viernes, 12 de febrero de 2010

Baladas sin tiempo ni género

MUSICA › BABOOSHKA, UNA VOZ DE VARON QUE CANTA CANCIONES DE MUJERES

La voz de Carlos Casella pasea por un repertorio ecléctico, que va desde Nina Simone hasta Kate Bush. La dirección musical del espectáculo le corresponde a Alejandro Teran y los temas son interpretados con dosis parejas de buen gusto y sutileza.

Por Irupé Tentorio

Elegancia y sutileza es lo que plasma desde un principio la puesta en escena del grupo Babooshka. Su voz, Carlos Casella, ingresa al escenario con sus lentes negros, disparando un notorio distanciamiento. Su gestualidad impecable es una suerte de documento de identidad. Sin embargo, unas baladas más tarde, el encanto se hará presente y el clima que logran será el ideal para acompañar estas canciones. Babooshka saborea cada presentación como si fuera su propio sueño de una noche de verano.

El espectáculo tiene como hilo conductor una voz de varón cantando canciones de mujeres. “El repertorio de Babooshka es muy ecléctico, nos damos el gusto de hacer temas que van desde ‘The other woman’ de Nina Simone hasta el clásico mexicano ‘Arrastrando la cobija’, que nosotros elegimos hacerla en la versión de Sasha Sokol, que es preciosísima. ¡Ah! la música mexicana es mi debilidad”, dice Casella apoyando la mano contra su pecho.

“Algunos temas rozan lo kitsch, pero nuestro director musical hace que todo lo que suene en el escenario se aleje de lo vulgar. También es cierto que detrás de cualquier prejuicio y estilo de cada cantante femenina, yo veo la belleza de esas canciones y es justamente esa belleza la que me habilita para comunicar las mismas melodías de diferentes maneras; eso es lo que intento lograr en el escenario”, reflexiona Casella en medio de ruidos de copas.

Cuando él habla de “ese” director musical hace referencia a Alejandro Teran, quien además comparte escenario con ellos. Va y viene, se pierde entre el piano de Pedro Onetto, da una vuelta por la suave percusión de Jaqui Barra y por momentos se queda al lado del contrabajo de Nicolás Rainone. ¡Pero qué importa! Este director hace sonar a la perfección su clarinete y su violín. Teran logra una dirección que se apoya en la construcción de una fineza sensorial extraordinaria y es así como entre ellos se arma una complicidad, la cual crea un clima taciturno de texturas musicales aterciopeladas.

El nombre ruso pareciera ideal para significar este grupo, y en esta elección se juntan dos detalles importantes: Babooshka significa abuela, sustantivo femenino, y además hace honor a la canción “Babooshka”, de Kate Bush. ¿Cómo olvidar ese tema de los años ’80 que hizo bailar a millones? ¿Cómo olvidar a ella cantando al lado de ese contrabajo, sacudiéndolo como si estuviera a punto de romperlo? “Esa fue la canción principal de este grupo, a partir de este tema fueron elegidas las demás canciones”, dice Casella echando una carcajada cómplice, para luego agregar: “Luego de un año, es difícil hacer una selección, ahora tenemos muchos temas que queremos tocar; sin embargo seguimos sosteniendo un criterio fundamental: las canciones seleccionadas no están encuadradas solamente en un estilo, pero sí pueden convivir entre ellas. Es cierto que además utilizó la ironía, pero es una ironía profunda”, cuenta.

Estos temas escogidos representan ante todo imágenes y emociones. El pasaje de canciones alcanza una suerte de dramatismo y desconsuelo, pero a la vez existen picos de éxtasis en donde es imposible quedarse sentado en una silla. Carlos esta vez baila poco, pero porta una voz que eriza la piel y los arreglos musicales que lo acompañan son absolutamente elegantes. “Yo estoy enfrente como cantante, pero lo cierto es que cada músico tiene su espacio en donde se los escucha mucho”, señala.

Sus presentaciones son esporádicas y mucho no se sabe de ellos, pero sin querer ya llevan un año robándose los aplausos de sus seguidores.

Quienes no pudieron asistir a ninguna de las funciones que ofrecieron, allá por sus comienzos en el Konex y el pasado 5 de febrero, hoy tendrán una nueva chance: la cita será en el Café Vinilo (Gorriti 3780, a partir de las 23.30), donde festejarán su primer año. En este festejo participará como invitada especial Alejandra Radano, que junto a Casella cantará una de las tres óperas de la obra teatral Trois Tangos, de Alfredo Arias, con música de Axel Krygier.

“En este año que pasó nos consolidamos como grupo, sentimos que tenemos nuestro propio estilo. Muchas veces, cuando ensayamos, sin darnos cuenta decimos ‘que suene como el estilo babooshkiano’.” Un estilo que Casella define como emotivo, sugerente y sutil.

Cuando se le pregunta por lo que vendrá en los próximos meses, Casella explaya muchos deseos pero el que más lo entusiasma es el disco. “Junto a Los años Luz discos vamos a grabar nuestro primer disco y luego existe un proyecto de presentarlo pero en un lugar más grande, dejar de lado la intimidad, queremos jugar un poco más o jugarnos un poco más, estamos convencidos de lo que hacemos, nos gusta, disfrutamos muchísimo cada vez que salimos al escenario”, concluye. El viernes pasado, la lluvia acompañó la velada. A los espectadores no les importó. Casella cerró la noche agradeciéndole al público, que hoy tendrá una nueva oportunidad de disfrutar de Babooshka.

Fuente: Página 12

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