Suspención. "En otras partes del mundo se hace sin ningún problema" aclaró Zurita, uno de los organizadores.NO HABRÁ DESNUDOS EN EL “TITA MERELLO”
Suspenden una función nudista en Festival de Cine de Temática Sexual. Quejas porque "iba a dar asco sentarse en esas butacas después".
Para frustración del público nudista que había reservado su butaca, el complejo Tita Merello suspendió la función “sin ropa” del IX Festival Internacional de Cine de Temática Sexual, programada para la noche de este martes.
“La proyección se levantó porque hubo quienes llamaron al cine para decir que les iba a dar asco sentarse en esas butacas después de la película y en el Tita Merello tenían miedo de que se generaran actos de violencia”, explica Fabio Zurita, su organizador. “Además, salió una nota diciendo que el Gobierno apoyaba la pornografía y eso terminó de asustarlos”.
El artículo al que refiere Zurita se publicó en el diario Clarín del 6 de agosto, firmado por Marcelo A. Moreno, con el título “El proyecto de africanizar la sociedad argentina avanza”. El autor compara la autocracia de Kaddafi con los gobiernos de Chávez y de Cristina Kirchner. En uno de sus párrafos, consigna: “...Y para que no quede duda sobre el peso específico del Estado dentro de las más variadas actividades de la República, la semana pasada se presentó la 9ª edición del Festival Internacional de Cine de Temática Sexual, con la presencia estelar de la presidenta del INADI y un representante del INCAA. ¿Qué tienen que hacer estos entes oficiales en el lanzamiento de un festival de cine porno, cuyo jurado es presidido por un conocido swinger? Eso: marcar que nada, ni siquiera una orgía de sexo en la pantalla, se puede hacer en la Argentina sin la correspondiente bendición dispensada por el Estado. También a esa dirección apunta el grotesco proyecto de ley de control de medios de difusión que ahora se discute en el Congreso”.
“En primer lugar, nosotros no hablamos de cine pornográfico porque no lo es –dice Zurita–. Y en cuanto a las quejas por la higiene, las personas se cambiarían en unos vestuarios dentro de la sala y tendrían una toalla para poner sobre la butaca. En otras partes del mundo se hace sin ningún problema, y acá teníamos la sala reservada por nudistas que disfrutan de la actividad. De todos modos el festival sigue hoy y, por suerte, ya tuvimos mucho más público que el año pasado”.
Fuente. Crítica
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