viernes, 14 de agosto de 2009

Argentina por amor

"GRAN PARTE DE MI VIDA FUE DIRIGIENDO NOVELAS Y ENSEÑANDO ACTUACION. RECIEN AHORA ESTOY EN EL MERCADO ACTORAL".

ENTREVISTA CON LA MEXICANA ADRIANA BARRAZA

Es actriz, nació en Toluca y dirigió en Televisa. Por "Babel", con Brad Pitt, la nominaron al Oscar. Se enamoró de un argentino, vive en Buenos Aires y desde mañana se la verá en un film de Sam Raimi.

Por Javier Firpo

Tiene nombre de empleada pública y apariencia de señora paqueta de avenida Alvear. Adriana Barraza es una actriz-directora-docente mexicana, nacida en Toluca, que se codeó con luminarias de la talla de Brad Pitt, Gael García Bernal, Luke Wilson, Cate Blanchett, y directores como Alejandro González Iñárritu y Sam Raimi. Sin embargo camina tranquila y anónima por las calles de Buenos Aires, donde vive hace unos años, y donde encontró la felicidad. Entiéndase por felicidad a la salud y el amor, sobre todo.

Barraza tiene una historia más -mucho más- atractiva que la película de la que participa y que se estrena mañana: "Arrástrame al infierno", del prestigioso Sam Raimi. Fue empleada añares en la cadena Televisa, detrás de cámaras, y responsable de unos cuantos culebrones exitosos que, no obstante, le depararon vacío y frustración. El tema es que ganaba muy buen sueldo pero, enfrascada y atrapada, no podía ver más allá.

Tal disconformidad se transformó en amargura y una depresión que desembocó en un infarto. Al tiempo, cabeza dura ella, en otro. "Volví a trabajar cuando no tenía el alta y esa vez la salud se agravó". Bastó que la hija le dijera: "Mamá, ganás buen dinero, pero sólo lo usás para ir al médico". Esas palabras, en principio inocentes, taladraron la cabeza de Barraza, que decidió renunciar a Televisa.

Como Adriana, además, se ganó la vida enseñando actuación, encontró en Buenos Aires los espacios escénicos que no le daba México... y "flasheó" con esta ciudad, fortaleció su frágil salud y le devolvió una sonrisa a su corazón. "Hace siete años que estamos juntos, y decidí instalarme aquí", dice Adriana mirando a Arnaldo Pipke, de profesión actor, pero que por sus notorios mostachos y gruesos antebrazos se confunde con una figura de catch. "Y mi hija, que es mexicana, también está aquí, casada con el actor Maxi Ghione... ¡Tengo un nietito argentino!".

Se puede decir que en Argentina encontraste el amor a la vida...

Yo estaba en México muerta de frustración por no hacer lo que quería y lo que me estimulara.

Algo así como que los infartos te dieron una lección...

Digamos que hubo que llegar a esos extremos para entender que debía cambiar. Por suerte pude tener otra oportunidad.

¿Por qué te sentías frustrada?

En Televisa no lograba el producto que a mí me interesaba. Si bien buscaba la mayor calidad posible, no contaba con la suficiente materia prima. Finalmente estaba incómoda, en un ambiente poco agradable en el que había invertido 16 años de mi carrera. El segundo infarto, en 2001, fue la mejor excusa para largar todo.

Primero "Amores perros", años después "Babel", ¿González Iñárritu te devolvió a la actuación?

Absolutamente. Con él voy a estar agradecida por siempre, porque él apostó por mí, que casi no actuaba. Hice un casting y lo convencí. Después, ya viviendo en Buenos Aires, me rastreó para proponerme un papel en "Babel", con el que obtuve una nominación al Oscar.

Resulta gracioso ver tan señorial a Barraza, cuando en el film (foto de abajo) de Raimi es una "médium" que exorciza a una jovencita poseída. "Me reencantó que me convocaran para un personaje así, en una historia de terror. Desde niña fui una lectora amante de tradiciones y leyendas tenebrosas, con tramas truculentas que me apasionaban".

En otra sintonía, bien opuesta, Barraza está embarcada en un proyecto de cabotaje que le permitiría mayor familiaridad con el público argentino: encarnaría a Azucena Villaflor, la primera mujer que reunió a las que ahora son las Madres de Plaza de Mayo. "Estoy trabajando fuerte para esta película, que será necesaria para la humanidad. Historias como la de Azucena tienen que conocerse y no sólo por la ignominia que la rodeó". El film se llamaría "Azucena 375 días" y lo dirigiría Raúl Rodríguez Peila.

¿No creés que debería encarnarlo una actriz argentina?

Siento que es una gran mujer, una mujer universal... No importa quién lo haga, sino que transmita lo que realmente realizó.

Fuente: La Razón

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