa de antióxido de un color que no respeta la memoria histórica de las esculturas.

Las Cuatro Estaciones son figuras de hierro colado, adquiridas por la ciudad a la fundición francesa de Val d'Osne, que realizó esculturas ornamentales de calidad a toda América.

Desde 2000, la fundación y la Universidad Nacional de La Plata sellaron un acuerdo por el cual la empresa facilita toda la información necesaria para proceder al restauro de las obras.

Otra de las obras recientemente "recuperadas" por la Municipalidad fue el monumento central de plaza San Martín. Del mismo modo que en Plaza Moreno, pero esta vez en vez de amoladoras se utilizaron ácidos para eliminar la suciedad y con ella parte de la capa protectora. Hoy, manchas de barniz bañan el basamento granítico.

Según el informe de la facultad de Bellas Artes se debió haber "analizado previamente para diagnosticar su estado y pronosticar su resistencia".

En su lugar se procedió -sin estudio alguno- a remover la patina aplicada por el escultor y se reemplazó por otra. "La restauración no es 'autoexpresión' y debe estar basada en el estudio objetivo y en el respeto por las propiedades del bien en consideración y cualquier modificación de estructura, de forma o de superficie, incluso de entorno inmediato, debe estar muy bien fundamentada", dicen los especialistas.

El monumento escultórico al General San Martín, emplazado en la plaza homónima, es una réplica del mismo que fuera realizado por el escultor francés Henri Allouard, para Boulogne Sur Mer.

"Si el agente que interviene en una restauración necesita 'expresarse' tiene que buscar, en paralelo, los canales adecuados. La actual intervención es una falta de respeto al artista y un atentado a un bien público consagrado consuetudinariamente: nadie, ni entre los vivos ni entre los muertos, ha demandado una transformación de la pátina del San Martín de Henri Allouard", sostiene el informe.

Fuente: Diagonales

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