Las González, de Hugo Saccoccia. Con Catalina Speroni, Ana María Castel, Cecilia Cenci y Angela Ragno. Escenografía y vestuario: Alberto Bellatti. Luces: Lautaro, Néstor Romero. Puesta en escena y dirección general: Néstor Romero. En el Teatro del Pueblo, avenida Roque Sáenz Peña 943. Duración: 75 minutos.Nuestra opinión: buena
Habitantes de algún rincón suburbano o de una pequeña ciudad de provincia, las cuatro hermanas González, ya maduras y huérfanas desde hace mucho tiempo, siguen fieles al código de moral y buenas costumbres (léase: disimulo, hipocresía, apariencia) que les impuso el padre tiránico, cuya sombra implacable las llena de culpa. Hasta que, a los 68 años de edad, Genoveva -la única de ellas que se casó, viuda de un hombre al que no quiso, también impuesto por voluntad paterna- decide liberarse del incómodo fantasma y vivir su propia vida, que consiste en transgresiones tan modestas como robar la fruta del vecino o treparse a la garita del vigilante. Pero sus hermanas (salvo la menor, más benévola, acaso porque es un poquito retrasada) sospechan que se entrega a orgías inmencionables y resuelven intervenir.
No es un planteo original, por cierto, ni tampoco lo es su resolución. De estas hermanas y otras muy parecidas, conocemos de sobra las andanzas. La gracia está en cómo se cuenta la historia y, sobre todo, cómo se la interpreta. Y aquí es donde el espectáculo del Teatro del Pueblo se anota varios tantos a favor, porque tiene un cuarteto de actrices notables, que sacan partido de la inocente trama y se lucen en composiciones que provocan tanto la carcajada como una ternura casi chejoviana, por momentos. La dirección se permite rozar el borde de la caricatura, sin trasponerlo, y sugiere, en la ropa y los peinados estrafalarios, una intención cercana a la historieta, o el dibujo animado.
Ernesto Schoo
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