martes, 5 de agosto de 2008

Homenaje a Teatro Abierto

SE HIZO AYER, FRENTE A LO QUE FUE EL TEATRO DEL PICADERO, DESTRUIDO EN 1981

Participaron teatristas y el Gobierno Porteño anunció la construcción de un nuevo teatro en el emblemático lugar

A punto de cumplirse 27 años desde que aquel triste 6 de agosto una bomba incendiaria destruyera el Teatro Del Picadero, un grupo de teatristas le rindió tributo ayer a partir de las 18.30. A modo de homenaje, la Subsecretaría de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires realizó una convocatoria frente a lo que queda del legendario teatro ubicado en el Pasaje Santos Discépolo 1847, en el que se inició Teatro Abierto, movimiento cultural de resistencia en tiempos de dictadura militar.

Durante el acto, Josefina Delgado (subsecretaria de Patrimonio Cultural del gobierno porteño), explicó cómo se logró llegar a un acuerdo para reconstruir ese espacio, que estaba en trance de demolición. A partir de conversaciones generadas por una movilización de actores y de un recurso de amparo de la asociación Basta de Demoler se determinó que allí se vuelva a construir un teatro.

La Subsecretaría de Patrimonio, junto a la Subsecretaría de Planeamiento Urbano participó del acuerdo judicial con la empresa constructora D' Buenos Aires para dejar sin efecto la demolición total del Picadero, de acuerdo a lo establecido por la Ley Nacional 14.800.

Ayer, el actor Jorge Rivera López leyó el manifiesto de Teatro Abierto, que él mismo había leído en el 81. Entre otras actividades, hubo una muestra de gigantografías de la fotógrafa Julie Weisz y se vieron escenas de Gris de ausencia, obra de Roberto Cossa, por integrantes de Teatro Abierto.

El Teatro del Picadero se inauguró en 1980 en el edificio de una antigua fábrica de bujías diseñada en 1926 por el arquitecto Benjamín Pedrotti. El ciclo Teatro Abierto se estrenó en julio de 1981 en esa sala; durante los primeros meses se representaron obras cortas, escritas especialmente por artistas argentinos en un proyecto de resistencia cultural al discurso de la dictadura militar. El incendio del 6 de agosto produjo la reacción de los hombres de la cultura y horas después, el grupo organizador informó a la prensa su decisión de continuar con el proyecto, ya en otra sede.

Nuevamente reconstruido, el Picadero se utilizó como estudio televisivo. Más tarde reabrió sus puertas como sala teatral en el 2001, por iniciativa de Hugo Midón y Lázaro Droznes. El año pasado, se evitó su demolición total. Y pronto abrirá sus puertas un teatro en ese mismo lugar.

Fuente: Clarín

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