Foto Chino Zavalía - BRANDO
De la actriz con perfil de comehombres a la cantante con linaje. Nuestra chica de tapa nos muestra que audacia y pasión son un cóctel explosivo.
Por Pedro Mairal
Cantante, actriz, bailarina, hija de artistas. Todas estas facetas la vuelven difícil de identificar a Emme, la chica de tapa de este mes que nos abre las puertas de su intimidad y nos muestra toda su sensualidad en una sesión de fotos imperdible. Aquí, algunas frases de la charla exclusiva que BRANDO tuvo con ella.
Sobre el cine. "En la película El niño pez, en la que hago un acento paraguayo, tuve una coach, practiqué hasta que me empezó a salir. En la escena de la bailanta, donde los extras eran paraguayos, cuando salí del tráiler antes de filmar me puse a hablar con ese acento y todos pensaban que yo era paraguaya. Era un personaje duro; la Guayi es una chica a la que violó el padre y que después se vincula con todos a través del sexo, porque es lo que aprendió; su belleza, su cuerpo, es lo que le da poder y es su cárcel también".
"Ahora acabo de terminar de filmar Kabaret Delux, con Celeste Cid. Es un papel protagónico, son dos compañeras de circo; cuando empieza la película me entero de que soy adoptada, hija de desaparecidos y apropiada por militares. La intención es contar eso con humor negro. Cuando leí el guión, tenía miedo porque el personaje es emocionalmente muy complicado, una chica a la que le dicen que su padre no es su padre, le dicen que esa persona a la que ella quiere mató gente. Después, con el rodaje fui viendo cómo se armaba todo y cobraba sentido."
Sobre el teatro. "En el musical Doña Flor y sus dos maridos me fue mal, fue un laburo más. Trabajé los tres meses del contrato y después me fui, nos fuimos todos, la producción tenía muchas falencias. A mí la comedia musical me encanta. Lo primero que hice fue eso, en 2005, en el Maipo, hice Rita la Salvaje, un musical que estaba basado en la vida de una stripper rosarina que hacía cosas increíbles. Me preparé mucho, hasta vino la mujer que hacía un número de strip en El graduado y me enseñó a mover las pezoneras, que son como unos conitos que tapan el pezón con una cadenita cada uno, y me enseñó a revolear las cadenitas, una teta para un lado y otra para el otro. Hacía helicóptero, era mi momento en la obra, era muy groso eso, la gente no lo podía creer. En el Maipo era todo de Primera A, fue una oportunidad enorme, estaban dirigiendo Ricky Pashkus y Ana María Stekelman. Llevamos incluso la obra a Rosario y nos vino a ver Rita la Salvaje en persona, estaba ahí sentada, en primera fila".
Sobre la música. "Estoy preparando un nuevo disco con Rafael Arcaute, el productor de Calle 13, que fue también productor de Spinetta. Ya está el alma del disco; las canciones representan un momento de mi vida que sigue siendo... Estoy tranquila con la música. Acá hay como un agujero con las mujeres en la música, no quiero llenarlo yo sola, están Daniela Spalla, Loli Molina, hay mucha tela para cortar. De todas formas, cuando uno tiene algo para dar, sólo eso importa. Por ejemplo, mi abuela hace cincuenta años que tiene una discográfica, se pone con su valijita afuera de los shows y vende los discos. Me encantaría hacer mi disco con una discográfica internacional, pero si no se puede, igual hay que hacerlo, porque uno tiene algo para mostrar, algo para decir o editar, y no debería importar el mercado. Lo importante es hacer tu disco, lo demás no importa".
Fuente: BRANDO
De la actriz con perfil de comehombres a la cantante con linaje. Nuestra chica de tapa nos muestra que audacia y pasión son un cóctel explosivo.
Por Pedro Mairal
Cantante, actriz, bailarina, hija de artistas. Todas estas facetas la vuelven difícil de identificar a Emme, la chica de tapa de este mes que nos abre las puertas de su intimidad y nos muestra toda su sensualidad en una sesión de fotos imperdible. Aquí, algunas frases de la charla exclusiva que BRANDO tuvo con ella.
Sobre el cine. "En la película El niño pez, en la que hago un acento paraguayo, tuve una coach, practiqué hasta que me empezó a salir. En la escena de la bailanta, donde los extras eran paraguayos, cuando salí del tráiler antes de filmar me puse a hablar con ese acento y todos pensaban que yo era paraguaya. Era un personaje duro; la Guayi es una chica a la que violó el padre y que después se vincula con todos a través del sexo, porque es lo que aprendió; su belleza, su cuerpo, es lo que le da poder y es su cárcel también".
"Ahora acabo de terminar de filmar Kabaret Delux, con Celeste Cid. Es un papel protagónico, son dos compañeras de circo; cuando empieza la película me entero de que soy adoptada, hija de desaparecidos y apropiada por militares. La intención es contar eso con humor negro. Cuando leí el guión, tenía miedo porque el personaje es emocionalmente muy complicado, una chica a la que le dicen que su padre no es su padre, le dicen que esa persona a la que ella quiere mató gente. Después, con el rodaje fui viendo cómo se armaba todo y cobraba sentido."
Sobre el teatro. "En el musical Doña Flor y sus dos maridos me fue mal, fue un laburo más. Trabajé los tres meses del contrato y después me fui, nos fuimos todos, la producción tenía muchas falencias. A mí la comedia musical me encanta. Lo primero que hice fue eso, en 2005, en el Maipo, hice Rita la Salvaje, un musical que estaba basado en la vida de una stripper rosarina que hacía cosas increíbles. Me preparé mucho, hasta vino la mujer que hacía un número de strip en El graduado y me enseñó a mover las pezoneras, que son como unos conitos que tapan el pezón con una cadenita cada uno, y me enseñó a revolear las cadenitas, una teta para un lado y otra para el otro. Hacía helicóptero, era mi momento en la obra, era muy groso eso, la gente no lo podía creer. En el Maipo era todo de Primera A, fue una oportunidad enorme, estaban dirigiendo Ricky Pashkus y Ana María Stekelman. Llevamos incluso la obra a Rosario y nos vino a ver Rita la Salvaje en persona, estaba ahí sentada, en primera fila".
Sobre la música. "Estoy preparando un nuevo disco con Rafael Arcaute, el productor de Calle 13, que fue también productor de Spinetta. Ya está el alma del disco; las canciones representan un momento de mi vida que sigue siendo... Estoy tranquila con la música. Acá hay como un agujero con las mujeres en la música, no quiero llenarlo yo sola, están Daniela Spalla, Loli Molina, hay mucha tela para cortar. De todas formas, cuando uno tiene algo para dar, sólo eso importa. Por ejemplo, mi abuela hace cincuenta años que tiene una discográfica, se pone con su valijita afuera de los shows y vende los discos. Me encantaría hacer mi disco con una discográfica internacional, pero si no se puede, igual hay que hacerlo, porque uno tiene algo para mostrar, algo para decir o editar, y no debería importar el mercado. Lo importante es hacer tu disco, lo demás no importa".
Fuente: BRANDO
No hay comentarios:
Publicar un comentario