La tendencia es que los clientes vuelvan a la antigua modalidad de llevarlas para los mandados¿La vuelta a la antigua bolsa de los mandados? Nuevas tendencias destinadas a la preservación del medio ambiente apuntan a la desaparición de los recipientes de polietileno. Una cadena de supermercados con varias sucursales en nuestra ciudad arrancó hace dos semanas con la campaña y propone a los consumidores reducir el uso de esa clase de insumos. "Traé tu bolsa", se insta desde diversas publicidades, a tono con una ley provincial aprobada el año pasado, que está por reglamentarse y que obliga a los comercios a sustituir en forma paulatina el plástico por un material biodegradable.
La experiencia ya obtuvo sus resultados en algunos puntos del país. La costa Atlántica fue el escenario "pivot" para la prueba piloto instrumentada este verano. En ciudades como Puerto Madryn, Bahía Blanca y Mar del Plata se consiguió disminuir en un 20 por ciento la entrega de bolsas de polietileno. "El objetivo es llegar a una reducción del 25 por ciento en el primer año de la campaña", indicó el gerente de marketing de la cadena de supermercados y coordinador del proyecto, Diego Memoli.
Según explicó el ejecutivo, la iniciativa es independiente del reemplazo paulatino del plástico por el material biodegradable que va a exigir la ley. "El 70 por ciento de las bolsas de plástico no se utilizan para descargar residuos y andan circulando en las ciudades, obstruyendo desagües; afectan la fauna marina y fluvial, los campos y cualquier paisaje. Con este plan, lo que se intenta es achicar ese impacto", explicó Memoli.
De acuerdo a las estimaciones elaboradas en la empresa, a nivel nacional el supermercadismo -sin tener en cuenta los comercios de origen asiático- consume unos 5.000 millones de bolsas al año. La suma representa el 30 por ciento del total del mercado.
La propuesta busca la reducción en la circulación del plástico por tres vías: "hoy, en promedio, se utiliza una bolsa para llevar sólo tres artículos. La idea que se carguen más productos en las bolsas, que la gente se acostumbre a reutilizarlas para sus compras o que directamente se vuelva a la antigua bolsa de mandados de la abuela", señaló el directivo de la compañía.
La iniciativa se está implementando no sin reacciones de los consumidores. Una vecina del centro platense, por caso, cuestiona que la merma en la entrega del polietileno se lleve a cabo sin el reemplazo del material por otro de menor impacto ambiental. "Me parece bien que vayan eliminando esas bolsas porque son dañinas para el planeta, pero no puede ser que dejen al cliente sin alternativas. En otros países entregan de papel. ¿Acá tengo que ir al supermercado con una valija? Lo peor es que al mismo tiempo ofrecen, muy a la vista, una bolsa reciclable por 8 pesos", planteó María Curuchaga.
También hay hipermercados con sucursales locales que siguen la ola de la tendencia ecológica. En esos casos, se promueve que los clientes se vuelquen a las bolsas reutilizables para cargar sus compras.
El año pasado, el OPDS (Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible) impulsó la ley que se sancionó en setiembre y que ahora se espera su reglamentación para que entre en vigencia. La normativa le otorga a los supermercados, autoservicios, almacenes y comercios en general un año de plazo para sustituir las bolsas de polietileno por otras elaboradas con productos alternativos menos contaminantes.
INFORME FINAL
A pedido de la OPDS la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) fue la encargada de elaboración de los criterios para determinar la degradabilidad de los productos con los que vayan a confeccionarse las nuevas bolsas. El presidente de ese centro, el ingeniero agrónomo Carlos Gianella, anticipó que en 15 días estará listo el informe final -para el que participan varias universidades- con el que se podrá reglamentar la norma.
"Hay varios aspectos técnicos a tener en cuenta -subrayó Gianella-. Además estamos estudiando qué laboratorios podrán conformar la red que permita dar cumplimiento a la ley. Calculamos que para fines de marzo la norma puede entrar en vigencia".
El profesional también sostuvo que son varios los objetivos trazados. "El cambio se va a dar en forma gradual. La idea es que en principio se confeccionen bolsas con un aditivo que las haga degradables para que con los años terminen siendo biodegradables. Pero además también se trata de una cuestión cultural. Hay que acostumbrarse a usar menos bolsas y sustituirlas, si es necesario, por el viejo changuito. Porque también hay que evitar la contaminación visual que causan los materiales descartables", concluyó Gianella.
Fuente: El Día
La experiencia ya obtuvo sus resultados en algunos puntos del país. La costa Atlántica fue el escenario "pivot" para la prueba piloto instrumentada este verano. En ciudades como Puerto Madryn, Bahía Blanca y Mar del Plata se consiguió disminuir en un 20 por ciento la entrega de bolsas de polietileno. "El objetivo es llegar a una reducción del 25 por ciento en el primer año de la campaña", indicó el gerente de marketing de la cadena de supermercados y coordinador del proyecto, Diego Memoli.
Según explicó el ejecutivo, la iniciativa es independiente del reemplazo paulatino del plástico por el material biodegradable que va a exigir la ley. "El 70 por ciento de las bolsas de plástico no se utilizan para descargar residuos y andan circulando en las ciudades, obstruyendo desagües; afectan la fauna marina y fluvial, los campos y cualquier paisaje. Con este plan, lo que se intenta es achicar ese impacto", explicó Memoli.
De acuerdo a las estimaciones elaboradas en la empresa, a nivel nacional el supermercadismo -sin tener en cuenta los comercios de origen asiático- consume unos 5.000 millones de bolsas al año. La suma representa el 30 por ciento del total del mercado.
La propuesta busca la reducción en la circulación del plástico por tres vías: "hoy, en promedio, se utiliza una bolsa para llevar sólo tres artículos. La idea que se carguen más productos en las bolsas, que la gente se acostumbre a reutilizarlas para sus compras o que directamente se vuelva a la antigua bolsa de mandados de la abuela", señaló el directivo de la compañía.
La iniciativa se está implementando no sin reacciones de los consumidores. Una vecina del centro platense, por caso, cuestiona que la merma en la entrega del polietileno se lleve a cabo sin el reemplazo del material por otro de menor impacto ambiental. "Me parece bien que vayan eliminando esas bolsas porque son dañinas para el planeta, pero no puede ser que dejen al cliente sin alternativas. En otros países entregan de papel. ¿Acá tengo que ir al supermercado con una valija? Lo peor es que al mismo tiempo ofrecen, muy a la vista, una bolsa reciclable por 8 pesos", planteó María Curuchaga.
También hay hipermercados con sucursales locales que siguen la ola de la tendencia ecológica. En esos casos, se promueve que los clientes se vuelquen a las bolsas reutilizables para cargar sus compras.
El año pasado, el OPDS (Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible) impulsó la ley que se sancionó en setiembre y que ahora se espera su reglamentación para que entre en vigencia. La normativa le otorga a los supermercados, autoservicios, almacenes y comercios en general un año de plazo para sustituir las bolsas de polietileno por otras elaboradas con productos alternativos menos contaminantes.
INFORME FINAL
A pedido de la OPDS la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) fue la encargada de elaboración de los criterios para determinar la degradabilidad de los productos con los que vayan a confeccionarse las nuevas bolsas. El presidente de ese centro, el ingeniero agrónomo Carlos Gianella, anticipó que en 15 días estará listo el informe final -para el que participan varias universidades- con el que se podrá reglamentar la norma.
"Hay varios aspectos técnicos a tener en cuenta -subrayó Gianella-. Además estamos estudiando qué laboratorios podrán conformar la red que permita dar cumplimiento a la ley. Calculamos que para fines de marzo la norma puede entrar en vigencia".
El profesional también sostuvo que son varios los objetivos trazados. "El cambio se va a dar en forma gradual. La idea es que en principio se confeccionen bolsas con un aditivo que las haga degradables para que con los años terminen siendo biodegradables. Pero además también se trata de una cuestión cultural. Hay que acostumbrarse a usar menos bolsas y sustituirlas, si es necesario, por el viejo changuito. Porque también hay que evitar la contaminación visual que causan los materiales descartables", concluyó Gianella.
Fuente: El Día
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