Las obras El nombre y El viaje a Bahía Blanca se presentan en un mismo espectáculo Dos monólogos de la novelista y dramaturga Griselda Gambaro forman parte del espectáculo "Historias de mujeres", que se presenta este viernes 9/10 a las 21, en El Altillo del Sur Casateatro (1 Nº 1693 entre Plaza Matheu y 67).
El director César Palumbo reestrena las obras El nombre, con la actuación de Dolores Puig y Guillermina Lucía Vázquez y El viaje a Bahía Blanca, interpretada por Valeria Rapán. Las tres actrices hablaron con Diagonales y, entre otras cosas, coincidieron en que ambas piezas fueron escritas hace bastante tiempo, pero “tratan temas actuales, temas que aún tienen vigencia”.
“El viaje a Bahía Blanca es una obra que trata con un humor agudo y sutil, temas de mucha relevancia acerca del pasado próximo de la Argentina”, contó la protagonista de esa historia, Valeria Rapán.
La selección de los personajes estuvo a cargo del director, César Palumbo, quien siempre piensa “en el desafío que significa para los actores un determinado papel. Nos elige de acuerdo a la personalidad y a la manera de desenvolvernos, no quiere que una obra nos quede cómoda”, explicó Guillermina Lucía Vázquez.
“El nombre es un monólogo que desdoblamos. La obra la hizo una actriz y la propuesta ahora es trabajar desde la acción y el pensamiento, poder ver a la misma persona en el momento en que piensa y en el que acciona. Al espectador le llama más la atención que haya otra persona, pero para nosotras es complicado, porque las dos representamos al mismo personaje y cada una tiene ideas diferentes sobre ese mismo personaje”, contó Guillermina Vázquez.
La obra en la cual intervienen las dos actrices, aborda la pérdida de la identidad: “La protagonista es una mujer que ha perdido su identidad en la sociedad, en el trabajo, en la vida, con la gente que la rodea. Y no ha construido nada, y de lo que construyó, no pudo salir de ahí”, relató Vázquez.
En el caso de El viaje a Bahía Blanca, la actriz Valeria Rapán mencionó el año del estreno (1974), una fecha “anterior a la época más cruenta que tuvo que vivir la Argentina, pero sin embargo se habían vivido cosas importantes”. Su relación personal con la pieza fue, que a partir de la interpretación de esta mujer, se dio cuenta que en la sociedad “hay intolerancia y represión a las personalidades distintas, a lo que otro quiere hacer. Y que hoy por hoy se sigue manteniendo eso, incluso en cosas tan cotidianas como un viaje en tren, que es lo que cuenta esta historia más o menos”.
–Como jóvenes, ¿por qué le recomendarían a otros jóvenes ir a ver estas obras?
Guillermina Vázquez: – Que vayan para que no les pase, para que no sean intolerantes, frustrados, para que hagan en su vida lo que tengan que hacer, para no tener miedo, para enfrentar las cosas, y para que sepan que pueden pasar cosas difíciles.
Valeria Rapán: –El teatro tiene una manera muy mágica y encantadora de mostrarte, a través de la mentira, algo que es real, lo real a través de la ficción. Y una persona que ve esas obras no puede evitar sentir que eso le pasa todos los días de su vida. Pero el teatro lo presenta de una manera especial y vale la pena enfrentarse a eso.
Dolores Puig: - Hay que ver las obras para darnos cuenta que todavía estamos a tiempo de cambiar algunas cosas.
Fuente: Diagonales
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