jueves, 31 de enero de 2008

Rosana Vignoni, una virgen con vocación

Las Grutas. Año a año continua siendo la atracción entre las imágenes vivientes que se muestran en la peatonal que representa Rosana emociona y conmueve noche a noche a la incesante cantidad de pequeños y mayores que asisten a presenciar su destreza y habilidad interpretativa de semejante representación. La elección del modelo de "estatua" que personaliza la artista marplatense, otros, convoca y hasta invita a una simbólica meditación. Los visitantes son obsequiados con estatuillas de ángeles que la misma artista construye en yeso.

Rosana posee un carisma muy especial para atraer al público que se acerca hasta sus pedestal, porque exhibe un respeto y seriedad elogiable hacia la madre de Jesús o quien interpreta. Para los que posean por la peatonal su actuación, aunque repetida, no pasa desapercibido, la mayoría la observa con detenimiento y quedan asombrados por sus movimientos y la manera tan sutil y cariñosa de seducir a los pequeños, que se acercan, sin temor, atraídos por una mágica lucecita que sale entre sus dedos cada vez que entrega una medallita.

La artista nacida en Ingeniero White recibe noche a noche el cariño y el afecto de la gente que valoriza su actuación, que la mayoría deja reflejado en el libro sobre la "evaluación de mi actuación" que se encuentra ubicado en el atril del imaginario altar. Rosana viene realizando esta propuesta callejera en Las Grutas desde principios del siglo todos los años durante los meses de enero y febrero, luego retorna a Mar del Plata, donde reside junto a su esposo un joven médico psiquiatra que viene de asistir a cursos de perfeccionamiento en Praga. La artista es madre de dos varones Agustín y Santiago, hija del conocido encuestador y consultor político Ricardo Vignoni. El profesorado de teatro lo ejerce en la ciudad feliz.

Fuente: Las Grutas

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