domingo, 16 de agosto de 2009

El peligro de soñar lo inaceptable

INVENCIONES

Marilú Marini en busca de Silvina Ocampo

Por Luis Mazas

Esa mujer está sola y espera lo que, acaso, nunca llegue. Greta niega algo con obstinación a Alejandra, su interlocutora del otro lado del teléfono. Se sospecha enseguida una charada de imposturas en el método elusivo con que Alejandro Maci concibe Invenciones. La que fabula sobre un tal Julio, su presunto amante, puede resultar por momentos uno de los desdoblamientos de Silvina Ocampo. Si seguimos tejiendo especulaciones, Alejandra sería la Pizarnik, su entrañable amiga y confidente. Toda certeza es inaprehensible en este espectáculo concebido sobre la ficción literaria, reportajes ocasionales, buscando atrapar el duende burlón de esa autora y mujer que denostaba la pompa y el artificio vacuo. Genio y figura de una conocida-desconocida del gran público, mucho más que del “gran lector”, ella asoma fugazmente en esta dramaturgia solo accesible a conocedores de la obra y el avatar de la extraordinaria creadora a quien le toco en suerte una vecindad difícil: su absorbente hermana Victoria, sagaz mecenas y testigo de su tiempo; su esposo Bioy Casares llegado de la mano de su amigo y a veces aliado, Borges. Destacar de entre ese póker de ases no ayudó a diferenciar para el lector común, el original poemario, sus cuentos y novelas, sembrados de paradojas irresistibles y con la sinceridad profunda que expresan; su brutal sentido de la delicadeza genuina.

Sobre el escenario, la maga Marilú Marini opera un múltiple desdoblamiento. Ora es la improbable Greta, nacida excrecencia de Silvina; ora ella misma, voluble, escurridizo personaje social construido por burla, por autodefensa. Marini se desliza con sabia pericia por ese terreno resbaladizo, que asemeja el constante repensarse de la Ocampo, su reformular el mundo mejorando su lado prosaico o snob. Es la suya una performance seductora, pródiga de hallazgos, capaz incluso de salvar algunos tiempos muertos, la dramaturgia de escena de Maci. La irreal ambientación de Oria Puppo refleja el estado volátil de aquella imaginación inabarcable, en consonancia con la sugestión lumínica de Gonzalo Córdova, acompañando sin violencia a la actriz en sus miméticas transiciones. “Nunca imagines lo que no puedas aceptar en la realidad”, dijo Silvina. Invenciones propone compartir parte de ese peligro irresistible.

Fuente: Veintitres
Justificar a ambos lados

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