jueves, 12 de marzo de 2009

Fernando Peña

BUENOS AIRES
Diálogo de una prostituta con su cliente,
de Dacia Maraini. Elenco: Fernando Peña, Javier de Nevares y otro. Dirección: Marcos Videla. En el Metropolitan 2. Los jueves y viernes, a las 23.30; los sábados, a las 0.45. Duración: 75 minutos.

Nuestra opinión: regular

Sujetar a un artista no siempre da buenos resultados y mucho menos cuando esa persona ha hecho una carrera sobre la base de la improvisación y la provocación surgida de impulsos y emociones propias de una situación determinada. Ese es precisamente el caso de Fernando Peña. Un hombre que desde la radio supo ganarse el amor de los oyentes con personajes de la ternura de Milagritos López o del ingenuamente satírico Palito, y que en el teatro apostó por un juego, muy al límite, entre la provocación artística y la pura agresión. Pero en esta última propuesta que se acaba de estrenar tiene las restricciones que le impone el hecho de tener que "decir" e "interpretar" un texto escrito por otro autor, y que si bien se adapta mucho a su universo, la fijación le resta espontaneidad y hasta humor.

Dacia Maraini, la autora, es una prestigiosa y prolífica escritora italiana que ha merecido a lo largo de su vasta carrera reconocimientos más que importantes. Por mencionar sólo uno, recibió en el año 1963 el premio Formentor, el mismo que dos años antes habían obtenido de forma compartida Jorge Luis Borges y Samuel Beckett. Formó parte del grupo fundador de una revista ícono del universo literario italiano como es Tempo di Literatura . Y en 1973 fundó el Teatro de la Maddalena, un espacio dedicado a las políticas de género, donde estrenó en 1978 este Diálogo?

Un texto provocador

Y claro, a fines de la década del setenta ya el título era en sí una provocación. Y las cosas que sobre el escenario se decían, mucho más. Pero ¿qué pasa hoy, en la Argentina, cuando el espíritu prostibulario consumido por la clase media (no aquel que surge de la miseria, la necesidad y la exclusión social) ocupa la pantalla televisiva en los horarios centrales? Bajo ningún aspecto un hombre travestido puede provocar algo. Y un hombre desnudo al ser bañado por otro, tampoco. Entonces, todo lo que el texto tiene de provocador queda anulado por la cultura que treinta años después -tarde- lo alberga.

Pero la historia de estos dos seres tiene, además del intento fallido de provocación, una búsqueda tierna y emocional, que es precisamente el vínculo afectivo que van tejiendo dentro de esa habitación, más el de un sorpresivo pasado que los une. Pero ahí es donde surgen algunos problemas de coherencia, imperdonables en cualquier adaptación. Si un celular suena y sin mirar la pantalla reconoce por el ringtone a quien lo llama, la segunda vez que la misma música suena no debería preguntarse quién es.

Los actores intentan sobrellevar con estoicismo (es una vergüenza que siendo tres personajes sólo dos figuren en el programa de mano) una puesta en escena que no supo darle el espacio a Peña para que la locura lo invada y darle así a su público aquello que demanda de él.

Federico Irazábal

Fuente: Diario La Nación

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