viernes, 9 de octubre de 2009

Patchagonia: cuando el tiempo se detiene

Tres impresionantes músicos y cuatro bailarines con una formación impecable dan vida a este trabajo gestado en la cantera de la compañía de Alain Platel Foto:LA NACION / Irma Montiel

La coreógrafa Lisi Estarás volvió a su Córdoba natal de la mano de la compañía C. de la B., que, hasta mañana, está en el FIBA

Por Alejandro Cruz
Enviado especial

CORDOBA.- Bar Soracabana, lugar típico del centro de la ciudad cordobesa. A la hora señalada, llega la bailarina y coreógrafa Lisi Estarás, cuyo nombre a veces aparece escrito con "z" y cuyo apellido, aun en el mismo programa de mano del Festival Internacional de Teatro de Mercosur como en el FIBA, aparece con y sin acento. ¿Estarás o Estaras? A ella mucho no le importa. "Es un detalle". Claro que a la cordobesa Lisi Estarás las distintas versiones sobre su misma carta de presentación no le interesan. "Es un detalle", dice muy suelta de cuerpo.

La misma libertad se toma en el escenario, como si por sus venas corrieran influencias de Paco Giménez, el gran director cordobés. Pero no. "Nunca vi un espectáculo suyo; me encantaría conocerlo." Al rato de haber comenzado la charla, la ciudad de Córdoba se transforma en un pueblo, porque por la esquina del bar pasa el mismo Paco en su bicicleta. Y los presento. Y se saludan como si todo formara parte de un programa de televisión.

Lisi se fue de la Argentina cuando tenía 19 años, con destino a Israel. Se fue quedando casi sin darse cuenta. "Cuando la onda ya no daba, me fui a Amsterdam -apunta-. Allí fue a ver un espectáculo del coreógrafo Alain Platel. En él actuaba una cordobesa con la cual había estudiado."

Hagamos una parada: estas dos cordobesas, Gabriela Carrizo y la misma Lisi, son las que actuaban en Iets op Bach , el primer trabajo de Les Ballets C. de la B., del genial Platel, que participó en el quinto FIBA.

"Nunca había visto un espectáculo como el de Platel -continúa-. Era la mezcla perfecta de la danza con el teatro; la mezcla de lo banal con lo virtuoso. Siempre, cuando bailaba clásico, me decían que era demasiado expresiva. «Estarás, ¡deje de hacer morisquetas!», me retaban en el Libertador. Pero con Platel pensaba que podía ser de otro modo." Entonces, una tarde, la otra cordobesa le avisó que había una audición de un coreógrafo de la compañía de Platel. Lisi se entusiasmó, pero, cosas que suceden, se quedó dormida. Al tiempo hubo otra, ya del mismo Platel, y quedó. "Hace 13 años de eso y ya hice cinco obras con él", recapitula.

Ayer, según el momento de la entrevista, hizo su función en el Teatro del Libertador, la misma sala en la que su maestra la retaba por hacer morisquetas. También ayer, según el tiempo de esta publicación, hizo su debut en el FIBA. Su estreno en el Libertador le trajo algún que otro dolor de panza. "Fue refuerte..."

-¿Qué te pasó por la cabeza?

-[Lisi se quiebra, pero se quiebra riéndose de sí misma.] Estaba muy nerviosa. Fue muy duro.

Sabe que sus intérpretes vinieron hasta Córdoba por puro cariño. Sabe que sentada en la gran sala estaba su familia. Y sabe que, más allá de ella misma, estaba procesando su misma historia. Todo eso le da dolor de panza (o algo cercano a la angustia). Pero se ríe de ella con ganas, con los ojos cargados de lágrimas.

El mismo tono irónico está presente en Patchagonia , la pieza que, hasta mañana, se presenta en el Teatro Alvear. "En la obra no hay nada que entender. A lo sumo, hay que dejarse llevar por la emoción. No tiene narrativa; no tiene trama. No pasa nada, en realidad: esa es la idea. Yo quería hacer algo sobre la temática del vacío y la Patagonia opera como síntesis del irse al fin del mundo. Simboliza eso. En ese marco, me gustaba trabajar sobre lo borroso, basándome en personajes que pasaron por la Patagonia." Para esto, pone en escena a músicos y bailarines de Bélgica, Francia, Nueva Zelanda, España, Hungría y Rumania, que son dirigidos por una cordobesa que nunca perdió el acento.

Esta es su primera obra grande después de haber hecho otros trabajos de dirección junto a Constanza Macras. Dice que Buenos Aires la apabulla y en Córdoba se siente perdida. Quizá por eso se refugia en el paisaje patagónico que no conoce, pero que ni le hace falta.

Destacados en la grilla de hoy

  • A las 19, Mishelle di Sant´Oliva (Palermo, Italia), el Teatro de la Ribera. 50 min.

  • A las 19, Salsipuedes (Córdoba, Argentina), en el Andamio 90. 50 min.

  • A las 20, Neva (Santiago, Chile), en el Payró. 75 min.

  • A las 21, Crónica sentimental de España (Barcelona), en el San Martín. 70 min.

  • A las 21, Juan la suerte (Ajaccio, Francia), en el Regio. 75 min.

  • A las 21, La secreta obscenidad de cada día (Paraguay), en el Beckett Teatro.

  • A las 21, Mujer asfalto (Maputo, Mozambique), en C. C. Konex. 40 min.

  • A las 21, Patchagonia (Gante, Bélgica), en el Presidente Alvear. 70 min.

  • A las 22, Mi muñequita (la farsa) (Uruguay), en Elkafka. 55 min.

  • A las 23, Lote 77 (Bs. As., Argentina), en el Teatro del Abasto. 75 min.
Fuente: LA NACION

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