martes, 18 de marzo de 2008

"Altibajo": Improvisa - dos


Por IRENE BIANCHI

Ya en la Edad Media, los "histriones" improvisaban, es decir, componían de pronto -"impromptu"- sin estudio ni preparación previa, confiriendo así a sus representaciones la frescura de la espontaneidad. Improvisar es anclarse en el aquí y ahora, saber dónde se arranca pero no dónde se llega, "una técnica de actuación donde el actor representa algo imprevisto, no preparado de antemano, e inventado al calor de la acción", en palabras de Patrice Pavis ("Diccionario del Teatro")

Puesto a improvisar, a repentizar, el actor debe estar relajado, receptivo, fluir con la propuesta, sin filtros ni censura, respetando la consigna pero dejándose llevar por lo que va apareciendo, por lo que se le va ocurriendo, y -si son más de uno- aceptando la devolución del compañero e incorporándola a la acción. Se construye sobre la marcha, paso a paso, sin texto, sin planos ni mapas, de sopetón, "haciendo camino al andar".

Fernando Massobrio y Cabe Mallo, el alto y el bajo del espectáculo, improvisan a partir de temas propuestos por el público, escritos previamente en papelitos que los actores sacan al azar. Títulos como: "Dolor Lumbar", "Cosas que no se deben hacer en la primera cita", "Sala de Guardia", "Arturito en el planeta de los Polinos", "Charlie y la fábrica de leche", fueron algunas de las bizarras sugerencias de los espectadores, a quienes también se les pidió votar para ir eliminando cuadros, hasta elegir el preferido y redondearlo a gusto y "piacere" de los intérpretes.

"Altibajo" resulta muy divertido, tanto para los que lo hacen como para los que lo miran. Es desestructurado, irreverente, muchas veces políticamente incorrecto, siempre ocurrente e ingenioso, vivo, de primera mano, nuevo a estrenar, y ésa tal vez sea la clave de por qué convoca a jóvenes, edad promedio 20 años, que no son "habitué" a un tipo de teatro más convencional y ortodoxo.

Actuar es jugar, jugar al "dale que" de infancia, al "como si", jugar a ser otro, a estar en otro lugar y otra situación. El inglés -"play"-, y el francés --"jouer"- lo expresan mucho mejor que nuestro idioma, pues aluden a esa cualidad lúdica de la representación teatral. Y la improvisación, aunque esté sujeta a ciertas reglas que los mismos "jugadores" estipulan previamente, es un juego absolutamente libre, en el que vale todo.

Cabe Mallo, va mechando los tópicos propuestos, con otros ejercicios muy graciosos, que explica pormenorizadamente antes de ejecutar.

Imposible no sentir cierta nostalgia por aquellos memorables y multitudinarios "matches" de improvisación, también capitaneados por "el Cabe", en el viejo Galpón de la Comedia, en los que dos equipos, de aproximadamente 10 miembros cada uno, competían, con sus referees y ayudantes, y el público elegía al ganador. Hacemos votos por su "rentrée".

"Altibajo": una propuesta diferente, fresca y desenfadada, para pasar un muy buen rato.

Sábados 23 hs. en La Fabriquera, 2 entre 41 y 42. Entrada general: $8.

Fuente: El Día

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